Bosque

288 25 0
                                    

Disclaimer: Los personajes de esta serie de Drabbles les pertenecen a la Mangaka Rumiko Takahashi, en cambio la trama salió exclusivamente de mi mente loca e inspirativa. No se aceptan copias/plagio del mismo.

Fanfic participe del Kinktober 2020

Bosque

Apresó su cuerpo femenino contra el tronco del árbol sagrado, un lugar único en su historia. Sus respiraciones se mezclaron ante la expectación y se miraron intensamente a los ojos buscando respuestas a sus incógnitas mentales.

—Inuyasha...

La joven colegiala fue la primera en hablar, casi en susurros, tratando de hallar una explicación en los ojos dorados del hanyou.

Su cuerpo emanaba una calidez que la enceguecía, pero debía mantener la compostura. No podía dejarse llevar por las sensaciones que comenzaban a nacer debajo de su estómago sin saber lo que realmente ocurría en la cabeza de Inuyasha.

El susodicho trató de calmar su acelerada respiración y sintió intensamente como los latidos de su corazón retumbaban en su pecho. Aquel órgano sabía todas las respuestas que su mente se cuestionaba, pero dudaba en dejarlo hablar.

Aún tenía miedo de abrirse ante cualquier humano sin bajar completamente la guardia. En su pasado lo habían humillado y despreciado al punto de jurar matarlo por ser lo que era... un híbrido.

Pero con Kagome era distinto. Ella logró verlo con otros ojos y lo guio hacia un camino que él juraba nunca hallar.

Le brindó su más inocente amor y comprensión para luego terminar confesando sus sentimientos por él. Podía jurar que él se sintió igual, deseaba corresponderle, pero no podía, no mientras Kikyo siguiera con vida.

Pero aquel suplicio logró dominar sus sentidos y no dudó en atrapar a Kagome cuando ella regresaba de su época.

Apenas sintió su aroma en el frondoso bosque, fue en su búsqueda. Recordaba ayudarla a salir del pozo añejo tomando su mano y su mochila amarilla repleta de objetos provenientes del futuro.

Una vez emprendieron viaje hacia la aldea, él no pudo seguir negando algo que comenzaba a crecer en su pecho, una necesidad sofocante cuando ella estaba cerca suyo.

En cuanto tuvo la oportunidad y la distracción de la joven, la tomó de la cintura acorralándola contra el árbol sagrado.

—Inuyasha... — repitió la joven ensimismada.

De pronto, un aroma picoso y dulce se instaló en el olfato del hanyou y decidió darles la razón a sus instintos carnales.

—No puedo más.

Ella seguía sin comprender del todo su accionar y mucho menos aquellas últimas palabras que brotaron de su boca.

Cuando iba a protestar por su falta de claridad, unos labios masculinos se estamparon bruscamente contra su cavidad y sintió como sus manos impedían la huida al apresar su nuca contra ellas.

Sus ojos se encontraban abiertos producto del asombro de la situación. Nunca se hubiese imaginado que Inuyasha lograría besarla con tanta pasión e impulsividad propia de él. Bueno... en realidad si se imaginó besarlo, pero en un contexto más romántico, luego de una declaración de amor y mediante una timidez que los embargara.

Incluso suponía que ella sería la primera en dar el paso, abriendo su corazón repleto de sentimientos fuertes por él. Luego, que Inuyasha tomara el valor suficiente y declara lo que siente por ella, intensamente sonrojado y tartamudeando cada palabra.

Obviamente el contexto no fue el deseado, pero no negaba que estaba a gusto con la impulsividad y salvajismo del albino. Aquello era parte de su instinto Inu youkai

Eliminando todos aquellos pensamientos, se concentró en corresponder cada beso apasionado que él le proporcionaba. Sus lenguas se entrelazaron en una batalla húmeda sin fin y sus gargantas se quejaron en sutiles gemidos.

