Capitulo 14

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«Los pedófilos disfrutan disfrazarse de políticos»

El cielo morado ilumina toda la estancia a través de la cápsula de cristal que hay como techo, en la gran pista un grupo de mujeres bailan de una manera lasciva y lujuriosa, besos y toqueteos por todos lados, pasos seguros y sensuales, haciendo que todas las miradas depredadoras se posen en ellas.

Música, sexo, alcohol y drogas; un ambiente perfecto para todos aquellos hombres de la élite.

«Bestias»

Hombres tomando mujeres sobre la mesa como si fuesen animales salvajes, mientras todos a su alrededor aplauden y gritan cosas obscenas, otros incluso se masturban gracias al excelente espectáculo que está ante sus ojos.

A pocos metros de distancia un grupo de hombres se ciernen sobre una joven mujer, sin previo aviso un hombre le clava la polla en la boca obligándola a qué se la chupe, la mujer trata de alejarse y defenderse pero comienzan a golpearla, sangre sale de sus labios y nariz, la bofetean hasta dejarla tirada en el suelo.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis son los que la poseen como bestias, mientras alardean lo bien que se siente penetrarla entre dos, la pobre chica lloriquea y forcejea pero es un intento inútil, el instinto animal que reluce en cada hombre es asqueroso.

Nadie hace nada, todos disfrutan la escena mientras se burlan de la desgracia de aquella mujer.

«Asquerosos»

Al otro extremo del local, en una habitación enorme que parece la sala de un teatro, dónde un escenario es iluminado por reflectores de color azul, un grupo de hombres adinerados, luciendo un fino traje de miles de libras esperan sentados en una cabina propia, con vista única a la tarima, a qué el show empiece, mientras en sus manos sostienen una copa del más caro vino de toda Inglaterra

Una suave y sensual música comienza a sonar por los altavoces, un grupo de niñas que no pasan de los dieciocho años hacen su acto de presencia en a tarima, tiemblan y el miedo es palpalnte en su mirada. Todas lucen lencería del mismo diseño que se tiñe como una segunda piel a sus cuerpos, dejando sus piernas y abdomen al descubierto, sus pechos cubiertos por una tela transparente que deja al aire libre sus pezones, calzan unos tacones de quince centímetros, el maquillaje comienza a dañarse a causa de las silenciosas lágrimas que escapan de sus ojos.

Un hombre alto de avanzada edad aparece en la tarima, lleva consigo un micrófono y en su rostro carga la sonrisa más macabra que podrías apreciar

—Buenas noches, señores —habla a través del micrófono, su voz es ronca y fuerte, pone a temblar a todas aquellas muñequitas —Nuestro jefe a querido complacerlos este día trayendo ¡la mejor mercancía de todo el mundo! —silencio, los hombres mantienen sus miradas sobre todas aquellas chicas que parecen muñequitas de porcelana, con un simple roce; se rompen. Las analizan como un león a su presa, cómo un pescador que trata de encontrar el pez más grande y exquisito de todo el océano, cómo un animal salvaje que lleva semanas sin comer y tiene ante sus ojos el más sabroso trozo de carne.

Chicas de todos los países del mundo, de todas las clases, razas, étnicas, distintas en todo el sentido de la palabra, pero comparten el mismo futuro; terminar en la garras de una bestia sin límites.

-—¡Comencémos! —su voz es arrogante y sería, con un toque de burla, disfruta  de todos aquellos sollozos lastimeros, lo hace sentir poderoso, superior.

«Pedófilos»

—Nuestra primera muñequita es Esmeralda —la mencionada comienza a caminar de manera lenta y temblorosa hacia el hombre del micrófono. Lleva una lencería de color verde esmeralda, sus preciosos ojitos grises se llenan de lágrimas, se muerde con fuerza el labio inferior tratando de controlar los dolorosos sollozos que quieren escapar de su boca, se clava con fuerza las uñas en su brazo derecho; miedo

Si a todo ✘|L.S|Where stories live. Discover now