capitulo 11

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Pues ni tiempo ni hostias, la noche pasó tranquila, o todo lo tranquila que podía pasar teniendo al lado la macro orgía que se estaba montando su hermano. A la mañana siguiente las chicas se fueron y volvieron a quedarse solos los cuatro. Todo estaba tranquilo, y Gerard estaba decidido a hablar con Frank sobre lo que había pasado la noche anterior, si interpretó mal o en realidad podía haber algo entre ellos.

Empezaron a recoger. Gerard no entendía porque demonios tenía él que recoger nada, teniendo en cuenta que la mayoría del tiempo no había hecho gran cosa. Recogió un par de cosas y se sentó, esperando. Pasaba de recoger.

- Joder, Gee, ¡echa una mano!- le dijo Mikey.

- Lo tuyo lo recoges tú, inteligente, si no, no haberte puesto hasta el culo ayer.- le contestó.- Que anda que estabais bien todos cuando os fuisteis a continuar la fiestecita dentro...

- Oye, Gerard...- se acercó a su hermano, cuidando de que no hubiese nadie cerca.- No le dijiste nada a Frank, ¿verdad?

- No...- resopló, mirándolo con resentimiento.- Pero deberíais contárselo... ¿y si ella se lo dice?

- Ella no se lo va a decir ni de coña... no se va a tirar piedras encima solita.

- Bueno, vale... deja el tema, no me lo recuerdes...- miró hacia otro lado, viendo al menor recogiendo junto a Ray.- Él... ni siquiera sabe que fui con vosotros...

- Pues eso, tu quédate calladito mejor.- dijo y se fue para seguir recogiendo.

Gerard suspiró. Casi lo había olvidado, tal vez por el esfuerzo que hizo en intentar olvidarlo. Cuando Frank se fue los demás siguieron jugando a la botella, pero lo típico, una vez se quedaron sin prendas que pagar empezaron a jugar al "Yo nunca..." con chupitos de vodka, y teniendo en cuenta que en el grupo había gente como Ray, virgen casto y puro, en poco tiempo estaban todos bastante ciegos.

Gerard no bebió, tampoco agotó sus prendas, faltaría más, pero las chicas insistían en que siguiera con ellos, así que cuando la cosa se puso mas tórrida y decidieron continuar la fiesta en la habitación de Ray, no se negó a ir. Empezaron los toqueteos varios, cosa que le venía bien para quitarse a Frank de la cabeza, sin embargo Jamia estaba allí y eso le daba algo de repelús. Mikey decidió que no llegaría más lejos con Ray y su hermano mirando, que le parecía asqueroso, pero las chicas tenían solución para todo. Con los pareos de cada una improvisaron unas vendas para los ojos, así no habría ningún problema.

No tenía ni idea de que pasaría aquello...

Un sonido de trastos sacó a Gerard de su ensoñación. Miró a su alrededor y vio la pequeña mesita con la sombrilla tirada por el suelo y a Frank en la puerta que daba al jardín con los ojos enrojecidos y algo de tela rosa y negra en su mano.

- ¡Ray, por última vez! ¡¿Qué pasó?!- le gritó, rascándole la garganta.

Gerard se llevó las manos a la cabeza. Había ocurrido.

Frank no cabía en sus casillas, la ira se lo estaba comiendo por dentro. Mientras recogía junto a Ray este empezó a comportarse de manera extraña. Aún no habían acabado con el jardín pero de pronto solo decía querer ir a recoger su habitación. Le sonó raro, no sabía porque pero algo le dijo que las cosas no iban bien. Dejó que Ray se fuera una de las veces que lo dijo, siguiéndolo segundos después. Se paró en la puerta, viendo a su amigo desesperado buscar entre el caos. Frank jamás pensó que reconocería el trofeo que su amigo andaba buscando. Nada más verlo le arrancó el bikini rosa de las manos y lo miró sin poder creérselo. Aún seguía sin poder creérselo.

- Frank, no es lo que crees...- le decía el mayor, haciéndole un gesto con las manos para que se calmara.

- ¿¿Que no es lo que creo, hijo de puta??- le gritó.- ¿¿Qué coño hacía el bikini de mi novia en tu cama?? ¡¡Joder, contesta!!

Uno (frerard)Where stories live. Discover now