017

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017: miradas
| Julie Mindland |

Me senté en mi asiento saludando desde aquí a Jaden y Riley y después a Chase.

—No se tu, pero yo tengo hambre ¿tienes algo?—pregunto Chase, asentí con mi cabeza sacando la fruta que mi madre había metido a mi mochila.

El me agradeció antes de abrir el toper y comenzar a comer rápidamente antes de que Payton entrara.

Cuando oímos la puerta ser abierta tomó dos pedazos de la sandía metiéndoseles a la boca para acabar más rápido, parecía hámster con sus mejillas completamente llenas.

—Hudson te vas a ahogar—reprochó Payton, el trago la fruta—. Tranquilo no quiero que alguien termine en el hospital, solo asegúrate que no manches ningún libro o cuaderno—el asintió feliz tomando otro pedazo de sandía.

La clase comenzó dándonos la indicaciones sobre hacer un ejercicio del libro, todos asentimos comenzando a leer el libro.

Tome el toper ahora vacío cuando Chase había acabado, lo guarde en mi mochila para luego subir mi mirada.

Suspire entrecortadamente cuando sus ojos y los míos se encontraron, el aire me faltaba y los nervios comenzaban a florecer en mi.

Parpadee varias veces volviendo a la tierra y bajando la mirada nerviosamente.

—Hacen linda pareja—susurró Chase.

Sonreí contestando otra pregunta y mirar a Payton de reojo.

Pero eso duró poco cuando vi que empezaba a subir la mirada y yo la bajaba rápidamente.

Cerré mis ojos negando con la cabeza, me tenía que concentrar en el ejercicio.

Pero fue una misión imposible al sentir su profunda mirada en mi, quería calmarme antes de que me desmayara aquí mismo.

Suspire cuando me desespere al no entender una de las preguntas, hice una mueca levantando mi vista. Payton texteaba algo en su celular.

Tome las fuerzas necesarias para tomar mi libro y levantarme de mi asiento hasta ir a su escritorio, me iba a dar un derrame cerebral si seguía tratando de contestar esta pregunta.

—¿Qué pasa?—me vio apagando el celular y dejándolo a un lado suyo.

—No entiendo esto—puse el libro en su escritorio señalándole la pregunta.

Cuando me pregunto si le había entendido me quede completamente en blanco, no le había puesto ni la más mínima atención, necesitaba ponerse una máscara o algo parecido para que tenga mi atención un ochenta por ciento.

—No—arrugue mi nariz, el sonrió tomando la silla doblada a un lado suyo y poniéndola a un lado mío.

—Siéntate—le obedecí sentándome en la silla y acercándome al escritorio prometiéndome que prestaría atención.

Claro esa promesa no duró mucho cuando me percaté que nuestras manos estaban bastantes juntas, me perdió en ese momento.

Parpadee viendo ambas manos sintiendo un cosquilleo en mi palma cuando recordé el nosotros bailar el día de la recaudación.

Cerré mis ojos respirando y olvidar ese suceso para seguir poniendo atención.

Me seguía explicando sobre todo este tema hasta que moví mi mano para señalar algo del libro y el también dejando la mía abajo y la suya encima.

Ambos nos volteamos a ver dejándome completa estática nuevamente, seguía sin entender cómo es posible que con pequeñas cosas mis articulaciones se negaban a reaccionar.

Sus ojos tenían un ligero destello haciéndolos los más hermosos que he visto en toda mi vida.

Hasta que recordé que estábamos en el salón de clases, con todos los chicos adentro de este. Sonreí antes de quitar mi mano y volver a ver el libro sintiendo un ligero frío al ya no sentí su calor de su palma en mi mano.

El se aclaró la garganta siguiendo con su explicación y yo dando la mayor de mi atención.

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