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12:00 am

Su vista estaba enfocada en la oscuridad del techo, la luz de luna era lo único que le iluminaba, no sabía bien que podría hacer, su cabeza estaba hecha un lio.

Toni le había asignado una nueva habitación, que era custodiada por lo que parecían perros de color negro, sabía que el italiano desconfiaba en que se podría escapar pero había prometido no hacerlo por la seguridad de alguien más, y lo cumpliría.

Admitía que al menos esta habitación era mucho mejor que la anterior, era una habitación normal de aquella gran mansión, era cómoda y la decoración era muy linda, a pesar de eso, no se sentía como en casa; Aun.

Cerró sus ojos, recordando lo que hablo con el italiano hace unas horas antes.

(...)

—No pienso seguir mintiendo...

Toni sonrió ladinamente, pero antes de hablar, el más bajo le interrumpió.

—Tengo condiciones. —Hablo firmemente, el italiano atino a hacer una mueca.

— ¿Crees que estas posición de pedirme condiciones?

Gustabo respiro profundamente, estaba claro que muy en el fondo estaba cagado de miedo, tener frente a él, un tipo como el rubio, que quizá con su misma uña le abría en canal si le hacía enojar; Pero tenía que mantenerse firme para garantizar la seguridad de Horacio, y los demás compañeros.

—Si tú y tu gente, secuestran a otro agente después de asesinarme, solo llamaran la atención de altos cargos del FBI. —Hablo sin titubear, aun sin levantar la mirada. —Al final tendrán detrás de ustedes al CNI y a los altos mandos, por desaparecer a altos rangos del FBI.

Toni frunció el ceño.

—Te daré información que les podría llegar a perjudicar, lo demás no tienes por que saberlo. —Aclaro.

—¿Qué me asegura que lo que digas será verdad?

Gustabo levanto su mirada por fin a Toni, quien le miro serio. —Tengo algo que proteger, así como tú quieres proteger a tu familia, yo quiero proteger a la mía.

Se quedaron en silencio, hasta que Gustabo volvió a hablar.

—Solo prométeme, que cuando yo abra la boca, ni tú, ni nadie de tus hombres le tocaran un pelo a los demás del FBI.

Toni suspiro para asentir.

—Si no son un problema para nosotros, tienes mi palabra que no les pasara absolutamente nada.

El más bajo rio sarcásticamente.

—Ten por seguro que los altos mandos, no arriesgaran ni una pizca de armamento por mí. —Sonrió tranquilo, sin embargo Toni pudo olfatear el cambio drástico del olor del ambiente; Tristeza. —No van a buscarme, tranquilo.

(...)

Llevo sus manos a su rostro, las lágrimas salieron sin poder evitarlo.

—Sé que es lo correcto...Entonces ¿Por qué duele tanto?

Hace unas horas acababa de vender su vida e información, con tal de que no lastimaran a Horacio o a su...padre. Pese a todo los apreciaba y estaba seguro que su ausencia no causaría nada, quizá le llorarían por un tiempo, pero lo superarían, tenían personas a su lado que les apoyarían para poder superar todo.

Esta vez era la definitiva, dejaba ir a Horacio por completo, alejándose para protegerlo, vendiendo su propia vida para asegurar la protección del de cresta. Era su último sacrificio por su compañero de vida, ahora dejaba todo lo demás en manos de Volkov.

Divoratore      [Gustoni]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora