CAPÍTULO 29

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LIAM

— ¿Lista?

— Más que nunca —April aún se encontraba en el agua, observando todos los barcos con detenimiento, mientras que yo ya había subido unos cuantos escalones del barco para así asegurarme de que mi plan iba a salir bien, como lo "planeado" digamos.

En efecto, no tenía un plan establecido. Ni siquiera sabía a qué barco nos subiríamos. De hecho, lo único que sabía era que en el barco no debía haber nadie. Solo necesitaba asegurarme de ello y listo, April no se tendría por que enterar de que esto pudiera salir mal. Mi única esperanza era saber que ya había hecho esto más de una vez y siempre había salido bien. Así que, me aferré a esa idea e intenté aparentar seguridad sobre lo que íbamos a hacer a continuación.

— Liam, ¿estás seguro de esto? Me refiero a que sí, eso de colarnos ha sonado muy de película, pero era mentira ¿verdad?

— S-sí, por supuesto, ¿no creerías lo que te he dicho de colarnos en un yate verdad?

— Bueno, por un momento he de decir que si me lo había tragado, pero la idea era demasiado descabellada y me he dado cuenta casi al momento de que todo esto era una sorpresa que tenías organizada para mí, ¿no es así? —levantó las cejas arriba y abajo y me puso ojitos.

Mierda puta.

— Claro diablilla, no soy muy bueno mintiendo.

— Cierto. Soy bastante buena atando cabos y sabía de sobra que todo eso de colarnos era un farol, ay capullo, te dije que odiaba las sorpresas, pero presiento que esta va a ser una de las mejores —claro, sobretodo en la parte de "sopresa", porque eso es lo que se va a llevar cuando descubra que en realidad decía en serio lo de colarnos.

— Oye, en el yate solo estaremos nosotros ¿verdad? No quiero que nadie nos oiga, ya sabes a lo que me refiero —me guiñó un ojo, aparté la mirada, rocé mi pulgar con mi labio inferior y me reí al pensar en la idea de April, desde que la conocí supe que era muy directa, así que esto no me tomó por sopresa. Pero había algo que se me escapaba de las manos...

— Sí, claro, solo nosotros dos, no hará falta siquiera mover el barco, así que, será como una casa flotante durante una noche —y cuando terminé la frase fue cuando me percaté de lo que había dicho, ahora lo único que podía hacer era pensar en positivo e intentar pensar en que este yate no saldría a flote esta noche.

Solo puedo decir que la he cagado, pero bien además. Y acabo de descubrir que tengo un gran talento para mentir, lo cual no sé si es de mucha ayuda en estos momentos.

Le tendí la mano a April y esta subió sin problemas hasta que en el último escalón se resbaló y pude ser lo suficientemente ágil como para agarrarla al vuelo.

— Eyy, ¿estás bien?

— S-sí, gracias por cogerme capullo.-sonrió y bajó la vista, se mordió el labio inferior y volvió a mirarme.

Sabía que iba a pasar, pero me sorprendió que ocurriera tan rápido, ya que, a mi diablilla no le iba lo de poner las cosas fáciles.

— No tienes porque agradecerm... —y antes de acabar la frase sus labios encontraron a los míos, cogió mi pelo y enredó sus manos en él, yo no podía simplemente no besarla, mis labios me rogaban que no parase, que aquello no terminase nunca.

Una y otra vez sus labios se fundieron en los míos con más fuerza y con más pasión cada vez que estos se rozaban, pasé mis manos por sus caderas, alrededor de su cintura. Sabía que esto iría a más y no iba a detenerlo, y ella al parecer tampoco. Esta tiró de mi camisa y me pegó un pequeño empujón en el pecho, con sus ojos ardientes de deseo hizo un pequeño gesto hacia la derecha, el cual indicaba que fuéramos adentro.

Menos mal que fui precavido y minutos antes a esto conseguí abrir el yate con unos truquitos que me enseñó mi padre.

Logan tápate los ojos.

Tomé su mano y me dirigí hacia la cubierta y de ahí descendimos hasta el interior del barco. Conteniéndonos las ganas de llegar al camarote, los segundos se hicieron eternos, bajamos las escaleras y necesitaba besarla...solo podía pensar en ello ahora mismo.

Puesto que ella tenía tantas ganas como yo en retomar lo anterior, rodeó sus piernas contra mis caderas y yo la estreché más aún para estar cuerpo a cuerpo, unidos, sin distancia, porque con ella todo era más fácil, todo era más bonito.

Pero toda mi estabilidad se fue cuando divisé un mantel, flores y velas. Encendidas. Y posterior a eso se escucharon unos pasos sobre la zona de la cubierta.

Mierda.

Todo era demasiado bonitoWhere stories live. Discover now