DESTRÚYEME | Jack Ross

15

La confusión en su rostro fue clara.

Por un momento la idea de que la rubia mintió se cruzó rodó por mi mente, pero se esfumó en el mismo momento en que él agachó la cabeza.

Está bien... supongo.

Estuvimos en silencio por un rato, no tenía la valentía para volver a hacer la pregunta o tan siquiera para hablar.

Su cabeza seguía gacha, sus manos estaban entrelazadas y tenía los ojos cerrados.

—¿Fue Lana? —Soltó de la nada, al principio no lo entendí pero luego até cabos y llegué a la conclusión de que la rubia se llamaba Lana.

—Quien haya sido es lo de menos. —Me encogí de hombros. —Hice una pregunta y exijo una respuesta. —Me moví un poco en el columpio y este soltó un chillido, haciéndome temblar un poco.

Ross dio un largo suspiro y me preparé mentalmente para escuchar su respuesta.

—Si.

Mi corazón dejo de latir y por un momento mis ojos amenazaron con llenarse de lágrimas pero las detuve.

No dije nada y él siguió hablando. —Al principio si. —Cada palabra me acababa un poco más. —Pero ya no, te juro que ya no.

Quisiera decir que me emocioné o que esto me alivió pero no, solo seguía ahí, sin expresión alguna y con ganas de desaparecer.

—Al principio si quería estar contigo por esa razón. —Se pasó la mano por el cabello. —Pero cuando te conocí más, cuando pase más tiempo contigo... —Se volteó hacia mí pero yo seguí con mi mirada hacia el frente. —Cambiaste mi forma de ver todo. No voy a decirte que ya lo superé, porque aún no lo hago. —Tomó una larga respiración. —Pero estoy dispuesto a hacerlo por ti. Por nosotros.

No podía mirarlo a la cara, era cierto... y por mas vueltas que le diera, había una sola respuesta.

Él si estaba usándome.

Por unos minutos que me parecieron horas, permanecimos en silencio.

—Si no hubiera "cambiado tu forma de ver todo" —Hablé irónicamente, y una falsa sonrisa se posó en mis labios. —Me hubieras usado como a un maldito pañuelo.

Después de todo ¿Esa era la verdad? ¿No?

—Dess, no... —Ni siquiera supo que decir.

—No me molesta que hayas pensado eso alguna vez... Aunque debería. —Dije y de reojo vi la confusión en su rostro. —Me molesta haberme enterado por una persona que ni siquiera conozco.

Por primera vez desde que llegó, hice contacto visual con él, y por primera vez desde que lo conocí, no intenté leerlo.

Por alguna extraña razón una parte de mí, confiaba en él.

—Lo que hayas hecho en tu pasado no es algo que me importe. —Dije sacando a relucir la parte de mi que aún no le mostraba.

La parte de mí que podía mandar a la mierda todo por mi propio bienestar.

Mi parte "egoísta".

—No quiero que me cuentes nada de lo que pasó antes de mí porque no me importa. —Mi voz era gélida. —Lo que si me interesa es todo lo que pasó desde que chocamos por primera vez. Y quiero que me lo cuentes. —Retiré mi mirada de él para volver a mirar al frente.

Escuché su larga respiración y luego me contó todo, desde antes de mi llegada hasta después de ella.

Por un momento quise abrazarlo, no sé quien es Jen y definitivamente yo no soy nadie para juzgarla, no conozco los motivos por los cuales hizo lo que hizo, pero lo que si sé es que lo dejó destrozado.