╰✯┋Capítulo 06┋

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Desde que llegaron a la iglesia Lawrence no paró de hacerle curaciones de todo tipo

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Desde que llegaron a la iglesia Lawrence no paró de hacerle curaciones de todo tipo. Le había salvado y, sin embargo, le desconcertaba el hecho de que no se hubiera enfrentado al no humano.

—¿Por qué no le has matado? —cuestionó molesto, empujándole para volver a por Lowell.

—Mi prioridad es la vida antes que la muerte —contestó sin inmutar su expresión—. No podía simplemente dejar a un compañero.

—¿Y pensaste siquiera en las personas a las que podría estar asesinando ahora mismo? Eso no es pensar en la vida.

—Él se ha marchado si te hace sentir mejor —articuló y le obligó a sentarse de nuevo para continuar atendiendo sus heridas—. Será más fácil enfrentarle cuando tu estado mejore.

Shannon estaba por protestar, pero fue interrumpido cuando las bisagras de la puerta sonaron y tras ella apareció un hombre maduro con el atuendo propio de un sacerdote católico pero el resto de su aspecto le hacía dudar que fuese uno en verdad.

El hombre se sentó a un lado inspeccionándolo de arriba abajo, suspiró y finalmente habló:

—Shannon Liebheart.

—¿Cómo sabe eso? —cuestionó con intriga, volteando vehemente hacia el hombre, quien se mantuvo imperturbable.

—Soy un hombre santo, mi espíritu está en contacto con Dios, puedo ver a través de los ojos del mundo. —Shannon, sorprendido estaba por decir algo cuando el religioso continúo hablando—. Eso y que lo decía la identificación que encontré en esta cartera.

Shannon buscó en su bolsillo, notando que el aparente sacerdote tenía, en efecto, su cartera. El hombre se la devolvió y la expresión de Shannon cambió.

—Ustedes... ¿son apóstoles?

—No exactamente, pero adelante, pregunta lo que quieras saber y si podemos lo responderemos.

—A decir verdad, no tengo idea de nada —aceptó con cierta decepción—. Necesito respuestas.

—Te contaré todo lo que sé. Así que asegúrate de prestar atención: Mi nombre es Abdiel y todo comenzó con una revelación hace algunos años, en aquel entonces yo no era clérigo, pero ya amaba las estrellas del cielo. Todos creen que las estrellas se hicieron en el tercer día junto con el resto de los cuerpos luminosos, pero ya te digo yo que no fue así...

La charla desorientó más a Shannon quien fingía prestar atención a sus incesantes palabras, pero por dentro solo esperaba a escuchar algo relacionado a los apóstoles para quitar sus dudas.

—... y es por eso que las estrellas marinas fueron separadas de las luminosas y condenadas a vivir en el fondo sin brillar, aunque las estrellas del cielo pueden tomar formas humanas y bajar ¿Has visto a alguna estrella humana?

—Creí que me contaría algo sobre los apóstoles —soltó sin ocultar su desagrado por las incoherencias del mayor.

Lawrence codeó al padre e hizo un gesto de desaprobación.

Donde los ángeles temen pisarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora