"Lovie"

𝑽𝒊𝒏𝒈𝒕-𝑸𝒖𝒂𝒕𝒓𝒆

Ayer por la mañana Louis había hablado con H.

–Omega, ¿quieres acompañarnos a hacer unas compras?– ultimamente Harry se cansaba más rápido de lo normal y su espalda dolía demasiado.

–Mhm ¿que van a comprar? – a veces el omega se preguntaba como el alfa podía seguir gastado dinero en cosas innecesarias, si no iba a trabajar desde que pasó lo del accidente de Camille. Pero él no se metía en esos asuntos, no le correspondían.

–Ropa, Jules creció demasiado en esos días, sus pantalones le quedan cortos – suspiró, quisiera que sus hijos se quedaran así para siempre.

Vió el labio tembloroso del omega y la forma en la que sus ojitos se llenaron de lágrimas –Oh mi bebé, ya no es un pequeñito– sollozó, hoy estaba mas sensible que otros días.

Lo acunó en su pecho y lo calmó soltando sus feromonas, después de ese pequeño episodio, salieron directo a un gran mall.

Entraron a la primera tienda, era pequeña pero linda.

–Bien Cam, dime que quieres que compremos– Louis le dió rienda suelta a su hija para que eligiera lo que quisiera.

Todo era parte del plan, comprarían ropa para llevar el fin de semana, Camille eligió vestidos, pantalones, bermudas, playeras, dos pares de zapatos y muchos gorros.

A J le compraron la misma gigante cantidad de prendas, pero con él fueron a otra tienda. Se dieron cuenta de que el color morado y el verde eran sus favoritos para usar.

Cuando salieron de esa tienda, llevaron a Hazz a otra, una tienda enorme, Harry la reconocería donde fuera, era la favorita de su madre, solían ir cada mes, a su madre le encantaba remodelar su armario.

–Elige lo que quieras, el fin de semana iremos a una casa en el campo con tu hermano, Zayn y Liam– los niños reían bajito al ver la cara de asombro de su madre.

–¿Acaso ustedes sabían sobre esto? – jadeó en broma y se rió cuando los pequeñitos asistieron –Lou, no tienes- –

–No tengo, pero quiero hacerlo, eres importante para nosotros y queremos regalarte algo por habernos ayudado tanto – le deposito un besito en su frente –Anda, compraremos lo que quieras.

Harry no eligió mucho, solo un par de vestidos, unas botas y más vestidos, eran más cómodos que los pantalones.

Ahora todos estaban en el carro de Louis, los niños y Harry atrás, cantando canciones de Taylor Swift y Mitch diciendole el camino a Louis.

Pronto llegaron al lugar, era como una granja, con animales y un río, muchos árboles frutales.

Realmente bello.

La casita era muy bonita, no era tan grande pero acogedora, incluso habia un tocadiscos y muchos vinilos.

–¡Bebé te hemos extrañado tanto, mirate no has crecido ni un poco!– la voz de Zayn se dejó escuchar, avergonzado a Louis, el omega se acercó y apretó su mejilla, para abrazarlo después.

–Zayn, basta– le pidió sonrojado, sabiendo que la mirada de H estaba puesta en él.

–¡Liam!¡ven a regañar a este cachorro irrespetuoso!– Le gritó a su esposo.

–Tío Zayn, no gritamos a menos que estemos en peligro – le dijo Camille a su tío, recibiendo una muy orgullosa de su mamá.

–¿Qué?– eso lo desconcertó, ella siempre andaba gritando para todo.

–Eso dice mamá y tiene razón, si yo gritara todo el tiempo, él no habría sabido que yo me caí y necesitaba mucho su ayuda– le dio un besito en su mejilla como saludo y corrió hasta Harry.