Capítulo 7. Una Carta inesperada

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— ¡Oh no, padre, no lo harás! —Detrás de unas piedras salió una sombra espectral.

Mientras tanto, aquella chica comenzaba a sisear con la lengua.

— ¡Serpiente ancestral, dime tu nombre!

Aquella chica poseída me escupió en la cara. La miré a los ojos por un momento, al hacerlo sentí algo que no entendía, como si la conociera de algo, sin embargo, su vida se desvaneció como arena en el viento.

—No... —Susurré mientras la abrazaba dulcemente.

Lancé un potente rugido.

—¿Qué fue lo que hice...? —Me preguntaba con insistencia.

Me sentía destrozado.

La enterramos en la arena, sin embargo, me di cuenta que su espíritu había sido muy dañado en el proceso de posesión.

—Espero que tengas un lindo viaje al más allá, descansa en paz...—Puse la última parte de arena sobre su tumba improvisada.

Volví al barco mientras los marineros cantaban en un tono bajo una triste canción que conocía.

"I dreamed a dream the other night

Lowlands, lowlands away me John

My love she came, dressed all in white

Lowlands away"

Partimos de las aguas con las velas desplegadas como si fuese una marcha fúnebre.

Los días pasaron, luego de unas semanas en mar abierto, tocamos tierra en la Costa Este, en Massachusetts al anochecer del 25 de octubre.

Era un lugar que me era desconocido, era la primera vez que visitaba Massachusetts en toda mi vida, un lugar lleno de hojas por el otoño.

Me recordaba al sitio que había soñado en la pesadilla, sin embargo, a mi mente venían lugares parecidos a este de mi infancia.

Saqué mi abrigo de la maleta y comencé a caminar lentamente por las calles. Era un día nublado y frío, sin duda evocaba tanta tristeza en mi interior.

Al cabo de un rato, encontré a una chica muy hermosa, latina, cabello negro como la noche, dulces labios carmesí y una mirada triste.

Me acerqué a ella para conversar.

—Ho...hola, ¿Cuál es tu nombre? —Me preguntó por sorpresa.

—Mi nombre es James Talbot, un placer conocerla...—Realicé una reverencia, la cual correspondió con una risita.

—Y... ¿Qué es lo que viene a hacer un joven cómo tú en un sitio como este? —Me preguntó mientras se sentaba a mi lado.

No quería responder por pena, sin embargo, algo me hizo cambiar de opinión.

—Me dijeron que en esta ciudad había una parroquia voy a ser el nuevo cura de la iglesia y estoy buscando a un novato...—Le susurré entre risas.

—Hay demasiadas iglesias para saber cuál será la tuya. —Nos reímos.

—Tienes razón, sin embargo, al parecer alguien de aquí tiene contactos con el Vaticano y debe conocerme bien. —Respondí suavemente

A lo lejos, veía a una monja acercándose con una sonrisa muy marcada, delgada, una cruz en su pecho y rosario en las manos.

Se acercó a mí con una expresión de sorpresa y agrado.

— ¿Es usted James Talvot, el famoso exorcista que viene del vaticano? —Su voz sonaba femenina, la reconocí de inmediato.

Historia de un exorcismoWhere stories live. Discover now