(¡EN EDICIÓN!)
Namjoon y Jin no esperaban tener tanto chamaco, pero a final de cuentas así pasó. Una familia divertida, desastrosa, numerosa, inigualable y, sobre todo, amorosa.
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Yoongi llegaba con los niños del parque, era sábado en la mañana y los pequeñines querían ir a la inmensa área verde que la ciudad ofrecía, y él no era nadie para negarse a las caritas que lo pedían.
Entrada la tarde, llamó a Jungkook para que pudiera acompañarlo al supermercado.
- Tengo flojera. - lloriqueos era lo único que se escuchaban de Kook, el jovencito llevaba el carrito mientras que el mayor veía la lista y Soobin metía las cositas, que le indicaba Yoongi, al carrito.
Los tres mayores habían dejado la casa a encargo de los cuatro mellizos.
- Hyung, no hay acondicionador de kiwi con plátano, pero, encontré uno de coco. - Soobin avisó metiendo el producto.
Pasaban pasillo por pasillo metiendo cosas y mirando la lista.
Dejaron sus celulares en la casa, pues salieron corriendo al ver que debían hacer la comida, y no tenían víveres suficientes.
- ¿Creen que la casa no explotará? - Jungkook preguntó mientras estaba recargado en el carrito, no llevar el celular lo aburría.
Soobin se encogió de hombros.
- Son niños, lo más probable es que se rasquen la nariz o que alguno termine con las flechas de Jake en el brazo. - opino sin importancia.
Un carraspeo se escuchó a su lado, miraron hacia donde eso se había escuchado y la señora que se encontraba ahí salió corriendo. Habían olvidado que los tres iban de negro con sus chaquetas de cuero y sus accesorios de cadenas, sumándose a ellos sus alturas.
- Pobre señora. - murmuró Soo con pena.
- Si, bueno, que aprenda a no andar de metiche, por eso la sociedad está como está. - opinó Yoongi sin tanta importancia, su interés estaba en la lista y los pasillos, no en señoras más metidas que las tangas.
- ¿Necesitamos llevar agua para ti? - Soobin miró hacia Jungkook.
El mayor negó.
- El entrenador nos las dará allá, no te preocupes. - despeinó los cabellos del menor que asintió con una sonrisa que mostraba sus lindos hoyuelos.
- ¿A qué hora es?
- A las seis treinta. - avisó.
Yoongi asintió haciendo recuento de cuánto tiempo tendría antes de llevar a su hermanitos y Jungkook al partido.
- ¿Te sientes preparado? - preguntó el mayor mientras miraba qué marca de atún en agua debería de llevar.
- Siento que si, además, si me va bien, podré llegar a ser capitán en menos de lo que canta un gallo. - aseguró con una sonrisa.
Soobin, quien miraba las marcas de mayonesas, observó a su hermano con orgullo. Soobin le sonrió y le levantó el pulgar.