Capitulo 22

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"Hay heridas incurables, y terriblemente dolorosas, que no huelen a sangre sino a recuerdos"


[...]

Londres

Son las once de la noche en el viejo Londres, afuera esta cayendo una fuerte llovizna y las gotas de lluvia resbalaban por el vidrio de las ventadas, en un descenso lento.

Los días de lluvia son los mejores para pensar y a veces ese es el problema, pensar. Muchas personas hemos visto u escuchando algo que no queríamos saber, algo que nos han marcado de por vida, tal vez presenciaste un robo o quizás una fuerte discusión, a lo mejor viste a un perrito morir o un niño sufriendo de hambruna. No importa que fue, simplemente son recuerdos que atormentan tu cabeza día tras día, noche tras noche hasta el punto de llevarte a la demencia.

Hoy es uno de esos días tranquilos, donde lo único que se escucha son las gotas de lluvia chocando contra el suelo, donde lo único que te acompaña son tus pensamientos, tus recuerdos.

Niall ayúdame por favor

Habitaciones oscuras, sangre escurriendo por todo el piso de mármol tiñéndolo de rojo y los gritos de un dulce voz pidiendo ayuda, compasión.

La voz es suave, temblorosa y se escucha...rota.

Niall ¿por qué? ¿Por qué no me ayudaste?

Esa voz volvió, junto a todos aquellos recuerdos que ha tratando te enterrar en lo más profundo de su cabeza. Aquellos recuerdos que creyó fueron borrados para siempre de su cerebro, han vuelto y más fuerte que antes.

El rubio se agarra la cabeza con las manos mientras niega una y otra vez, lágrimas no dejan salir de sus cristalinos ojos azules, la culpa lo está matando de una manera lenta y dolorosa.

—Lo siento, lo siento —Susurra con voz rota —Por favor perdóname...

—¿Como podría perdonarte? ¡No hiciste nada! ¡Me destrozaron frente a ti y no me ayudaste!

Niall niega una y otra vez con la cabeza, sus ojos miran borroso y todo a su alrededor da vueltas, no entiende nada y lo único que escucha es esa voz gritándole.

—¡Te odio! ¡Me traicionaste cuando más te necesitaba!

La voz ya no es dulce ni débil, ahora es fuerte y tosca  mientras le reclama con desprecio, con asco, como si fuera la mayor escoria en el mundo.

Mas lágrimas salen de sus ojos y un grito de pena se atora en su garganta. Se hace bolita en el piso de su sala llorando como un bebé que lo único que necesita son los brazos de su madre para protegerlo.

—¡Te odio! ¡Te odio te odio te odio!

El dolor en su pecho se hace más pesado, más tormentoso y a cada segundo siente que el aire le está faltado.

—¡Cállate! ¡No eres Louis, no eres real! Louis nunca diría eso, no eres Louis....

Un sollozo de dolor sale de sus labios, mientras sus manos siguen aferradas a su cabeza como si eso de alguna manera ayudara a sacar esa voz de ahí dentro.

¡Eres un cobarde! ¡Cobarde cobarde cobarde!

Ya no puede soportarlo, es demasiado débil, se rompe, se desmorona ahí en el frío mármol soltando toda la tortura que lleva dentro.

—¡Vete, vete! ¡Déjame tranquilo! me duele

Y en cuestión de segundos la voz se apagó dentro de su cabeza, como si nunca hubiera estado allí, dejando que un suspiro tembloroso se escape de sus rojos labios.

Si a todo ✘|L.S|जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें