Seis meses despues del chasquido, Ellbereth Stark se ve envuelta en numerosos problemas emocionales y gubernamentales. Al igual que su prometido James Barnes y su mejor amigo Sam Willson. La vida es mucho mas difícil desde la ausencia de su padre, l...
Era una tarde muy tranquila. La gente pasaba de un lado al otro armónicamente en un antiguo Brooklyn.
Hasta que esa paz se vio interrumpida por la aparición de una extraña joven que cayó al piso de un portal en forma de estrella de forma inconsciente, seguida de una bestia alienígena de tamaño bastante promedio.
La gente se asustó y echaron a correr dejando solo a los curiosos como espectadores.
Aquel monstruo localizó a su objetivo pero alguien se interpuso enviando a la bestia lejos de la mujer que se la hacia tan familiar.
Con un delicado movimiento, Steve Rogers retiró los mechones de pelo color violeta que cubrían el rostro de la joven mujer.
Ellbereth...
Su pequeña Ellbereth. Aquella niña que se había vuelto su familia y que había abandonado hace más de dos años luego de la lucha contra Thanos.
-Steve...-lo llamó Peggy Carter, pero él se negaba a apartar la mirada de la mujer.-Hay que irnos, S.H.I.E.L.D no tardará en llegar.
-Debo ayudarla.-pronunció Steve viendo como aquel ser volvía en dirección a la chica. Suspiró y se levantó listo para enfrentar aquella amenaza y dejar de lado su anonimato como una persona normal. Su instinto de protección hacia esa chica lo gobernaba, como en los viejos tiempos.
La pelea contra aquella criatura no duró mucho dado sus habilidades como Super-soldado y estaba agradecido por ello.
-Ell...-la sacudió con cuidado intentando despertarla en vano. Descubrió un par de heridas esparcidas por su cuerpo que lo preocuparon.
-Ella esta bien?.-indagó Peggy agachándose junto a aquellos dos.
-Lo estará.-respondió Steve tomandola en brazos, sin importar los murmullos de la gente alrededor.
-Quien es?.-preguntó la castaña aun muy confundida.
-Te lo explicaré cuando lleguemos.
-Llegar a donde?.
-A casa.-finalizó el hombre.
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Steve colocó a Ell con sumo cuidado de no lastimarla más en la cama de su habitación ya que era la única amueblada. Las otras dos eran un estudio y un almacén de cosas que ya no utilizaban.
-Hay que llamar a Howard.-pronunció Steve.-Rápido. Dile que traiga su equipo médico.
-Howard no es doctor, tal vez si vamos a un hospital...
-No, el sabrá que hacer. Necesitamos gente de confianza; nadie más puede saber sobre ella.-sentenció Steve.
-Bien, llamaré a Howard.-pronunció Peggy corriendo al teléfono mientras Steve conseguía un par de toallas limpias y una recipiente con agua.
