(¡EN EDICIÓN!)
Namjoon y Jin no esperaban tener tanto chamaco, pero a final de cuentas así pasó. Una familia divertida, desastrosa, numerosa, inigualable y, sobre todo, amorosa.
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La casa estaba en total silencio, era de madrugada. En cierta parte, la tranquilidad era hermosa, puesto a que muy raras veces hacía presencia alrededor de los Kim. Pero, como ya dije, era de madrugada y, muy probablemente, era normal que eso pasara.
Jake despertó por un momento, estaba medio adormilado, intentó acostumbrar su visión a la oscuridad, miró su celular con dificultad, se dio cuenta que eran las tres y media de la madrugada, se indignó consigo mismo, por haberse despertado tan temprano, y se volvió a dormir.
La mañana llegó, podías ver a varios de los niños en sus propias habitaciones, unos con la pierna de fuera, pero tiritando de frío, otros bien cobijaditos y abrazados a sus peluches o mascotas.
Bueno, la tranquilidad duró muy poco en cuanto comenzaron a despertar todos.
Yoongi bufó con cansancio, dio un sorbo a su café e intento contar hasta diez.
- ¡Niños guarden silencio! – ordenó desde la cocina.
- ¡No! – gritaron al unísono.
- ¡Malditos! – les devolvió.
Jungkook rió y el mayor lo miró mal.
- ¿Qué? – preguntó el hyung dulce.
- Nada. – apretó sus labios para no soltar una carcajada. Yoongi alzó su ceja derecha, estaba esperando una respuesta más compleja que esa. – Bien, – se resignó a pelear – es sólo que han estado insoportables estos últimos días y tú simplemente no te habías dado cuenta, hasta hoy. – rió.
- Puede que tengas razón. – pasó sus manos por su rostro, frustrado.
- Ya se tardaron. – Jungkook se quejó, el desayuno de sus hermanitos se iba a terminar enfriando.
Yoongi no dijo nada y se levantó, yendo hacia la segunda planta.
- Niños... - sus palabras quedaron a medias.
¡Todo estaba siendo un desastre!
Taehyun estaba dentro de la ducha, casi terminando de enjuagar todo su cuerpo. Jake estaba intentando acomodar su cabello. Jungwon hacia pipí, sentado en la taza del baño, no quería que sus hyung le vieran su parte privada. Jay secaba su cabello con la secadora, Soobin cepillaba sus dientes mientras movía su cabeza de un lado a otro, estaba escuchando música en sus audífonos. Kai acomodaba su ropa de manera presentable. Riki untaba bloqueador en su carita. Todo eso pasaba en un mismo baño.
- Niños... - habló un poco fuerte a lo que acostumbraba.
Debido al ruido de la secadora y el agua de la ducha cayendo, ninguno lo escuchó, mucho menos Soobin lo iba a estar escuchando.
Bajó hacia el patio trasero y bajó la pastilla de luz, de esa sección de la casa.
- ¡Se fue la luz! – Jungwon gritó horrorizado de que el baño se pusiera casi en completa oscuridad.
