Capítulo 50

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AL PRIMERO QUE ENCUENTRE LO MATARÉ!-Limpió el sudor mezclado con suciedad mientras corría a toda velocidad adentrándose en el bosque demoníaco.

Era deprimente pero esta era su vida ahora

Entrenar hasta desmayarse, relajarse un día y volver a entrenar hasta desmayarse.

No podía quejarse pues estos dos años había visto resultados extraordinarios.

Su cuerpo antes delgado y flaco había comenzado a marcarse pese a su joven edad y ya no estaba flaco como antes.

Su cabello había crecido pues ahora solo centraba su mente en una cosa.

Sobrevi-

Entrenar.

Desde que aceptó venir a entrenar con su primo Maluch Gremory ha aprendido y se ha fortalecido mucho, él creía que sería estudiar y aprender magia junto a algo de kenjutsu...

Jamás, ni en diez mil años habría imaginado que sería esta clase de entrenamiento tan...

Brutal.

Habían reglas simples.

1. No puedes usar maná.

2. Solo beberían agua en sus descansos al final del día, prohibido comer hasta el final de la semana.

3. Si resultas herido, a menos que sea grave no tienes excusa para faltar maldito cobarde.

Todas escritas en un enorme monumento we piedra.

Entrenaban junto a otros dragones jóvenes que habían mostrado su potencial a Tannin y este decidió entrenarlos para que protejan a su raza.

Dio frutos pues ahora tenían varios dragones bastante poderosos que fueron criados y entrenados bajo su ala siendo ahora quienes protegían a los jóvenes dragones.

Este grupo eran los dragones más elitistas que existían y estaba aquí junto a su primo quien por alguna razón desde el primer día parecía gozarlo como nadie.

Sobre el entrenamiento...

Tannin obligaba a los dragones a volar a altas velocidades con el persiguiéndolos durante todo el día y quienes se atrasaban recibían una muestra del fuego del Rey Dragón Tannin.

Lamentablemente ellos no podían volar sin usar su maná en las alas para aumentar su velocidad así que solo podían correr y eso les valió a ambos heridas cientos de veces.

Según su primo, ambos debían entrenar la producción de Ki pues si bien ambos tenían maná, ambos buscaban una fuente de poder más grande.

Sairaorg quien no podía usar el Poder de Destrucción y tenía poco maná debido a la naturaleza que heredó de su madre, debía buscar una fuente de poder alternativa.

Esto le venía como anillo al dedo pero no sabía que para obtenerlo debían entrenar de esta manera.

Heredó de su madre su espíritu algo debilitado y es solo gracias a ser demonio y tener un Linaje tan poderoso que él no está en ese mismo estado.

Ahora que estaban en el territorio de los dragones en el Inframundo entendió una cosa.

Su primo estaba completamente loco.

Varias veces había luchado de frente contra Tannin sin maná y obviamente le patearon el trasero, aun así cada vez que su poder aumentaba el luchaba directamente contra Tannin en lugar de contra él o los otros jóvenes dragones.

Todos los habían subestimado pero ahora ningún dragón se atrevía a mirarlos como menos.

Su poder dio un aumento brutal una vez se acostumbró al poco alimento y al continuo agotamiento físico, demostrando un aumento brutal de fuerza pura y Ki en el cuerpo.

El Hijo de la Destrucción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora