THE LOST LEGACY

ES UN TRATO KLAATU

-Que es esto? La fortaleza de la soledad o qué? .-pregunte sin escrúpulos mirando el sitio a un par de kilómetros delante de mí, luego del exitoso aterrizaje. Todo un terreno lleno de pinos sin nada especial que me hacían creer que algo ocultaban.

-Tenía la esperanza de que no lo notarás.-intentó bromear mientras tomaba asiento en una gigantesca piedra. Miró sus manos y frunció el ceño.-Pero no...es solo un lugar tranquilo. Nadie nos interrumpirá. Debemos hablar.

-En serio? Yo ya me canse de intentarlo.

-Hablar en serio.

-Es lo que estoy haciendo Ikaris.-él entrecerró los ojos, cuando remarqué su nombre.-Qué? No puedo llamarte así? Es solo pa' los cuates o que?

-Se que estuviste investigando. Que es lo que sabes?

-Lo suficiente.-me encogí de hombros.

-Que es suficiente?

-Lo suficiente como para ser yo ahora la que posea la ventaja.-esta vez una sonrisa sencilla surcó su cara, mientras asentía para si mismo.

-Vale, lo sabes todo.-él asintió repetidas veces.- Entonces...No hay nada mas que explicar...hija.

Esuchar esa palabra salir de su boca con tanta naturalidad, me puso los nervios de punta. Y ni de que hablar de mi estomago, se revolvió mucho peor que cuando viajé al espacio por primera vez.

-Maldito! Te acostaste con mi madre y despues la abandonaste!.-recriminé de inmediato siendo lo primero que me vino a la cabeza; él comenzó a rechistar con su boca en negación y deteniendo mis quejas.

-No que lo sabías todo?

-Y que mas debo saber?!.-exclamé irritada.-Embarazaste a mi mamá y despues desapareciste por mas de 20 años.

-Si. Es exactamente lo que hice.-respondió con extremada honestidad, ganandose una mirada asesina de mi parte.

-Dijiste que la próxima vez que nos veríamos me dirías todo. Asi que escúpelo!.

-La verdad es mas sencilla de lo que parece. Conocí a tú madre en el 95 y...

-Eso no me interesa!. Explica tu ausencia y reciente presencia.

-No intervine en tu vida, por tu seguridad. Lo demás es difícil de explicar y de entender para alguien tan impaciente como tú.

-Difícil la teoría de las cuerdas! Y para que sepas trabajé en ella cuando tenía 7 años. Nada es difícil de entender para mi.

-No soy humano.-volvió a intentar, siendo paciente con la actitud demandante de su hija.-Somos una raza superior. Hemos observado y guiado a la humanidad. Los hemos ayudado a progresar. De nada!.

-Como es que no sabíamos de ustedes?

-Jamás hemos interferido en sus asuntos. Tenemos ordenes exactas de no involucrarnos.

-Y esto no es involucrarte? Porqué ahora esta aquí?.

-Por ti.

-Eso no te importó hace 20 años. Que marca la diferencia?

-Lo mismo que la marcó cuando naciste. Tu madre no me contó de ti. Me enteré, por mis medios. Al inicio, no supe como reaccionar por unas razones de las que no me gusta hablar. Pero cuando mi ritmo cardíaco volvió a la normalidad, me sentí...feliz y dichoso. Corrí a Canada con un pequeño peluche que vi en una tienda infantil. Cuando llegué al hospital, escuché al doctor decirle a tu madre que...no estabas bien de salud.