CAPÍTULO 42

53 5 0
                                    

APRIL

— Adiós April, nos vemos mañana. Hoy me quedaré a dormir en casa de Connor.

— Oh, sí, sí... Perfecto, hasta mañana entonces. Ah y dile a Connor que te traiga mañana a mi casa prontito para preparar las tablas de surf, no os liéis mucho.

— ¿En el sentido literal de la palabra? Mmmmm eso será difícil teniendo en cuenta que dormimos juntos, bueno ya sabes..., una cosa lleva a la otra y...

— ¡EMILY! No necesito detalles gracias, anda disfruta de tu chico... —entonces esperé, esperé a que algo ocurriese, esperé una señal, por muy imperceptible que fuese. Esperé que algo llegase a mis oídos para afirmar entonces mis sospechas.

Y llegó. Llegó una ráfaga de múltiples sensaciones recorriendo todo mi sistema circulatorio, haciendo palpitar aceleradamente mi corazón, revolviéndome el estómago y haciéndome volver a sentir con tal solo un pequeño sonido. Algo que quería empezar a cicatrizar, pero yo bien sabía que iba a ser imposible. Lo escuché a él.

Escuché a Liam. Oí el sonido de un brindis y luego aplausos. Y después... escuché la risa de mi capullo. La peculiar y característica risa de él, de Liam Jones.

Sabía que estaba ahí. Antes de lanzarme como un misil a sus brazos y antes de suplicarle una explicación sobre el por qué me había dejado, por qué me había abandonado de tales maneras, tan inesperadamente y con tan poca delicadeza. Después de tantos años, había decidido no seguir formando parte de mi vida, de mí...

Antes de abrir la puerta de la casa de Connor, antes de aquello, Emily tiró de mi brazo.

— April...

— No, ni April ni mierdas, ¿sabías que estaba Liam ahí verdad?

— Sí.

— ¿Y lo dices tan tranquila? ¿Sabes cuántas noches he pasado en vela llorando por alguien que se había ido de mi vida y ni siquiera sabía dónde buscarle...? Estaba desesperada por volver a verle, me sentía impotente por no poder saber nunca nada más de la persona que estuvo a mi lado más de dos años de mi vida.

— Pequeña, cállate. Tengo prohibido hacer esto, pero tenéis que veros. Y hablar. Esto que se trae entre manos está siendo mucho más dañino para los dos.

— ¿Espera..., qué? Emily, tú has estado con él estos días ¿verdad? O cuando has estado en casa de Connor, él estaba allí ¿no es así?

— Sí. Y no debería estar hablando esto contig...

— Emily, contéstame una pregunta. ¿Él es feliz?

— No —respondió tajante—. Desde que te dejó, te aseguro que no ha vuelto a sonreír como lo hacía cuando estaba a tu lado. Si has escuchado su risa es porque Connor está haciendo todo lo posible para subirle los ánimos, para devolverle la felicidad, pero los dos sabemos que eso será imposible sin ti, April. Y visto que ninguno de los dos, ni Connor ni Liam, van a tomar cartas en el asunto, seré yo quién lo haga. Sé que ya es tarde, pero me hicieron prometer que no diría nada, y no podía fallarles.

— Y ahora April, tienes que saber algo. Pero ese algo tendrá que salir de los labios de Liam, de las palabras de él, yo no soy quien para decir... Para..., p-para decírtelo... Ni siquiera soy capaz de pronunciarlo en voz alta... —continuó esta dejándome totalmente descolocada y con una presión constante en la garganta, cual al tragar ardía.

— Pero antes, te lo tengo que preguntar. No va a ser nada, pero nada fácil entrar ahí. Mi más sincera opinión es que esto no puede acabar como acabó lo vuestro, pequeña necesitas la verdad, por mucho que vaya a doler. Connor y yo estaremos ahí contigo para apoyarte cariño...

Todo era demasiado bonitoWhere stories live. Discover now