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Los días empezaban a sentirse más pesados cada vez, los asesinatos y desapariciones eran encubiertos por la policía; Sin embargo, el alcalde cada vez se veía aún más repelente a contribuir con la mafia, poniendo excusas y revelándose. Exigiendo más dinero de la cuenta

Las cosas se ponían aún más difícil, y el alcalde se había convertido en una amenaza, si las cosas seguían así tendrían que eliminarlo.

Las elecciones a la alcaldía estaban programadas aproximadamente en un mes, Salinas había creado publicidad, enriquecido la mente de la mayoría de las personas que ahora le idolatraban, le seguían y lo amaban.

Si el alcalde moría, las sospechas e investigaciones apuntarían a Salinas, un asesinato encubierto con suicidio tampoco funcionaria.

Pero un asesinato encubierto con una fuga por parte del alcalde con todo el dinero de las personas provocaría la rabia, decepción y odio de todos hacia él.

—Si esto nos conviene y nos mantendrá a salvo. —Hablo el mayor de los Gambino. —Creo que debemos hacerlo lo más pronto que se posible.

La quinta junta respectiva de la semana por los problemas acontecidos que cada vez se había más frecuentes.

El plan era sencillo, desaparecer al alcalde provocando que las personas lo odien, después Salinas ascendería como el nuevo gobernador, dado que tenía a las personas comiendo de la palma de su mano con su encanto natural.

—Entonces en marcha.

(...)

Habían acordado con el alcalde quedar para hablar del aumento del porcentaje para que siguiera encubriéndolos, uno de los hombres de Hai se encargó de bloquear las comunicaciones y rastreadores que pudiera tener, la reunión fue en plena madrugada.

La reunión era en medio del bosque, la oscuridad de la madrugada y los ruidos de la noche ocultaban el motor de los vehículos acercándose al punto de reunión, donde la mafia de los Gambino esperaba paciente la reunión que acordaron con el alcalde.

—30 segundos para que lleguen.

Toni se acomodó recto al escuchar la información propinada por un trabajador de Hai, a lo lejos se vieron luces de dos automóviles, acercándose lentamente, ambos Gambinos se miraron a los ojos, hablando por si solos con una mirada; El automóvil se estaciono a unos cuantos metros de la mafia.

Todos sabían que hacer.

—Caballeros.

El hombre por el que habían esperado y planeado todo, se encontraba con ellos.

—Alcalde, es un gusto que nos honre con su presencia.

El primero en hablar fue el Gambino mayor, con una sonrisa delicada que podría engañar a cualquiera, y con el semblante amable, carismático de Toni, estiro su mano en dirección al objetivo.

—No tengo tiempo para tonterías Gambino. —De una manotada alejo la mano del rubio, quien aún mantenía un semblante tranquilo, y una sonrisa diminuta.

A esta acción tanto Carlo, como José y Anya dieron un paso adelante; Sin embargo, Toni con una mirada les hizo saber que todo estaba bien, volvió a colocarse recto y le dio una pequeña sonrisa al alcalde, quien le veía con disgusto, impaciencia y quizá algo de rabia.

—Una disculpa alcalde. —Estiro la mano a José, quien le dio los papeles para el "Aumento" o mejor dicho un mejor contrato para el beneficio de ambas partes. —Es una negociación de nuestra parte, lo último que queremos es traerle problemas.

De forma agresiva arrebato los papeles al mayor de los Gambino, la actitud repugnante del alcalde comenzaba a irritar a Carlo, aun así, se mantenía al margen y tranquilo, pero asesinando al alcalde con la mirada.

Divoratore      [Gustoni]Where stories live. Discover now