Si a todo ✘|L.S|

Capítulo 11

«Desde que te conocí no logro sacarte de mis pensamientos, y no cariño, no es amor, es algo más peligroso y atractivo... obsesión»

Como era de esperarse la casa de Samuel esta repleta de personas, la música electrónica retumba por todo el lugar, el olor a sexo, alcohol y sudor inundan las fosas nasales de Louis quien camina esquivando cuerpos mientras su brazo izquierdo esta enganchado al de Niall. Caminan con dificultad entre todas esas personas sudorosas y alcohólicas, Louis pensó que esta sería otra de esas típicas fiestas de universitarios, ya saben, dónde todas las personas tienen un vasito rojo en las manos, pero se equivoco, la casa de Samuel parece una discoteca en pleno viernes por la noche.

La casa es enorme, luces de todos colores están colocadas en cada esquina del lugar, dándole un aire caótico, personas bailan como si tuvieran un ataque de epilepsia y otras simplemente están comiéndose entre ellas.

Niall y Louis de largo a un grupo de mujeres y hombres que gritan al sumiso «¡John, John, John!» mientras un chico de cabello rosa se lleva dos botellas de whisky a la boca y las toma como si fueran agua en pleno desierto.

Varias chicas se les insinúan en el camino, Louis decide quedarse callado y no prestarle atención pero Niall hace todo lo contrario, con una mueca de asco las hace a un lado mientras grita  «¡A mi también me gustan los penes, perras!» las mejillas del castaño se ponen coloradas al escucharlo y lo reprende enojado.

—¡No seas amargado, Louis! ¡Estamos en una increíble fiesta! —Niall chilla emocionado viendo todo a su alrededor con ojitos brillantes.

Louis pone los ojos en blanco

—Una fiesta a la que no quería venir —Bufa —¿Podemos solo felicitarlo y luego irnos?… ¡Ouch! —se queja cuando Niall le da un codazo en el estomago.

—Solo espera a que comiences a beber…

—No voy a tomar alcohol, no hoy —asegura

—Já, y yo no tendré sexo.

—Tu siempre tienes sexo, Niall. Es tu pan de cada día, no podrías vivir sin ello.

El rubio hace un sonido de indignación
—¡Cielos cariño, no! ¿Que concepto tienes de mi?

Louis ríe despreocupado
—Uno no muy bueno. Maldito ninfómano

Niall sonríe mientras jala a Louis del brazo
—De pequeño mi madre decía; Los niños juegan a las espadas con otros niños, siempre que yo quería jugar a las muñecas. Y pues me volví adicto a ese jueguito, asi que si quieres quejarte por mi adicción al sexo ve con mi madre, ya que ella es la culpable —Niall sonrie ladino mientras camina entre la multitud

—A tu madre le da un infarto si le cuento que a su hijo menor le fascina despertar en una cama diferente cada fin de semana.—Louis musita un disculpa avergonzado cuando accidentalmente choca con una chica, la chica lo ignora olímpicamente así que Louis devuelve su mirada hacia al frente y sigue hablando—Ademas, tu madre me odia.

—No te odia.

—Claro que me odia, según ella yo te volví gay. —Louis ríe entre dientes

—Ni que estuvieras tan bueno.

Louis rápidamente agacha la cabeza dando un rápido vistazo a su cuerpo, luego responde con una sonrisa arrogante —Eso ni tú te lo crees.

—Ya te pegué mi arrogancia.—se lamemta el rubio

Louis abre sus ojos con sorpresa cuando ve a tres chicos besandose apasionadamente en una esquina, el beso sube de nivel a cada segundo,se toquetean, tres erecciónes bien notables hacien fricción entre ellas.