Capítulo 32

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-¡¿Cuál es tu problema?!¡Michael no ha parado de-Corté la llamada.

El viejo no ha parado de molestar desde que se enteró de mi pelea en le Vaticano.

Al parecer Michael tuvo la cortesía de decirle a mi padre que fui a allí y arme una pelea.

Por suerte no le dijo de Balmung o estaría en más problemas.

No tengo la menor duda que tener un arma llamada "Espada del Emperador Demonio" causa problemas en el Inframundo, sobre todo si es un niño quien la porta.

Me sorprendió que el teléfono dejara de sonar, pero un círculo mágico colo plateado con los símbolos de la familia Lucifuge me dijo que no debí haber colgado esa llamada.

-¿Tan joven y ya estas en tu etapa rebelde?-Su voz envió escalofríos por mi cuerpo.

-E-Es solo que, creí que la señal se había ido.-Puede que no se ami madre por genética pero sigue siendo la mujer que se sacrificó por mi.

Le tengo respeto y cariño así que no me pondré en su contra.

-Eso creí. Ahora tu padre dijo que querías verme.-Ella miraba la habitación con curiosidad.

Pedí que se lleven los muebles pues el olor a jugos de Serafall en el sofá no es como quiero recibir a mi madre.

-Oh sobre eso, conseguí alguien más para la nobleza de Rias y encontré otro para la mía. Ambos caballeros con potencial y de hecho quería pedir un favor...-Mierda, tener que usar ojos de cachorro es caer bajo.

-¿Podrías pedirle a papá que su Caballero lo entrene?-Grayfia ya sabía mi estrategia así que miro a otro lado.

-Por favor, Kaa-san...-Mierda, me siento sucio por hacer esto.

Su mirada choco con la mía y ella cedió.

No dude en darle un abrazo fuerte que ella devolvió.

Tardé un poco nas de lo esperado pero Grayfia se los llevó y después de darle un beso en la mejilla junto a la carta que prometí enviarle a Rias se fue.

Volé a toda velocidad hacia el aeropuerto y compre un boleto a Rumanía, ni tengo tanto tiempo para completar mis asuntos antes de centrarme en mi entrenamiento.

Gracias a Ddraig ya sé por dónde empezar.

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El principado de Rumanía era conocido por ser considerado un Estado Soverano Europeo bastante... peculiar.

El noveno país más grande de Europa, hermosa arquitectura de ascendencia romana y muchas mujeres hermosas.

Lamentablemente no todos conocían la historia real de este país.

Mucho menos quienes estaban al mando del país, pero eso no era importante para el hombre que se ocultaba en estas ruinas.

Cuando cayó en este lugar sin nada de su poder, fue un milagro que sobreviviera pero su cuerpo al ser más duro que este suelo pudo lograrlo.

En la oscuridad se encontraba un niño de cabello plateado que reposaba para curarse, tuvo que usar algo de magia negra para curar sus heridas mortales, estaba por buscar un lugar para quedarse cuando notó un extraño comportamiento de parte de los pobladores y sobre todo...

El aura de sed de sangre y hambre que emitían.

No dudo en reconocer que había una sociedad vampiro que se alimentaba de los humanos de esta ciudad.

El Hijo de la Destrucción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora