2

840 101 3
                                    

—Entonces...no tiene ni la más mínima idea de que pudo suceder, ni tampoco recuerda a este sujeto.

Ve a la encargada negar con la cabeza completamente segura.

— Pasan muchas personas por aquí, es casi imposible que los recuerde a todos. —Suspiró resignada. —Y al parecer este tipo no fue la excepción, espero puedan encontrar alguna pista de lo que le sucedió.

— Mi compañero está revisando las cámaras junto con su amigo. —El de cresta frunció el ceño aunque lo cubría aquella máscara. —Al menos debe encontrar algo.

Miro a la chica, quien solo se encogió de hombros, cosa que lo extraño.

—No confié mucho en este lugar, es un tanto viejo y las cámaras son de pésima calidad. —Admitió con simpleza, causándole un bufido a Horacio.

A los pocos minutos vio al rubio acercarse con la cara seria.

—Las cámaras de esta pocilga no lograron captar mucho. —Gustabo se acercó a Horacio, tomándolo del brazo para irse, se le veía un tanto apurado. —Así que nuestro trabajo aquí ha terminado.

—Fred, qu-

—Ha terminado, Dan. —El de ojos azules le lanzo una mirada, una mirada que solo el entendía. Estaban en problemas.

—¿Tan rápido se van agentes, no quieren tomar algo?—El mismo chico que guio a Gustabo se dirigió a ambos agentes.

Para que nadie sospechara de nada, Gustabo fue el que se giró a hablar encarando al chico con una sonrisa y voz burlona. —Estamos de servicio, sino, créeme que con mucho gusto te aceptaría una copa.

El chico rio divertido mientras un pequeño, casi invisible sonrojo aparecía en sus mejillas.

—Claro agente. —Sonrió coquetamente. —Para lo que necesite y cuando quiera, puede encontrarme aquí. —Admitió con voz sugerente.

Con una sonrisa más que falsa, el rubio agradeció y salió con el más alto quien estaba confundido.

Ya en el auto, Horacio decidió encarar al más bajo:

—De verdad ¿Solo porque ese chico te coqueteo dejamos una investigación a medias?—Pregunto casi burlándose, pero su sonrisa se borró al ver que Gustabo permanecía serio.                    — ¿Gustabo?

—El...era raro, todo ese lugar tenía una vibra extraña. —Encendió el auto sin mirar a Horacio. —Ese chico tenía un aura extraña, todo en él, era muy extraño.

El rostro del de cresta estaba notoriamente confundido y con el ceño fruncido.

— ¿De qué hablas?

—Las cámaras de ese lugar, extrañamente cortaban la grabación donde quizás podría apreciarse al agresor o agresores de aquel tipo. —Horacio escuchaba atentamente. —No me dejo ir más allá, con la excusa de que la computadora donde estaba reproduciendo las grabaciones, no daba para más por ser un modelo viejo. —El rubio chasqueo la lengua. —Me cambiaba de tema cada vez que le hacía preguntas, evadía todo con miedo a pesar de que disimulaba muy bien coqueteándome y tocándome para distraerme.

—¿Miedo?—Horacio estaba ahora más que confundido, estaba intrigado. — ¿Miedo a que?

—No lo sé. —Suspiro. —Quizá es una banda o un asesino en serie, que va amenazando a aquellos que le toman alguna evidencia y los hace borrar todo. —Miro por un milisegundo a Horacio. —Recuerda que es un pueblo con una seguridad de mierda y corrupción increíble.

—No me sorprendería que el sheriff estuviera enterado de algunas cosas y nos esté ocultando otras. —Agrego el más alto serio, mientras Gustabo asentía. —Lo único que pude sacar fue una voz, no era la voz de la víctima, se escuchaba muy tranquila, es todo lo que tenemos hasta el momento.

—No debemos descartar posibilidades, después de todo...—sonrió de lado. —Siempre somos solo tú y yo, Horacio. Solo debeos confiar entre nosotros.

El de cresta dio una pequeña risita.

—Lo sé. —Sonrió. —Sera otro éxito para Dan.

—Y Fred. —Completo la frase el rubio con una media sonrisa.

(...)

— Supongo que al menos los desviaste de nosotros, para eso te pagamos, García.

El comisario de Marbella se encontraba rodeado por 3 hombres vestidos de negro en una vivienda abandonada a las afueras de la ciudad.

—Yo hice todo lo que me pidieron.    —Respondió fastidiado.

—Oh claro, y es por eso, ahora tenemos al maldito FBI detrás de nosotros. —Uno de ellos dio un paso hacia el comisario de manera agresiva. —Por tu ineficiencia los tenemos investigándonos.

—Elimine cualquier pista con la que pudieran rastrearlos.—Respondió de igual manera. —Sería mucho mejor si fueran un poco más inteligentes.

Un silencio se formó.

— ¿Acabas de faltarnos al respeto a mi hermano y a mí?—El chico de antes se acercó peligrosamente hacia el comisario quien dio dos pasos hacia atrás al ver la mirada feroz y cambiante del contrario. —Recuerda cuál es tu lugar pedazo de mierda ¿O quieres que te haga recordar porque somos quien manda en esta pocilga, llamada Marbella?

—Carlo.

El nombrado se detuvo al sentir la mano de su hermano en su hombro. El chico que lo llamo se puso delante de García y se quitó la capucha dejando ver su cabello rubio peinado hacia un lado y sus ojos bicolor.

El silencio volvió a hacerse presente y un leve temblor podía esparcirse por el cuerpo del comisario al ver que el rubio le sonreía tranquilamente.

—Sabes que no tolero las faltas de respeto y menos si son hacia mi familia. —Hablo pasivo-agresivo mientras colocaba su mano en el hombro de este. —Me agradas, García, pero esta vez cruzaste un poco la linea.

Poco a poco fue subiendo su mano hasta llegar al cuello del comisario, quien se quedó estático sin moverse y sin quitar la mirada de los ojos ahora brillantes del italiano.
El rubio paso un dedo por su cuello, sintió un ardor llegar a sus sentidos, recorrió con su uña del dedo índice todo su cuello hasta hacer una pequeña pero no profunda cortada.

—Toni, yo n-

—Segunda marca, García. —Espeto cortante con sus ojos fijos en él.           —Ahora lárgate.

El comisario sin esperar más salió de aquella casa tomando si cuello con una de sus manos, bajo la atenta mirada de los tres hombres.

—Se le está subiendo un poco ¿No?—Sonrió levemente y volteo a ver a su hermano.

Ambos se miraron y asintieron al pensar lo mismo.

—Igor dale una lección. —Hablo el más alto de los tres, se quitó la capucha y miro al tercer chico. —No lo mates, aun no.

—Si, amo.

Y sin más aquel encapuchado salió detrás del comisario

— ¿Crees que con eso aprenda algo, hermano?

—No lo sé, Toni. —Miro al rubio. —Si no lo hace tendremos que eliminarlo.

—Una pena. —Suspiro. —Me cae bien.

Escucho la risa del más alto.

—A ti todo el mundo te cae bien.

—Que puedo decir, soy amigable.

Ambos chicos rieron, se colocaron la capucha y se marcharon de aquel lugar, perdiéndose en la oscuridad del bosque.


-------
Gracias por leerrrr <3
Les tqm
Tomen awita, coman bien y duerman bien.
Bye bye 🤍

Divoratore      [Gustoni]Where stories live. Discover now