Zenobia +18

Parte #32

Sentada en el sofá me sentía muy nerviosa por la forma tan intimidante de Máximo la mayoría de las veces Magnus es el más intimidante, a cada paso que dió Máximo mi respiración también se hace un poco más pesada hasta que llegó a mi se inclinó hacia mí mientras tenía a Magnus al otro lado del sofá y yo pensé que era mi momento de hablar.

–Y-yo lo siento no quise– pero Máximo no me dejó hablar puso un dedo sobre mis labios en señal de que me callará y yo asentí con la cabeza.

–De quién eres muñequita, eres de nosotros no es así– yo solo asentí con la cabeza– Contesta muñequita quiero escucharte– pero que le pasa si hace un rato me ordeno que callará.

–Soy de ustedes– dije mientras lo afirmaba con mi cabeza.

–Muy bien me alegro que lo sabés– dijo el mientras se agachó más a mí para besarme pero está vez era un beso demandante y rudo mientras me besaba mordió mi labio inferior por lo que solté un quejido de dolor y me soltó, Magnus estaba a mi lado pero camino a su escritorio abrió un cajón y sacó mi bolsa cuando vi la bolsa que tiene esas cosas que compré en el sexshop pude sentir como mi cara empezó a calentar por la vergüenza, en eso Máximo volvió a besarme y está vez se dirigió en mi cuello y yo comenzaba a excitarme, pero como podía hacer ahí se supone que estamos en la oficina de Magnus es su lugar de trabajo y ahí afuera hay una chica sentada no muy lejos de aquí puse mi mano en el pecho de Máximo dejo mi cuello para mirarme a los ojos Magnus ya estaba acercando con la bolsa en su mano.

–Porfavor detente Max– mi voz sale casi como una súplica.

–De verdad es lo que quieres muñequita quieres que me detenga– no claro que no quería que se detuviera

–Yo....es que hay personas fuera de esta puerta podrían escucharnos– intenté explicar

– Eso no es asunto nuestro si ellos quieren escuchar pués que escuchen, muñequita eres nuestra mujer y sin importar si hay miles de personas alrededor de nosotros podemos besarte acariciarte y hasta follarte y no tendrías porque avergonzarte por eso – Dijo Magnus con la voz ronca podía ver qué se estaba conteniendo no volví a hablar, si a ellos no les importa porque a mi debería de importarme si ellos no están avergonzado en besarme en público porque a mí sí ellos no son famosos pero tienen mucho dinero con solo ver ese edificio se podría ver qué tenían mucho dinero y un hombre como Magnus y Máximo si querían besarme en público pués con gusto.

Después de eso Máximo rompió la ropa que traía puesta y también hizo lo mismo con mi braga tomo mi braga lo llevo a su nariz lo olió y después lo puso en su bolsillo Magnus abrió la bolsa tomo el vibrador que compré y lo prendió maldito vibrador acaso no podrían venderlo sin pila, tenía a Máximo en mis pechos acariciando y jugando mientras succionaba el otro y yo estaba tirada en ese sofá gracias a Dios que no era pequeño en un momento a otro sentí algo húmedo en mi vagina y ya sabía lo que era es la lengua de Magnus paso de desdé abajo hasta mi clítoris y yo gemí alto me había olvidado que había personas afuera Magnus lo volvió hacer pero está vez entró su luenga en mi vagina yo movía mi cadera en círculo porque quería más de eso intenté a que mi mano alcanzará la cabeza de Magnus pero no podía porque tenía a Máximo arriba que también hacía maravilla con mis pechos yo me sentía desesperada al no poder tocar a Magnus después de un rato Magnus se alejó de mi parte y sentí como metió el vibrador en mi volví a gemir pero diablos un vibrador no era lo que quería yo quería a Magnus en mi o Máximo cualquiera de los dos pero quería a uno de ellos después de un momento Máximo se levantó y se puso de pie al igual que Magnus quien sacó el vibrador en mi los dos se pusieron de pie y estaban arreglando sus ropas pues ahí si que sentí mi desesperación me iban a dejar así no lo creo.

–Que es lo que hacen– logré pronunciar porque tenía mi respiración rápida.

–Que no estás viendo muñequita nos estamos arreglando– dijo Máximo como si fuera lo más lógico

–Ustedes no pueden dejarme así– dije enfadada porque no parecían estar jugando.

–Asi como cariño– dijo Magnus está vez se estaban burlando o vengando de mi o qué.

_Pues ya saben así– señalé a mi cuerpo

_Ah eso no te preocupes voy a darte algo que ponerte.

–Diablos no estoy hablando de la ropa, ustedes dos no pueden dejarme así necesito correrme y los necesito en mi ( quiero sus penes grandes dentro de mi haciendo maravilla es lo que quiero)– dije lo último en español

–Ah te refieres a eso, considerarlo como tú castigó por hacernos enojar– Dijo Máximo mientras se acercó a mí y me acarició la mejilla con obvió burla en su mirada de un momento a otro me levanté del sofá tomé la bolsa que tenía mis cosas que Máximo había traído recogí el vestido de látex que había comprado para ponerme porque tenía la intención de irme porque me sentía alterada no sabía si era porque no llegué a tener el orgasmo o porque en verdad quería a esos dos hombres en mi interior dándome placer pero en mi intento Magnus agarró mi mano me entrego un sacó.

–Que es esto– pregunté confundida

–Pontelo encima– me ordeno el pero ésto es prácticamente un sacó como pretende que salgo con eso.

–Yo no me voy a salir con eso puesto.

–Vamos muñequita te lo ponés o irás con nosotros sin ropa elige tu elección.– esto no era una amenaza Máximo hablaba en serio al ver que no tenía opción tomé el sacó de mala gana y me lo puse encima pero no me esperaba que Magnus tomará el set de esposas que compré y me puso una tomó su corbata y lo entrego a Máximo y ese último me amarró los ojos.

–Oye que hacen– pregunté por mí ceguera porque no podía ver nada a través de esa corbata.

–Calmate muñequita no te preocupes que nosotros nos encargamos.– me susurró Magnus al oído con su voz grave yo solo pude asentir cuando sentí alguien cargarme y se que era Magnus por el olor del perfume y lo comprobé al salir de su oficina porque lo escuché decir a la chica esa que después de terminar puede irse ahora ni siquiera puedo ver la cara de la idiota.

Hola espero que les guste.