Capítulo 4

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-¡Padre, esto es un error!-Mencionó con rabia su hijo al enterarse de lo que hizo.

Zeoticus estaba un poco harto de esperar para anunciar quien sería sería heredero y no iba a arriesgarse a quedar mal frente a la sociedad demoníaca.

Se aseguró de crear una situación en la que su nieto se viera obligado a desbloquear su poder.

Muchas familias nobles hacían estos "incentivos" para despertar el mana en sus hijos y así el que mayor potencial posea de ellos será nombrando el siguiente líder de la familia.

Ya fue una decepción en sí que su segundo heredero fuera una mujer, pero la grata sorpresa de un nieto barón calmó sus nervios...

Al menos hasta que Maluch tardó en despertar su mana.

Su fosa de mana era enorme para ser solo un mocoso y si aprendía a usar ese poder sería considerado de los demonios más poderosos del Inframundo aun si es flojo en su entrenamiento.

Pero ya estaba tardando y hoy se le acabó la paciencia.

Empezó con solo algunas preguntas de parte de su amigo el Lord de la casa Sitri y el Lord de la casa Phoenix.

Primero fueron solo unas preguntas de Lord Sitri sobre si haría a Rías su descendiente mujer la líder la la casa Gremory o seria su nieto.

El no sabía que responder pues su nieto tenia problemas para despertar su mana y Rías que si bien aun no lo hacía, nadie tenía tantas esperanzas puestas en ella.

Al menos no él.

Haría lo mismo que le hizo la familia Bael a la suya.

En el pasado la casa Gremory no era tan grande y conocida pero un matrimonio fue capaz de arreglar esto.

Su padre organizó un matrimonio entre él y Venelana Bael.

Lamentablemente su esposa no cambiaría su apellido sino que solo añadiría el suyo.

Pero esto era comprensible, a los ojos de la casa Bael, la casa Gremoty no valía tanto pues el unció talento característico que poseían era su gran reserva de mana.

Obviamente sería una buena combinación pues su gran reserva de mana junto con el poder de la Destrucción el cual requería enormes cantidades de este.

Su hijo, el actual Rey Demonio era prueba de ello.

Lamentablemente el no heredó la casa Gremory y decidió hundirse en el mundo de la política.

Con su poder podría haber hecho crecer la influencia dela casa Gremory y volverse los más poderoso del Inframundo.

Si después quería ser Rey Demonio no le importaba, pero problema fue que su mejor arma de triunfo se había ido...

Pero dejo un regalo en su casa.

Maluch Gremory Lucifuge.

El Demonio con la sangre más pura hasta ahora, la reserva más grande de mana jamás vista en un recién nacido y la posibilidad de que tenga el poder de Destrucción así como de ser un Superdemonio como su hijo.

Pero a él se le acababa el tiempo, pronto serían las presentaciones a la sociedad noble y luego debían reunir una nobleza poderosa pues una nobleza débil solo los avergonzaría.

Decidió que hoy daría una respuesta y mirando toda la zona árida que antes era un paisaje lleno de árboles y ahora no había diferencia con un desierto suponque su plan tuvo éxito.

Sonreía al descubrir a su heredero.

Lamentablemente Rías aún no demostró uso alguno...

No, había uno.

Uno que la familia Phoenix le ofreció hace algún tiempo.

Si, así ganaría aun más.

Pero su hijo seguía con su moral de que esto era incorrecto.

-Mi método funcionó y eso es suficiente, su mano puede curarse con una lágrima de Fénix así que o entiendo la razón de este escándalo-Si bien su hijo era el Rey Demonio, él no fue el líder de la casa Gremory durante milenios por nada.

-Es mi hijo, si no quiero que se presente a la sociedad demoníaca es mi problema -Menciono con dureza a su padre.

Zeoticus se sorprendió por lo mucho que defendía a su hijo, pero no iba a dejar que este mocoso le hablara como le diera la gana.

-Pues es mi problema si le di el apellido de esta casa para mantenerlo a salvo por ser el hijo del Rey Demonio-Sacó su as bajo la mesa.

Por derecho ahora que su hijo era Lucifer, su nieto podía heredar este título pero por alguna razón quiso que su hijo fuera un Gremory en su lugar.

El no se negó después de todo, una carta de intercambio más no vendría mal.

Obviamente sus pensamientos cambiaron después de unos exámenes y chequeos.

-Su poder tiene un gran potencial, debemos entrenarlo y otorgarle un arma digna de él-Mencionó sin darle importancia.

Podrían fabricar un arma para él o conseguir alguna reliquia.

-Pagaras por los pecados que cometes padre- Mencionó su hijo.

El sabía que las historias no terminaban siempre con con bien ganando.

Solo le daban a los demás la idea de que quien venció fue el bueno, después de todo el ganador es quien define la historia.

-Eso ya lo veremos, te esperaremos en la cena de hoy, hay mucho que hablar con tu hijo-Dijo antes de retirarse de la sala.

Su hijo de iría en un círculo mágico así que no importaba sis implemente se iba.

Su harem lo estaba esperando pues tenia muchas energías que desahogar.

En el camino miró como su esposa estaba cuidando a Maluch y se endureció.

Ella nunca lo cuidó, su matrimonio no fue más que para tener descendientes poderosos y Zeoticus ya sospechaba que era para que sus descendiente se unieran a la casa Bael.

Al menos esas ideas eran las que rondaban su mente.

Tal vez tratará de llevarse a su nieto...

Ya pensará pensará eso luego.

Pero ahora el podría celebrar, su descendencia demostró potencial y todo salio como lo planeado.

Sin mirar atrás fue a donde se encontraba su harem y pasó el resto del dia allí.

Al día siguiente Zeoticus preparó una reunión con sus amigos Lord Sitri y Lord Phoenix.

Bueno, no eran amigos. Eran socios pues mientras uno poseía territorios, el otro tenía sus hospitales y el último vendía la mejor medicina del Inframundo.

Estaban destinados a ser socios comerciales.

Todos lo miraron sorprendidos al enterarse del poder de su nieto y de hecho salio una propuesta bastante jugosa en la mesa.

-¿Qué tal si tu hijo se casa con mi hija menor?- Pregunto Lord Sitri después de contemplarlo durante algún tiempo.

-Buena idea, si casa a Rías con mi hijo Raiser podremos unir nuestras tres familias y formar una alianza bastante poderosa-Mencionó Lord Phoenix al instante.

Una sonrisa floreció en el rostro de Zeoticus, estos idiotas cayeron en su trampa.

Lamentablemente tenían que esperar a la presentación de sus hijos para poder hacer público este acuerdo.

A Zeoticus no le importaba esperar, después de todo los demonios no tenían una corta vida.

Solo debía esperar...

Y todo saldrá como lo planeó.

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