Ascensor

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Disclaimer: Los personajes de esta serie de Drabbles les pertenecen a la Mangaka Rumiko Takahashi, en cambio la trama salió exclusivamente de mi mente loca e inspirativa. No se aceptan copias/plagio del mismo.

Summary: Pequeños relatos que te dejarán el cuerpo picando por más. Porque para Inuyasha y Kagome no importaba el lugar, ni el contexto, ni las personas a su alrededor, solo deseaban concluir el acto de máximo placer entre besos apasionados, gruñidos y un éxtasis delirante, expresando su mutuo amor mediante el calor de sus cuerpos. [Reto Kinktober 2020]

Ascensor

—Nooo... no quiero irmeee — se quejó la joven siendo arrastrada por el peliplata.

Este negó en silencio ante la actitud infantil y terca que su amiga mostró durante todo el trayecto hasta su departamento.

¿Es que acaso no entendía lo peligroso que es estar en ese estado?

—Kagome, ya no estamos en la fiesta de Miroku — explicó lo más calmadamente posible.

—Perooo... Iniayashaa...

—Inuyasha – corrigió.

—Bueno, Inuyasha — blanqueó como pudo sus ojos. —¿Por qué nos fuimos de la fiesta? Si estaba muy divertida.

Se tambaleó cuando el ascensor se puso en movimiento y el peliplata tuvo que sostenerla entre sus brazos para que no cayera. Bufó antes de hablar.

—¿Te parece divertido que todo el mundo esté borracho?

La joven encontraba más divertido observar el cambiar de los números cada vez que subían de piso que entender lo que su amigo le estaba diciendo. Ante esto, Inuyasha soltó un suspiro y ladeó su cabeza en dirección contraria a ella.

—Además el imbécil de Koga se estaba aprovechando de tu falta de conciencia — mencionó discretamente.

—Con que estás celoso de Koga...

El peliplata palideció ante lo dicho por su amiga y giró su cabeza para encontrar una sonrisa pícara en ella. No solo maldecía el hecho de que Kagome haya podido pronunciar el nombre de ese engendro perfectamente sino por su increíble audición.

"Maldita Kagome, solo escucha lo que le conviene." — pensó tratando de generar una excusa.

La susodicha comenzó a acortar la distancia entre ellos, dejando sus rostros a solo unos centímetros. El cálido aliento de Kagome mezclado con el dulzor del champagne lo hizo volver en sí y trató de no sentirse afectado por su acercamiento pensando en cuanto había bebido para que esté en ese estado.

Definitivamente perdió la cuenta de cuantas copas se tomó.

—Inuyasha — su tono se volvió serio. —No debes ponerte celoso de Koga ni de ningún otro hombre que se me acerque porque solo me interesas tú.

De pronto, Kagome no aparentaba estar tan borracha como creía. Su explicación resultó tan sincera que su acelerado corazón lo sintió como un remedio a todas sus inseguridades.

Y como última prueba, afirmando que su declaración fue real, la joven acortó la poca distancia que quedaba entre ellos y lo besó de forma apasionada deseando febrilmente que su amigo le correspondiera.

Luego de muchos años de amistad, por fin logró declarar sus sentimientos ante él.

Lo amaba en silencio desde sus 17 años, cuando lo conoció en la preparatoria. Siempre le había parecido un chico apuesto y le dolió en el alma saber que él no estaba disponible. Por suerte, ella supo mantener en secreto aquellos sentimientos y poder seguir la amistad que llevaban.

Lo extraño de todo fue enterarse que, de un día para otro, Inuyasha se separó de Kikyo y se volvió más cercano a ella. Incluso la celaba cada vez que Koga le coqueteaba, siempre lo hizo discretamente que pensó que solo se trataban de simples celos de amistad.

Hasta el día de hoy, en el que ambos se encontraban encerrados en un ascensor besándose como locos.

Inuyasha le correspondió ansiosamente y tomó su cintura para apegarla lo más cerca de su cuerpo. Sus lenguas batallaban en sus cavidades y las manos de la joven no paraban de moverse sobre el cuerpo musculoso de él.

Cuando el peliplata desvió sus besos y lengua hacia su cuello, Kagome no evitó demostrar su gusto por ello gimiendo fuertemente. Sentía como el alcohol incrementaba las sensaciones deseando cosas que ni en su estado de lucidez haría.

Con decisión, Inuyasha la tomó de las piernas y la apresó contra la pared del ascensor rozando su entrepierna con el centro de ella.

La fricción fue inevitable, Kagome movía energéticamente sus caderas sintiendo de forma directa como su vagina se humedecía con el simple roce e Inuyasha la besó en los labios ahogando sus suaves gemidos.

De pronto, ambos se despojaron rápidamente de sus prendas inferiores y la ansiada unión se concluyó.

Las embestidas eran rítmicas pero rápidas generando que ambos no puedan retener sus gemidos. Kagome se sostenía de su espalda mientras que sus piernas se abrazaban a más no poder de las caderas masculinas.

—Eres mía, Kagome — declaró entre jadeos.

—Si, solo tuya... — logró decir.

Se besaron sellando su promesa improvisada y siguieron en aquella danza interminable en busca de más placer.

El ascensor seguía moviéndose sin llegar al destino pautado e Inuyasha agradeció vivir en el piso 24 y que nadie los haya interrumpido aún.

«Solo un poco más.»

Kagome exigió aumentar el ritmo moviendo ella misma sus caderas, buscando llegar a su tan ansiado orgasmo. Inuyasha acató sus órdenes e incremento la fricción de sus centros sintiendo una nueva sensación recorrer en su sangre.

Ambos gimieron fuertemente entre sus labios cuando el orgasmo les vino de golpe y el peliplata mordió el labio inferior de la joven sintiendo como su interior succionaba exquisitamente su miembro sensible mientras este seguía derramándose.

—Te amo Kagome, siempre lo he hecho — admitió tratando de calmar su respiración.

La joven sintió como sus ojos comenzaban a humedecerse y agarró su rostro de golpe para estampar un tierno beso en sus labios.

—Yo también te amo, Inuyasha.

Y justo cuando sus rostros se acercaron anhelando otro beso, un pitido conocido por el peliplata interrumpió el ambiente y las puertas del ascensor se abrieron anunciado la llegada al destino.

Rápidamente, ambos reacomodaron sus ropas procurando no dejar nada olvidado en el lugar, ni rastros del reciente acto.

Inuyasha extendió su mano en dirección a la joven en una invitación silenciosa a seguir en su departamento todo lo que anteriormente habían experimentado. Ella la tomó con gusto y con una risa traviesa se encaminaron por el pasillo.

Fin

Palabras: 953

Notas de autor: Acá les dejo el drabble de hoy, sinceramente no era el que tenía planeado subir, pero creo que hoy no es mi día y no quería dejarlos sin la actualización.

¿Qué les pareció? ¿Merece la continuación en el departamento? xD

¡Espero que se encuentren muy bien y cuídense mucho!

¡Los quiero!

A little spicyWo Geschichten leben. Entdecke jetzt