╰✯┋Capítulo 24┋

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Shannon quiso asegurarse de que Abdiel no interferiría en su pelea, así que le pidió que informara a los demás la terrible noticia

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Shannon quiso asegurarse de que Abdiel no interferiría en su pelea, así que le pidió que informara a los demás la terrible noticia.

Ahora se hallaba frente a frente con el sujeto que desde hacía mucho habría aniquilado con gusto.

Hizo un esfuerzo por mantener el contacto visual con su rival. Ese hombre era uno de los apóstoles más fuertes, mantuvo su distancia mientras le miraba.

—¿Estarás todo el día mirándome o vas a pelear? De haber sabido que eras tan aburrido habría buscado divertirme con otra de las chicas. ¡Oh, espera!, ahora que recuerdo te importaba más la balanza.

—¡Te lo haré pagar! —pronunció mientras se ahogaba en odio y en un dolor impotente.

Atacó sin dilación y justo antes de alcanzar al mafioso una barrera se materializó a tiempo para frenar su ataque.

El mafioso no se inmutó, estaba claro que solo jugaba a probar las habilidades de su adversario.

Sin prisa se agachó, colocó sus manos sobre el piso y erigió un gran muro de energía mezclado con rocas.

Seguido a ello, él mismo golpeó su creación con tal potencia que los escombros salieron disparados con gran velocidad, dificultando a Shannon defenderse de ellos.

«Ha estado cerca» se alarmó.

Y antes de que se diera cuenta, el mafioso se encontraba frente a él. Un nuevo golpe estalló en su rostro y al no poder mantener el equilibrio cayó de espaldas al suelo.

Rodó justo a tiempo antes de que un nuevo impacto le golpeara y se levantó.

—¿Qué ocurre? —cuestionó Gianluca sin ocultar sus risas burlescas— ¿tan poco puedes entretenerme?

Una corriente helada atravesó el cuerpo del mafioso y notó un par de agujas que habían logrado atravesarle.

Shannon aprovechó su distracción para propinar un golpe directo que el mafioso consiguió esquivar antes de que le alcanzara. Pero el siguiente golpe le alcanzó en el estómago.

Sin dejar la sonrisa burlona escupió sangre y se limpió. Elevó las manos.

—¡Puño del Creador!

Una traslúcida mano gigante se impactó haciendo a la tierra temblar. Shannon perdió el equilibrio, pero antes de caer fue sujetado por una atadura de Gianluca.

Desde atrás el mafioso torció su brazo, Shannon le golpeó la cara con la cabeza y su nariz sangró.

Un letargo del tiempo llegó y el brazo de Gianluca se hallaba lleno de agujas. Shannon peleaba con la duda borrada por la cólera, pero ya respiraba con dificultad.

El cansancio del más joven no pasó desapercibido por Gianluca, quien supo que tenía la pelea asegurada.

—¡Puño del Creador! —volvió a pronunciar mientras creaba su ataque.

Donde los ángeles temen pisarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora