029

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029: suelo
| Julie Mindland |

—Jules si...

—Si pasa algo les llamo para contarles—acabe su oración.

Katelyn y Chase sonrieron despidiéndose de mi saliéndose del salón.

—Hola linda—sonreí cuando sentí sus brazos rodearme.

—¿Sabe que todavía hay alumnos afuera?—pregunte burlonamente.

El rio dejándome un beso en mi mandíbula abrazándome más.

—Que se jodan, quiero besar a la hermosa chica que tengo en frente mío—baje mi mirada con una sonrisa al sentir el sonrojo venir.

Sonrió cuando me volteo para estar cara a cara viendo el color rojo pintar mis mejillas.

—Te ves muy linda—hablo acariciando mi mejilla provocando que miles de mariposas volaran a mi estomago.

—Siempre me ves igual—reí escondiendo mi cara en su pecho.

—Entonces siempre te ves linda—levantó mi rostro acercándonos hasta juntar nuestros labios.

Mis manos inmediatamente fueron a su cuero cabelludo para acariciarlo y la suyas a mi espalda baja provocando que mi espalda se acercara acercándome más a él.

Al separarnos el sonrió acunando mis mejillas en sus manos acercándome a él dándome un ruidoso y casto beso a lo que reí.

—Tu hermana me sigue invitando—bufé cruzándome de brazos—. ¿Y si le digo que estoy casado para que me deje en paz?—escondió su cabeza en mi cuello quejándose.

—Le dijiste que estabas soltero—reí rodeándolo con mis brazos.

—Le digo que le propuse matrimonio a la chica—apreté mis labios reprimiendo una carcajada.

—Claro, tres semanas después de la cena le propones matrimonio—sonreí acariciando su suave cabello.

—Les invento otra historia, que se yo—me atrajo más a él en el abrazo que teníamos—. ¿Sabes cómo consiguió mi número?—fruncí mi ceño.

—¿Tiene tu número?

—No deja de molestarme, tu hermana esta loca—asentí dándole la razón.

—Si amanece con su ropa quemada me declaro culpable—el rio comenzando a caminar hacia atrás—. Pay nos vamos a caer—reí cuando seguíamos caminado hacia atrás.

—Si eso es lo que quieres—abrí mis ojos cuando el bajo al suelo y yo después—. Maldita sea—arrugo la nariz levantando su espalda unos centímetros—. Estupido lápiz—se quejó aventando el lápiz hacia otro lugar.

Sonreí dándole un lento beso disfrutando el cosquilleo en mis labios y cuerpo.

—Mi familia vendrá en dos semanas—dijo cuando nos separamos del dulce beso—. Mi hermana se casa—levante las cejas—. No quiero ir a la boda—se quejó a lo que yo fruncí mi ceño.

—¿Por que no? Tu hermana se va a casar—recargue cabeza en su pecho.

—¿Recuerdas que tampoco tengo una buena relación con ellos?—hice una mueca bajando mi vista a nuestras manos las cuales estaban entrelazadas—. ¿Quieres venir conmigo?—casi me ahogo con mi propia saliva al escucharlo.

—Pay, es un evento familiar. No puedo ir.

—Vamos nena, me aburre ir a esas cosas—suspire viéndolo nuevamente.

—Bien, ¿que tipo de ropa tengo que llevar?—pregunte al recordar mi guardaropa, solo hay dos vestidos ahí.

—Podemos ir el sábado a comprarte algo si quieres—acaricio mi cabello.

—Puedo ir yo—me miró mal antes de acercarme a él.

—Quiero estar contigo linda—sonreí sintiendo las mariposas nuevamente.

—Bien, vamos juntos—el sonrió dejándome sin aliento acercándonos para unirnos en un beso.

—¿Les caeré bien a tu familia?

—Si les caí bien a la tuya, a la mía les caerás bien—sonreí.

—No estes seguro de eso, te están empezando a odiar—el hizo un leve puchero haciendo que me derritiera.

—Tu hermana no es mi tipo—bufo.

—¿Entonces cual es tu tipo?—levante mis cejas.

—Mi tipo es su hermana ¿la conoces?—reí juntando nuestros labios nuevamente.

lessons, payton moormeier Where stories live. Discover now