DESTRÚYEME | Jack Ross

18

Empecé a despertar del cómodo sueño en el que había caído la noche anterior.

Sentí algo debajo de mi mejilla y con mucho cuidado levanté la cabeza.

Ross dormía plácidamente con una mano un poco más arriba de mi cintura, y mi brazo rodeaba su torso.

Volví a apoyar mi cabeza en su pecho y cerré los ojos, traté de dormirme pero ya no había nada de sueño en mí, así que me limité a escuchar las suaves respiraciones de Ross que se mezclaban con el sonido de los latidos de su corazón.

Una sensación simplemente maravillosa.

Mi ojos seguían cerrados cuando él se movió, se acomodó un poco en su lugar y me apretó más contra su cuerpo.

Me relajé en sus brazos y disfruté un momento más antes de despertarme.

Pasaron al rededor de treinta minutos cuando decidí que era hora de despertar, apenas tenía tiempo para llegar a la residencia, ducharme y salir corriendo a clases.

Me despegué delicadamente de su pecho y me senté en la cama.

-Ross. -Lo llamé en un susurro.

El abrió un poco los ojos, se acostó de lado y con los ojos cerrados habló. -¿Que pasa? -Dijo con la voz ronca que suelen tener los hombres por la mañana.

-¿Puedes... llevarme a la residencia? -Dije un poco dudosa, aún era muy temprano y podría molestarse.

Él se sentó junto a mí y frotó sus ojos. -¿No quieres desayunar? -Preguntó mientras me sonreía.

Le devolví la sonrisa. -Apenas me alcanza el tiempo para llegar a clases.

Frunció el ceño y se levantó de la cama, yo imité su acción y empecé a ponerme mis zapatillas.

-Vamos. -Se acercó a mí, entrelazó nuestras manos y se dirigió a la puerta para luego salir por la misma.

Llegamos a la sala y estaba desierta así que pasamos de largo, bajamos por el ascensor y llegamos a su auto.

Ross empezó a conducir y fruncí las cejas en confusión cuando se pasó de la residencia.

-¿Aún tienes sueño? Acabas de pasar de largo la residencia. -Dije confundida.

-Estoy más despierto que nunca -Habló sin despegar su mirada del frente. -No dejaré que vayas a estudiar sin comer antes, puedes desmayarte y no estaré ahí para sostenerte.

Dijo y una sonrisa se formó en mi boca.

-Eres un exagerado, te pareces a mi hermano -Hablé entre risas.

-¿Tienes un hermano? -Preguntó y me miró por un segundo.

-Si. -El rostro de Josh se formó en mi mente y junto a sus rostro recordé lo que había dicho. -De hecho... quiere conocerte. -Dije antes de que me arrepintiera.

Ross bajó la velocidad -Que por cierto estaba a la rapidez perfecta como para matarnos- Y me miró con una sonrisa pícara.

-¿Le hablaste a tu hermano sobre tu guapo e inteligente novio? -Dijo con mucha seguridad.

-¿Tengo un novio guapo e inteligente? -Fingí que pensaba. -Pero si solo te tengo a tí. -Dije y él me dió una mala mirada, yo reí como respuesta. -Es broma, si le hablé de tí y dijo que quería conocerte.

Se lo pensó por un momento y luego habló. -¿Crees que si te acompaño en navidad me echen a patadas?

-No lo sé, talvez papá te atropelle

Ambos reímos, la atmósfera que habíamos creado cuando estábamos juntos era pura, cómoda, feliz, con el podía ser yo misma y eso solo lo había conseguido Josh.