(¡EN EDICIÓN!)
Namjoon y Jin no esperaban tener tanto chamaco, pero a final de cuentas así pasó. Una familia divertida, desastrosa, numerosa, inigualable y, sobre todo, amorosa.
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Mamá Kim llevaba días, por no decir un mes, en casa de los abuelos Kim.
- ¿Por qué sigues aquí? – Namjoon, Jin y Solar la estaban interrogando en el estudio que tenía la casa.
- Bien saben por qué vine. – rodó los ojos.
- Si lo supiéramos, no te lo habríamos preguntado. – obvió Namjoon, era el que más enojado se mostraba.
Hyejin se cruzó de brazos y miró hacia la ventana, no iba a hablar.
- Bien... pero no quiero que te quedes aquí. – Jin la miró mal. – Es la casa de mis padres y yo decido quién entra y quién no. Te pido, de la manera más amable, te retires y busques un lugar en el pueblo dónde quedarte, ya fue mucha carga el tenerte un mes entero aquí.
- ¡Papis! – Riki entró con emoción y un papel en mano.
- Ahora no, Riki, los adultos estamos conversando. – explicó Jin sin, tan siquiera, dirigirle una mirada rápida.
- Pero...
- Ahora no. – Namjoon, sin dejar de ver mal a Hyejin, le apuntó la puerta a Riki, dándole a entender que se fuera. Así fue, Riki salió con tristeza de ahí.
El chiquillo rompió el diploma de su buen rendimiento en clases y se fue de ahí llorando.
- Tú también deberías irte, Hyejin.
- En ese caso, me llevaré a los que son mis hijos. – se paró recta y los miró. - ¿Algún impedimento?
Namjoon imitó su postura, segundos después caminó hacia ella.
- No tienes una orden del juez y tampoco vienes acompañada de tu abogado. – suspiró. – Hice mucho con dejarte aquí un mes sin alguna de esas dos cosas, vete, por favor.
Hyejin, indignada, salió de aquella habitación. Nadie contaba con que, en la planta baja, llegara para comenzar a arrastrar a Taehyun.
- ¡Papá! – gritó al sentir el primer jalón forzado. - ¡Kookie! – gritó cuando no escuchó que alguien se acercara a él. - ¡Yoongi! – gritó a la par que le daba un manotazo a su mamá.
El mayor de los hijos Kim, dejó a Jungwon en el suelo y corrió para alejar a Tae de Hyejin.
- ¿Quién te crees que eres?
- Su hermano mayor. – lo abrazó contra su pecho.
- Hyejin, te dije claramente que no te ibas a llevar a nadie. – Namjoon bajaba las escaleras tranquilamente.
Taehyun lo miró dolido, había gritado por él y ahora tan sólo bajaba con tranquilidad esas grandes escaleras.
- ¿Acaso no lo notas? – la mujer acomodó mejor su bolso. – Tu hijo bajó considerablemente de peso. – indicó con dolor en su voz.
