Mɪ Dᴇʙɪʟɪᴅᴀᴅ || 𝑆𝑒𝑏𝑎𝑠𝑡𝑖𝑎́𝑛 𝐶𝑜́𝑟𝑑𝑜𝑣𝑎

-07-

Pov's T/N:

Salí de casa rumbo al departamento, iba a buena hora, así que me fui con calma, esperaba el autobús muestras escuchaba música, y esque últimamente escucharla me distrae de todo lo malo que me ah pasado, por ejemplo la enfermedad de mi madre que cada vez más la pone peor ahora sí ella ya ni se para de la cama, y muy pocas veces come; otra cosa es Sebastián, si, él, su ignorancia, un día me trata de lo peor, y al siguiente me trata súper bien y hasta me da abrazos, no lo voy a negar, me gusta que lo haga, su aroma, su piel, sus ojos, cada parte en lo más mínimo de él, sus pecas, pero que decir de su sonrisa, uff es simplemente hermosa, jamás me imaginé estar pasando por esta situación tan incómoda.

Me adentre al departamento y cerré la puerta detrás de mi, me dirigí como siempre a la cocina y deje mis cosas.

- T/N... - cómo que ya se le esta haciendo costumbre asustarme, lo mire -... Necesito decirte algo, hoy haré una pequeña fiesta con todos mis amigos, y pues necesito que prepares algo, ya tu sabes a lo que me refiero.

No, nose Sebastián, explícate.

- Si Joven, de inmediato comienzo con eso...

- Les dije que a las seis nos viéramos, pero como algunos su puntualidad no es es su fuerte, pues ponle que lleguen entre esa hora y la media...- me sonrió, carajo que personas tan más linda.-...tomate tu tiempo.

Asentí, y el se retiró, comencé a preparar su desayuno, una vez listo se lo serví en el comedor y lo llame, encendió la TV, lo miraba desde la cocina, pues solo se dividía con una barda y un arco en esta, dejando ver a la dirección donde se encontraba el, hasta para masticar su almuerzo es perfecto, rei por instinto y me dedique a lo mío, supervise que hubiera todo para la fiesta de más tarde, y todo lo que necesitaba estaba ahí, sin ninguna prisa hize todo, pues quería quedar bien con todos, y sobre todo con Sebastián, ahora ya no es "Joven Sebastián", pues no, bueno solo en mi mente es Sebastián.

- Mira eso... Que bien se ve todo.- agarro una pequeña tarta de cereza que había echo.- mm... esto es genial. - dijo con pedazos de tarta en la boca, rei ante dicha acción.

- Gracias, hize lo que pude, y eso que no ha probado lo demás... - sonreí, nos quedamos mirando por un rato, hasta que el hablo.

- Si esto está muy bueno no me imagino lo demás...- Bueno tú precioso. observo los demás platillos.-... a todos les encantará te lo aseguro... Bueno iré a ducharme falta poco para que estén aquí... T/N... No sería mucha molestia si te quedarás hasta más tarde?.- lo mire con algo de confusión.- si, digo por si llegara a ocupar algo más.

- Oh, claro que no hay problema, es mi trabajo... - le sonreí no muy convencida, pues eso implicaría dejar sola a mamá con mi hermano, más tarde les avisaré que talvez no llegaré a dormí.

Daban las seis y cuarto, y Sebastián tenía razón, si que son impuntuales estos chicos, estaba un poco nerviosa pues a la mayoría de ellos no los conocía, solo a Diego, Canelo, bueno a ellos les hablaba más que a nadie, y conocía a los que una vez vinieron a jugar con Sebastián. Estaba sentada en una de las silla cuando el timbre sonó.

Abrí la puerta y una bola de chicos estaba ahí, sin pensarlo dos veces los dejé pasar, los guíe a la sala y en eso apareció Sebastián, me retire de ahí y fui por los platos, salí de ahí y se los puse en la mesa de centro, Diego y Canelo no venían con ellos, a lo mejor y no vienen. Después de unos minutos el timbre volvió a sonar y fui abrir, ahí se encontraban ellos con otros chicos más. Les sonreí y me devolvieron el gesto. Los demás pasaron y cerré la puerta.

- T/N... - me abrazo, le correspondi y me dió un beso en la mejilla.- ...Tan hermosa como siempre.- me separé de él y lo mire algo apenada.

- Gracias, Diego... Te extrañe. - sentía una mirada sobre mi, algo despistada mire a todos lados, mis ojos se encontraron con su mirada, Sebastián, trague saliva, y mire a Diego.