Capítulo 19

7.2K 787 57
                                    

-¿Por qué Nya~?-Fue lo primero que escuché al llegar al mundo humano.

Regresé mi mirada a la gata que me miraba con sus ojos felinos algo afilados.

-¿Por qué....-Pregunte fingiendo ser tonto.

-Bien, ¿Por qué nos salvaste Nya~?-Se veía adorable ver una gata ladeando la cabeza.

-No era justo como los trataban, su vida no era de calidad simplemente por una condición de nacimiento y los Yokais en sus celos por vuesteo Senjutus los vendió a los demonios.-Dije encogiendome de hombros.

-No soy un héroe ni un salvador, hice lo correcto pero también estoy dispuesto a matar y hacer cosas brutales solo para proteger a quienes amo... Se que lo entiendes porque los ojos que tenías el día que te conocí eran los mismo que yo tuve una vez.-Le dije sonriendo con tristeza.

Mi vida anterior no fue buena y el ultimo que recuerdo que tengo es de la persona que amaba disparándome mientras sonreía.

No sabía que las consecuencias de ser buena persona eran esas, ahora que las sé no cometeré esos errores.

-Fufufu eres interesante Nya~. Pe-Pero deberías dejar de acariciar mis orejas Ny-Nyaa~. Vaya...

Creí que era mentira la sensibilidad en las orejas pero al parecer voy a tener que hacerlo mas a menudo.

-En fin, creo que debo presentarme adecuadamente.-Mencioné para poner a Kuroka en el suelo.

-Un gusto Kuroka, me llamo Maluch Gremory Lucifuge, tengo una lista estúpidamente larga de títulos así que solo llamame Mal.-D8je mirando a Kuroka.

La vi sonreír en su forma gratuna y repentinamente una luz me cegó.

Una niña de probablemente 11 años apareció frente a mi.

Llevaba un kimono negro como en el anime pero este estaba cerrado y plano, su rostro era infantil aun pero las dos colar junto a sus orejas le dan un encanto único.

-Me llamo Kuroka Tojo, aunque ese apellido me fue otorgado a mi y a mi hermana por tu padre.-Apenas termino de hablar ella se puso de rodillas.

-¡Gracias por salvar a mi pueblo!¡gracias por salvar a Shirone y gracias ias por darnos un hogar!-D8jo agacha do su cabeza.

Cierto, Kuroka no tuvo que pasar hambre y matar para sobrevivir a tal punto como en el canon.

Sufrieron si, pero comparado con los que les pasaba esto es el paraíso.

-Asi que el viejo realmente lo hizo eh?. -Pregunté al aire.

-Si, mi hermana Koneko se quedara con Rias-sama siendo la torre de su nobleza.-Vaya,al parecer Rias me escondió que ya empezó a formar su nobleza.

Me sorprende que no dijera nada sobre Kuroka siendo mi Reina pero creo que hablaremos de eso una vez regrese.

-No te preocupes, además conseguí un buen premio por todo esto.-Le dije mientras la levantaba y empezaba a caminar.

-¿Te das cuenta que fuiste exiliado por 5 años? Podrían asesinarte o algo peor, los demonios no son bien recibidos en todos lados. ¿Qué podría valer todo ese peligro?.-A este punto ella se detuvo y me cuestionó.

La empujé contra la pared y puse mi mano junto a su cabeza.

-Te obtuve a ti, Mi hermosa Reina~. -Dije antes de moder su oreja felina.

*Nyaan~*

Me separé y sonreí al ver el rostro sonrojada de Kuroka mirando al suelo.

Kuroka volvió a su forma de gata y yo la llevaba en mis brazos.

Contrario a lo que esperaba se relajó y dejó que la acaricie.

Me encontraba a las afueras de Tokyo así que decidí caminar y disfrutar la vista mientras acariciaba una gata que al parecer disfruta mucho que pasen la mano por su espalda.

-Ny-Nyan~. -El único problema son esos gemidos que suelta de vez en cuando que hacen que la gente me vea raro.

No es como me importe, teóricamente hablando la exhibicinionista es Kuroka, yo solo acaricio a una gata.

Después de andar por horas llegue a donde quería ir, el templo del distrito Gion.

Era hermoso... y bastante grande para ser de madera.

Tal vez esté reforzado con maná.

Apenas di un paso en la escalera para subir y sentí varias miradas sobre mi, maná condensados a mi alrededor y a la barrera alertando de mi presencia.

*Sigh*

Al parecer Kuroka ya se lo esperaba.

-Edto pasa cuando te metes en el territorio ajeno Nya~. -Inmediatamente después había varias armas apuntando en mi contra.

Debería....

Pero de hacerlo, probablemente me meta en problemas...

Pero si muestro debilidad me tratarán de menos.

Antes de que reacionaran ya me había movido y le di una patada en la cara a uno de ellos.

Apenas se dieron cuenta ya esta cargando mi maná y para cuando reaccionaron ya estaban todos siendo empujados por una gran ola de agua.

Sabía que los refuerzos ya estaban en camino así que corrí hacia el templo.

Corrí a toda velocidad y tardé segundos en llegar a la cima.

Admiré la vista pues frente a mi había una mujer rubia y madura, un rostro fino y delicado junto con unas cejas que mostraban si nobleza, unos pechos como para humillar a Serafall, una cintura de avispa y unas caderas que mataria por tener sobre mi.

El problema era que esa belleza me miraba con una cara seria y un aura comparable a la de Serafall.

Su mirada fría congeló a Kuroka pero yo que entreno con un tipo que durante el shogunato mató más personas que años de vida como demonio, digamos que se ve un poco pequeño.

Aun así, la respeté y me puse en una rodilla frente a ella.

-Lamento la interrupción en su templo, pero debe entender que recibí la información de que aquí residía la mujer más hermosa del mundo sobrenatural, lamentablemente trataron de detenerme y no pude contener mi emoción.-Dije tomando su mano.

Kuroka me miró confundida e incluso laurel a la que le decía esto se sorprendió.

Era la estrategia, siempre saca de su juego a tu oponente.

-¿Quién eres?-Preguntó en un tono digno de una emperatriz.

-Me llamo Maluch Gremory Lucifuge.-Sonrei al decir mi nombre.

Sus ojos se abrieron mucho y luego miró a Kuroka.

-Ya veo, hijo del actual Rey Demonio Lucifer, me presento soy Yasaka, la actual líder de la raza Yokai del Este. Es un gusto conocerlo pero creo que entiende que invadir territorios ajenos puede terminar... mal.-La última parte la dijo en tono frío.

-Ademas ahora nuestro pueblo se encuentra en una emergencia, aunque me encantaría ser un buen anfitrión, me temo que ewte asunto es importante.-¿Qué podría ser más importante que una misi-

Oh, su hija.

Sonreí con malicia.

-Que así sea.-D8je antes de marcharme.

Si la encuentro primero, ella se sentirá culpable y si ella está en peligro tal vez pueda lograr algo aún mejor.

Una vez nos alejamos y puse una barrera anti ondas sónicas ya estaba listo.

-Kuroka, empieza a buscar desde el noreste, si la encuentras enviame una señal.-Ella solo asintió asintió cabeza gatuna y empezó su búsqueda.

Debo apresurarse también o no tendré a los Yokais de aliados.

Tal vez aprenda Senjutsu...

--------------------------------------------------------------

Psdt: No se olviden de votar y comentar.

El Hijo de la Destrucción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora