(¡EN EDICIÓN!)
Namjoon y Jin no esperaban tener tanto chamaco, pero a final de cuentas así pasó. Una familia divertida, desastrosa, numerosa, inigualable y, sobre todo, amorosa.
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Jake no quería despertar, sinceramente, quería hacerse el enfermo y no asistir a la escuela, pero Heeseung estaba ahí y él no iba a desaprovechar el tiempo sin su amigo.
- Déjame. – se quejó al sentir que algo le molestaba en la cara, bueno, más bien algo áspero, pero húmedo. Abrió los ojos y... - ¡Layla! – gritó feliz de ver a su perrita saludándole.
Después de eso, varios gritos se escucharon, eran sus hermanos nombrando a sus respectivas mascotas, ahora estarían mejor.
- ¡Riki! – Jungkook salió de su cuarto con dos perritos en sus brazos.
El pequeñín de la familia, seguía dormido, pero se despertó espantado al escuchar cómo azotaban su puerta. Riki le iba a reclamar a Jungkook, pero el mayor, rápidamente, le enseñó a Bisco.
- B-bisco. – el pequeño comenzó a llorar, había extrañado mucho a su perrito durante ese tiempo que llevaba sin verlo.
Jungkook sonrió, estaba feliz de ver que su hermanito no se quedaría solo.
- Chicos, bajen a desayunar, los demás están hambrientos. – el abuelo les pidió desde las escaleras.
En menos de diez minutos, bajaron bien vestidos y con su cabello arreglado.
- Buenos días. – saludaron los nueve.
Con el saludo de vuelta, tomaron asiento junto a sus amigos y conocidos, para poder comenzar a desayunar sin problema alguno.
- El autobús escolar pasará por todos, Jay les dará el recorrido en la escuela mientras preparan las cosas para el concurso. – informó la abuela.
La llegada a la escuela fue tranquila, los niños se mantuvieron tranquilos, más los que tenían a sus amigos ahí; se les iba el tiempo platicando.
- Bien, los que sí estudian aquí, vayan a sus aulas, los demás, síganme. – ordenó Jay.
Y así, todos hicieron caso al chiquillo que ese día decidió llevar lentes.
- Te ves bien con lentes. – le susurró Sunghoon.
- I know. – respondió con una sonrisa parecida al logo de Amazon.
Los dos amigos iban riendo y platicando, de camino al auditorio de la escuela.
Heeseung y Yeonjun iban de brazos cruzados, ellos también querían estar con sus amigos o enamorados. Bueno, Heeseung ya estaba junto a su enamorado, pero Jay iba platicando junto a Sunghoon, y él no era tan idiota como para separarlos.
Ah, qué difícil es el amor, ¿no creen?
- Llegamos. – anunció Jay, mientras que abría las puertas del lugar al que entrarían. – Acomoden sus cosas y luego les enseñaré la escuela, para que se distraigan un rato. – sonrió.
Heeseung suspiró, una persona a su lado también lo hizo.
La escuela pasó con tranquilidad, pero Yeonjun notó algo que no le agradó para nada. Fue corriendo hacia Soobin y lo abrazó, el menor se dejó encantado.
