Diez

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A quien le está atrapando esta historia??? Dejádmelo en los comentarios flores!!!!

—¿Si? —exclamé como si no acabara de decir que su casa me parecía una tumba y me giré para encararle

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—¿Si? —exclamé como si no acabara de decir que su casa me parecía una tumba y me giré para encararle.

Si que está bueno... ¡Madre De Dios!, ¡Está tremendoooooo! Creo que iba a tardar unos cuantos días en acostumbrarme a semejante bombón.

—Hace quince minutos que la estoy esperando, pase —mencionó seriamente y asentí guardando mi teléfono en el bolsillo y actuando como si estuviera muy segura de mi misma.

Ni yo me lo creía.

—Creo que tardaré un poco en hacerme con la distribución de la casa —mencioné como si fuera toda la disculpa que iba a darle.

—Pues más le vale hacerse pronto, no tolero la impuntualidad —contestó cerrando la puerta y caminando hacia la mesa de su despacho.

Pues según Michael tú llegas tarde a todas partes...

—Por supuesto —respondí encendiendo el iPad como si me preparase para aquello que tuviera que decirme.

—He recibido tu contrato firmado por parte de mi abogado, eso me hace pensar que estás de acuerdo con todas y cada una de las cláusulas.

No sonaba a pregunta, pero parecía esperar una respuesta.

—Así es —asentí y observé su perfil serio conforme abría un cajón de la mesa de su despacho.

—Pues no lo parece, no veo que lleves puesto tu uniforme.

¡Mierda!

—Prefería darme una ducha antes de probármelo, no pensé que...

—No estás aquí para pensar, sino para cumplir mis órdenes. La próxima vez limítate a seguir las instrucciones —soltó y me quedé congelada.

¿Soy yo o este tío es un presuntuoso de tres pares de cojones?

Asentí porque si abría la boca le mandaría directamente a la mierda, y otra cosa no, pero necesitaba con urgencia el dinero.

Su dinero.

Ni siquiera me había percatado en la decoración. Toda la casa era con un estilo muy moderno, vanguardista y diría que hasta futurista en algunos diseños, pero su despacho era lo más conservador que había visto en mi vida. Una mesa robusta de madera antigua, probablemente de estas del siglo XVII o XVIII como mucho a pesar de estar bien tratada, estantes llenos de libros, algunos eran tan antiguos que sus tapas estaban desgastadas.

Esa estancia no pegaba ni con cola con el resto de la casa. ¿Por qué?

Nada de preguntas personales...

—Necesito que recojas de la tintorería unos cuantos trajes, tienes la dirección en el iPad y aquí está el ticket —dijo entregándome un recibo—. La señora Rodríguez se encarga de la compra, así que si necesitas algo especial se lo dirás explícitamente a ella. Te he enviado una lista de materiales que necesito con urgencia, así que de camino a la tintorería pasarás por la tienda, no me gustan las variaciones así que no deseo otras marcas que no sean las mencionadas en la lista, si no las tienen, búscate la vida para encontrarlas.

PaRaDigMa. El Arte de Seducir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora