╰✯┋Capítulo 09┋

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Shannon volvía tras haber dado con la chica que Clear dibujó como uno de los apóstoles, fastidiado por los problemas que la adolescente dio para acompañarle

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Shannon volvía tras haber dado con la chica que Clear dibujó como uno de los apóstoles, fastidiado por los problemas que la adolescente dio para acompañarle.

Había comprobado que, en efecto, era un apóstol, capaz de utilizar runas, pero además de ello contaba con un extraño mazo que manejaba a la perfección.

Probablemente si hubiera tenido esa información antes no estaría regresando como si hubiera ido a pelear con una de las estigias en esos momentos.

La chica, aún molesta y forcejeando, intentaba zafarse del agarre de Shannon, y Abdiel, fascinado al tener un nuevo apóstol se acercó hasta ellos, invitándoles a seguirlo.

Al pie del sagrario, era como si existiera un portal que Abdiel era capaz de abrir, dentro existía un mundo paralelo, cuya extensión era únicamente del tamaño de la iglesia, pero con apariencia de un pequeño castillo antiguo.

—Así que eres Elizabeth, la especialista en runas —comenzó extendiéndole una taza de té—, tal vez es muy repentino, pero ¿Crees que podrías unirte a la lucha?

—Claro que puedo, pero eso no significa que lo haré —bisbiseó, altiva—. No me ponga al nivel de estos... —torció la boca buscando una palabra— "sujetos". A mí no me pude comprar.

—Siendo así qué lástima —suspiró, separándose de ella—. Gracias por haber venido.

Shannon sin dar crédito a lo que escuchaba se acercó hasta él y golpeó la taza que sostenía, intentando llamar su atención. Si de cualquier manera la dejaría ir sin más ¿Para qué se había esforzado en llevarla?

—¿En qué momento a mí me dejaron elegir si quería o no estar aquí?

—Shannon, por favor, no podemos obligar a nadie. Es importante que los apóstoles tengan esa confianza, si la pequeña tiene miedo es totalmente comprensible.

—¿De qué hablas, mal intento de sacerdote? —cuestionó exaltada la chica nueva tras escuchar su declaración— ¿Crees que le temo a lo que sea que estén enfrentando?

—Es obvio —soltó vertiendo té en una nueva taza—, no te culpo incluso siendo gran cantidad no podemos asegurar que les hagamos frente, tenerte o no, no haría ninguna diferencia... quizás si fueras un poco más fuerte...

A Shannon le pareció patético su intento de psicología inversa, pero se lo pareció más el hecho de que Elizabeth estaba respondiendo a sus provocaciones.

—Hagamos esto imbécil, acabaré con el enemigo y cuando termine con ellos vendré y los mataré por hacerme perder mi maldito tiempo.

—No, por favor, no te molestes en ello, eres joven, seguro tienes muchas cosas que deseas hacer en la vida, pelear contra seres sobrenaturales es demasiado para ti.

—¿Quieres probarme?

Por primera vez desde que Shannon llegó a aquel sitio notó la expresión del clérigo enseriarse.

Donde los ángeles temen pisarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora