Un año recuperándose de un terrible accidente, uno que marcó un antes y un después en la vida de Verónica Lodge.
Un año desde que la vida como la conocía había desaparecido y en los que había tenido que adaptarse poco a poco a la realidad que ahora...
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6 Meses después:
Despierto sobresaltada por el llanto de Aria, estoy completamente exhausta, me he acostado últimamente muy tarde al escribir aquel famoso libro.
Cuando voy a levantarme de la cama Christian vuelve a atraerme a él, deja besos en mis mejillas y suspira algo cansado. Aria aún no se acostumbra a dormir la noche completa.
—Yo voy por ella. —El susurra y se levanta con mucho pesar, busca sus boxers y se los coloca extendiéndome unas bragas y una bata.
El llanto cesa de inmediato haciendo que Christian se alerte un poco ya que ella solo se callaba si alguien la tomaba. Lo veo salir de la habitación de inmediato y aunque pasaran los minutos no volvía.
Algo en mi cabeza aún recuerda cuando Poe desapareció frente a mis ojos y no puedo evitar angustiarme y levantarme de la cama con el corazón acelerado.
El pasillo estaba oscuro y solo se veía la luz de su habitación, tragaba en seco al no escuchar ningún sonido y me preparo para lo peor.
Pero todo se esfuma cuando veo a Jared sobre Christian, a Zeus en sus pies y a aria tomando de un biberón que habíamos preparado con leche materna que estaba pegado con cinta al pecho de Christian para simular mi seno.
No puedo evitar reír cuando veo aquella imagen, Aria está de lo más tranquila, y Jared duerme sobre mi esposo.
—Amor debes trabajar en dos horas, dame a la bebé. —El levanta dos dedos y yo me detengo de inmediato. —Vamos, nos seas terco.
—Das un paso más y no hay sexo en un mes. —Ruedo los ojos y levanto las manos para salir de la habitación y volver a la cama. Ellos estarán bien.
Después de todo este tiempo Klaus sigue siendo nuestro contacto en Noruega, aun muchas personas se preocupan por Aria y de vez en cuando le envían regalos, mi pequeña tiene algo muy especial.
***
Escucho movimientos en la planta baja, Christian ya no está y dejo un corazón dibujado en un pequeño papel, cosa que hacia cada mañana agradeciendo de que estuviera viva.
Todos hemos cambiado, pero lo de Christian es algo mágico, aun es tóxico y de vez en cuando muy mandón, pero poco a poco iba reflejando a Poe en sus acciones. Poco a poco él iba aceptando que no era un ogro y que tenía un lado romántico que había salido de repente con el nacimiento de su hija.
Cepillo mis dientes y me doy un baño relajante antes de bajar y ver a Mahia, Leanette, Laura y mi madre sentadas en mi sala tomando el té.
—Hasta que, por fin, ya iba a traer mis cosas para mudarme a esperar a la fodonga durmiente. —Sonríe Laura y mi madre se ahoga con él te.
Mientras mi madre se distrae, Zeus sé bebé su te, él sabe que Tamara aun le teme un poco por lo que le vive haciendo maldades.
—¿Me pueden decir el motivo por el que el aquelarre está reunido? —Me siento al lado de mis amigas.
