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— ¿De qué habla, Gracia?

Horacio veía incrédulo, el ruso veía de igual manera las palabras dichas por el comisario.

—H, no me lo tome a mal. —Continúo el pelinegro. —Hay cientos de desapariciones, mis agentes hacen todo lo que pueden, no puedo priorizar una búsqueda sin tener alguna pista o-

Sin dejarle acabar, el de cresta le soltó un puñetazo al comisario de Marbella, lo hubiera continuado golpeando pero el ruso le detuvo antes de cometer alguna locura, García solo se quedó viendo al pobre chico enmascarado, podía ver los ojos llenos de rabia e impotencia.

Lo siento. —Pensó mientras veía a ambos chicos salir del lugar.

Volkov miro mal al comisario, llevándose a su pareja sin decir nada más, fuera de comisaria, el más bajo cayo de rodillas, su corazón se presionaba y la respiración le faltaba.

A nadie parecía importarle la desaparición de un agente del FBI, mucho menos a los propios miembros, nadie parecía querer ayudarle a buscarlo, solo eran Volkov y el.

—Nadie va a ayudarnos Viktor...

El peliblanco se agacho y tomo a su pareja entre sus brazos, dejo que se desahogara, la presión se sentía, la ansiedad de saber algo del rubio le consumía.

—Horacio. —Le hablo tranquilo. —Vamos a Los Santos, pediremos ayuda a las pocas personas que conocemos. —Le deposito un beso en su frente. —Y te prometo que vamos a encontrarlo.

Volvió a abrazar al más bajo; Se levantaron para no perder más tiempo, sin embargo, Horacio choco con un chico que hizo que cayera de nueva cuenta.

—Oh vaya, lo siento mucho. —Escucho una voz grave, cuando levanto la vista observo que la persona le tendía la mano para ayudarle a levantarse.

Se levantó con ayuda del desconocido, el cual al incorporarse mejor le miro detalladamente. Era rubio, con el cabello peinado hacia un lado y sus ojos eran heterocromaticos.

Horacio le miro por un momento hasta que reacciono.

—No pasa nada, estoy bien. —Le sonrió débilmente.

—Me disculpo de nuevo. —Sonrió levemente. —Apenas abrió la comisaria, quise venir a ver si han tenido noticias sobre mi hermana.

El rubio fingió aflicción en su voz, conmoviendo a Horacio pero algo no le gustaba en aquella mirada del italiano, le provocaba...miedo.

— ¿Ha sido víctima sobre las desapariciones, caballero?

Volkov se unió a la plática, tratando de sacar alguna información útil para tener alguna pista sobre el paradero de Gustabo. El desconocido asintió.

—Mi hermana lleva desaparecida, alrededor de 6 meses. —Agacho la cabeza levemente. —Fue una de las primeras desapariciones y las autoridades hacen lo que pueden, pero no es tan efectivo su "esfuerzo".

Ambos agentes del FBI se miraron con preocupación, al parecer estaba más claro que la policía de Marbella era ineficiente y no serviría de nada perder el tiempo pidiéndoles ayuda.

—Supongo que es mejor buscar por mano propia...—Susurro el encapuchado.

Toni le miro fijamente. — ¿Se le ha perdido alguien, agente?

Ambos chicos asintieron, el ruso se acercó al rubio y le enseño una foto del agente perdido, Gustabo Garcia.

—No quiero incomodar...pero sería de gran ayuda si lo ves, comunícate al número que viene, por favor.

El italiano se quedó mirando el volante dado, y con una media sonrisa conecto sus heterocromaticos ojos con los de Horacio.

—No se preocupe, agente. —Hablo suavemente. —Cualquier pista que tenga, se lo diré.

Divoratore      [Gustoni]Where stories live. Discover now