Inuyasha comenzó a recorrer el cuerpo femenino con sus grandes manos, procurando no rasguñarla con sus garras. Se centró en sus senos sobre su uniforme escolar y los apretó insistentemente, sintiendo los erectos pezones traspasar la prenda.

Un nuevo gemido apareció en la garganta de Kagome y clavó sus uñas en su espalda acompañando el sonido.

Aprovechó la falta de aire en ella para desviar sus labios y lenguas hacia su cuello y centrarse en esa porción de piel expuesta.

Su cuerpo se tensó por completo y su respiración se aceleró considerablemente cuando el hanyou comenzó a introducir sus gigantescas manos por debajo de su camiseta escolar y aprisionaba con gusto sus pechos sensibles.

—Me vuelves loco con tu olor — declaró lamiendo su mentón.

Estaba excitada por sus caricias fogosas y su aroma la dejaba en completa evidencia. Ante esto, el hanyou decidió tomarla en brazos sosteniendo su espalda en el duro tronco del árbol, obligándola a abrazarlo con sus piernas sobre sus caderas.

Algunas irregularidades de él se clavaron en su espina dorsal pero no le importó. No cuando Inuyasha arremetió contra sus labios nuevamente y comenzaba a embestirá con ropa de por medio.

Su entrepierna se humedeció considerablemente notando directamente la dureza de su erección y no pudo frenar un gemido en reacción a su movimiento.

—Ahh Kagome, estás jodidamente excitada — admitió de forma ronca.

—Inuyasha, yo... ahhh.

El hanyou aceleró el ritmo de sus caderas y decidió tomar los glúteos de la joven, acercándola y refregándose contra ella bruscamente. Si seguían así terminarían alcanzando el clímax sin penetración de por medio, pero no podían parar. No cuando la fricción dejaba en ellos una sensación que se incrementaba en cada punto erógeno de sus cuerpos.

—Si, si, si... — ella gimió satisfecha.

—Solo un poco más — admitió apretando su agarre rozando con más insistencia aquel lugar caliente y húmedo.

—Kagome, Inuyasha ¿En dónde se encuentran?

La voz chillona de Shippo hizo eco entre los árboles del bosque, emprendiendo una búsqueda luego de la repentina desaparición del hanyou en la cabaña de la anciana Kaede.

El albino desprendió su agarre sobre la joven y bufó en frustración mientras buscaba la forma de ocultar la creciente erección y la humedad tenue de la excitación. Aunque aquello seria en vano conociendo el agudo olfato de Shippo.

La joven del futuro también reacomodó su uniforme escolar, algo sudado, sin ocultar el gran color rojo en sus mejillas.

La excitación del momento se apagó precipitadamente e Inuyasha juró mentalmente darle un buen coscorrón al pequeño zorro por interrumpir aquella intimidad.

De esta no se salvaría y esperaba que Kagome defendiera su argumento.

Fin

Palabras: 1000

Notas de autor: ¡YISUUUS! Primero Sota y ahora Shippo, nuestra parejita necesita más intimidad teniendo que alejarse de los niños xD.

En realidad, este drabble iba a tener una unión, pero como siempre el límite de las palabras te impiden hacerlo. Mejor me dedico a hacer One shots ;.;

En otras cosas, me alegra saber que les gusto la trama del drabble anterior. Te cuento un secretito, querida Eiko Shiro (aunque ya dejará de ser un secreto xD); Yo también tuve un crush con un profesor, en realidad con 3 y siempre quise tener la oportunidad que tiene nuestra Kagome, pero era algo imposible por la relación "profesor/alumna" y porque tenían pareja ;.;

Les agradezco como siempre por todos los hermosos comentarios que hacen, a las nuevas personitas que se tomaron el tiempo en leer este fanfic sukulento. Me emociona mucho ver que les gusta y me inspiran a traerles más drabbles.

¡Nos leemos mañana! Me tomaré la molestia en hacer un cambio de planes, mañana se viene "Hielo" uno de mis favoritos por lejos.

¡Los quiero bellos lectores!

A little spicyWhere stories live. Discover now