Capítulo 13. Arcadia

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—¿Cómo lo sabes? —Le pregunté con seriedad.

—Míralo por ti mismo... —Me mostró una flecha que había perforado y matado a dos criaturas al mismo tiempo, un licántropo, pero también a una bruja.

—Si nos declaran la guerra, hay que refugiarnos, esperar a tener una estrategia, no podemos actuar ahora, ¿Dónde podremos ir? —Le pregunté a Lucifer.

Se puso a pensar.

—Arcadia, Grecia. —Respondió.

—Usemos los portales entonces, para avisar a todos...—Le comenté.

—No, no podemos hacerlo ahora, por lo que me dicen los ángeles, es que están moviéndose por las posibles salidas de los portales y también tienen el cielo bien vigilado, hay demasiados cazadores y están buscando a toda criatura como nosotros. —Me tomó de la mano.

Volví a la sala de dirección para ubicar Arcadia en un mapa.

Reuní a toda la escuela en un auditorio.

— ¡Brujas y magos, hermanos y hermanas, nos han declarado la guerra a todo el mundo mágico! —exclamé con fuerza— ¡Dos personas han caído, mi mejor amiga es una de ellas, lo cual me llena de una profunda tristeza, pero vamos a usarla en nuestro favor, vamos a elaborar un portal para llegar a mi barco, de ahí navegaremos hasta Arcadia, donde nos equiparemos y les daremos la guerra que tanto buscan los cazadores, ahora, todos prepárense y llamemos a todas las criaturas que hacen falta!

Me pronuncié frente a todos. Aquellas palabras los llenaron de valentía y valor.

—¿Cómo llamaremos a las brujas y magos? —Le pregunté a Lucifer.

—Hay un cuerno el cual será escuchado por todas las criaturas, sin embargo, todo está en el mensaje que quieras mandar. —Me susurró.

Caminamos hasta llegar a la zona de un viejo observatorio.

A mi mente venían recuerdos de mi abuelo dando sabias clases de astronomía, la clase favorita de todos los estudiantes. Tenía una forma de contar sus historias tan única.

Encendí la luz y encontré una palanca la cual activó un enorme mecanismo bajo el suelo, levantando un enorme cuerno vikingo.

Respiré aire profundo y me concentré en el mensaje de reunir a todos en el puerto de Selva Verde, incluso mi propio barco.

Hice soplar con fuerza el cuerno.

El sonido era tan fuerte que podía escucharlo con tanta potencia en mi oído.

— ¡Bien hecho, ahora váyanse todos!, yo... tengo que proteger la escuela y darles un entierro digno a ambos. —Le pedí a Lucifer—haz que tu magia los proteja mientras los entierro, intentaré no tardarme mucho

Me dio un abrazo al cual correspondí.

—Eres un gran humano, solo prométeme que sobrevivirás para que después de esto nos vayamos a tomar unos tragos con Moibeal. —Me sonrió.

Correspondí y descolgué los cuerpos.

Los llevé a un sitio del jardín en la escuela. Me transformé en lobo y comencé a cavar con mis patas.

Mis lágrimas no dejaban de salir.

Tomé los cuerpos y luego de enterrarlos bajo tierra, comencé a rezar por ambos en silencio. El nudo en la garganta no me dejaba pronunciar palabras.

—Requiescat in pace, Fernanda y Francisco, nos veremos en el cielo cuando llegue el momento, ahora me encargaré de que su muerte no haya sido en vano.

Historia de un exorcismoМесто, где живут истории. Откройте их для себя