La amazona

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Disclaimer: Los personajes de esta serie de Drabbles les pertenecen a la Mangaka Rumiko Takahashi, en cambio la trama salió exclusivamente de mi mente loca e inspirativa. No se aceptan copias/plagio del mismo.

Summary: Pequeños relatos que te dejarán el cuerpo picando por más. Porque para Inuyasha y Kagome no importaba el lugar, ni el contexto, ni las personas a su alrededor, solo deseaban concluir el acto de máximo placer entre besos apasionados, gruñidos y un éxtasis delirante, expresando su mutuo amor mediante el calor de sus cuerpos. [Reto Kinktober 2020]

Amazona

—¿Crees que podrás ganarme?

—Eso está por verse.

De pronto, el hanyou tomó a Kagome fuertemente de su estrecha cintura y la estampó contra el suave futón.

Sus labios se unieron y la urgencia de la unión se hizo más penetrable en sus mentes.

Desde que ambos habían decidido tomar un baño en el lago, sus cuerpos estaban así, ardiendo de deseos. Y es que no podían evitarlo.

Inuyasha no dejaba de delinear las curvas de su compañera desde una escasa distancia de dos metros. Para él era inevitable que ella la pusiera en ese estado, sin mencionar que su picante y dulce aroma inundaba el lugar. Kagome se encontraba en celo y su autocontrol se iba a la basura cuando la sentía más cariñosa de lo habitual.

Él, al comienzo se negaba a tomarla en ese período de tiempo, pero cuando su compañera admitió sus deseos de formar una familia y llevar el fruto de su amor en su vientre, no pudo frenar más sus instintos y la encerró en la cabaña con la única intención de hacerla gritar de placer.

El ondeo del agua cristalina aumentó y se encontró con la mirada pícara de Kagome. Ella no tardó en dirigirle un gesto, que él conocía de memoria, y se acercó hacia ella con determinación.

Se besaron apasionadamente mientras sus manos se apretaban al cuerpo del otro buscando anular cualquier distancia posible.

Sin dudarlo más, Inuyasha la tomó en brazos y se dirigió a paso rápido hacia la cabaña. Previamente agarró las ropas de ellos para evitar cualquier futura situación embarazosa.

Una vez en su hogar y en su habitación, se dejaron guiar por la pasión.

Minutos después, Kagome se le insinuó con altanería declarando que ella era mejor en la cama. Él no pudo evitar frenar una carcajada y replicó lo contrario pues él era capaz de volverla loca con tan solo sus caricias febriles.

Solo con Kagome podía perder el control y dejarse llevar por sus instintos.

Y de ahí comenzó la guerra de palabras. Cada uno argumentaba el porqué de su decisión, sin dejar el contacto cálido entre sus cuerpos. No solo demostraban los hechos con palabras, sino que también con acciones, con caricias delirantes.

Cuando Inuyasha dio hincapié y la depositó bruscamente contra el futón, no tardó en llenar de besos el cuerpo de su compañera. Succionó y lamió cada escondite de su piel, centrándose en sus pechos voluptuosos para luego descender hacia su intimidad.

Kagome no tardó en gemir fieramente por las sensaciones que florecían en su interior. Que Inuyasha jugara con su clítoris y que deslizara su lengua sobre sus carnes ardientes, en un movimiento constante, la hacía llevar hasta el límite del placer.

El hanyou recorrió los pliegues con su lengua, mezclando su saliva con la humedad existente de su vagina. Amaba el sabor de Kagome, era exquisito y nunca se cansaría de degustarlo, más sabiendo que podía llevarla a un intenso clímax con solo intervenir tal lugar.

Kagome guio sus manos hacia los mechones plateados de su compañero, presionando con fuerza su cabeza contra su intimidad y un nuevo jadeo se escapó de su garganta cuando Inuyasha incrementó el ritmo.

El cúmulo de sensaciones desbordó el cuerpo femenino quien no evitó contraerse por el orgasmo. Arqueó su espalda y gimió de placer, mientras que la humedad de su vagina se incrementó considerablemente.

Inuyasha lamió con ganas todo el néctar de su intimidad y elevó su cuerpo, cubriendo nuevamente el femenino.

—Te dije que ganaría — fanfarroneó en su cuello.

—Tramposo — protestó ella. —Sabes perfectamente que el sexo oral es mi debilidad.

—¡Keh! Deja de excusarte y admite tu derrota.

—Eso está por verse... — susurró repitiendo sus palabras.

De pronto, Kagome apresó sus piernas contra sus caderas e impuso la fuerza necesaria para dejarlo de espaldas contra el futón.

Aquella posición deliraba al hanyou pues la unión no sólo era más directa y profunda, sino que también podía deleitarse con la imagen de sus pechos revotando rítmicamente.

No lo dejó protestar y sin perder un segundo más, apretó el duro miembro de Inuyasha en su cálido interior. Él simplemente gimió ronco ante la arremetida y enterró sus garras en el futón dejando marcas en él.

El movimiento pélvico de Kagome era exquisito, el hanyou también la ayudó y juntos comenzaron un vaivén rápido y profundo.

Agarró sus caderas para que ella se moldeara al ritmo que él necesitaba y no tardó en arquear su espalda y dejar caer su cabeza hacia atrás.

Sus pechos rebotaran sin parar mientras la boca femenina no dejaba callar ningún gemido. Agradecía mentalmente que vivían lejos de la aldea, pues no sería nada agradable que los escucharan complacidos por el acto carnal que llevaban.

De pronto, el hanyou sintió sed y enderezó su pecho fornido para atrapar un pezón con sus labios.

Ante esto, Kagome lo empujó fuertemente hacia el futón y apoyó sus manos en sus pectorales impidiendo movimiento alguno.

Inuyasha no protestó más pues su libido incrementaba cuando ella tomaba el control. Las embestidas se aceleraron y el rostro de ambos se presenciaba descompuesto por el placer.

La ola del clímax no tardó en alcanzarlos y los espasmos relucieron en sus pieles.

Kagome se arqueó a más no poder e Inuyasha sintió el cosquilleo de sus cabellos azabaches en sus piernas.

Decidió arrastrarla hacia su cálido pecho mientras ambos trataban de calmar sus respiraciones. Depositó un tierno beso en su frente aperlada y aclaró su garganta antes de hablar.

—Tú ganas. Me vuelves loco, pequeña.

La sonrisa que Kagome le dirigió le cortó la respiración nuevamente y no evitó besarla con desesperación anhelando otro round salvaje.

Fin

Palabras: 940

Notas de autor: WUJUUUU! Acá les traigo otro drabble, un poco más intenso que los anteriores y es que se lo merecen por comentar. Agradezco siempre de corazón que se tomen la molestia de leer este fanfic y opinar sobre él.

Aún no entiendo como no me animé a escribir un lemon no AU de ellos, si yo adoro al Inuyasha hanyou y sus instintos. Pero wenoooo... eso se puede remediar en este reto xD.

¡Espero que se encuentren muy bien y nos leemos mañana con otro drabble deli! No olviden dejar sus comentarios ya que es el mayor apoyo y felicidad para un escritor.

¡Los quiero!

A little spicyWhere stories live. Discover now