Capítulo 15. Efímero.

15 5 0
                                    


— ¡Recuerda que tienes un corazón, justo aquí! —oprimí su corazón mientras rugía con fereza— ¡Lo demás es solo carne y tu lo sabes!

Sus ojos azules, volvieron a la normalidad, volviendo a su forma humana.

— ¡Malia! —Grité con fuerza mientras intentaba buscar su rastro.

Fue en vano, debido a que ya había ocultado su aroma, era imposible rastrearla.

Golpee el suelo y me quedé llorando.

La llevé a la cueva donde dormimos juntos.

A la mañana siguiente.

Todo comenzó desde la mañana, fuimos a revisar el pueblo, había varios muertos, sin embargo, nadie de los recién llegados.

Volvimos a la práctica.

—Con el aullido, puedes concentrarlo para saber que es lo que quieres destruir.

Me llevó a lo más profundo de la cueva. En ella había un portal que irradiaba una extraña luz.

—¿A dónde me llevas? —Le pregunté con curiosidad.

—Esto, se llama, la dimensión atemporal, aquí se pueden realizar todo tipo de experimentos sin dañarte o dañar a otros, el concepto de vida y muerte no existe, así que no te preocupes por los daños.

Me enseñó a como usar el aullido en función de lo que quería destruir.

Volví de la cueva con muchos aprendizajes y aprendiendo a dominar lo que ella llamaba, la forma máxima de un hombre lobo.

Luego de aprenderlo, salimos al campo abierto, no había pasado mucho desde que entramos.

—Esto que te voy a enseñar, solo úsalo cuando se necesario...—Me enseñó en campo abierto.

—¿Qué debo hacer? —Le pregunté algo cansado mientras hacíamos parkour por los árboles.

—Concentra tu energía para lo que desees hacer, date a ti mismo el control para hacer el cambio...—Me respondió mientras hacía un estiramiento e intentaba hacer mi forma más grande.

Duré varios meses en controlar mi forma y aprender nuevos estilos de combate, mientras los demás elaboraban una enorme mansión que por dentro tenía millones de habitaciones, cada una ampliada con magia.

31 de octubre 2020.

Los intentos poco a poco me consumían la energía.

—Vamos a intentarlo por última vez, esto es demasiado para mi...—Le confesé.

Me posicioné en el centro del campo mientras los recuerdos con Emily y Malia me daban la fuerza para transformarme en una bestia.

Solté un rugido mientras todo mi cuerpo crecía. Mis brazos se hicieron más grandes y fuertes y pude ver desde lo alto la ciudad de Arcadia.

— ¡Esto es demasiado poder! —Exclamé mientras volvía a mi forma humana.

— ¡Bien hecho, lo hiciste muy bien, ahora...!

Detrás de nosotros, aparecieron cazadores con varias cabezas de licántropos en sus manos.

— ¡Los humanos, le declaramos la guerra a todas tus criaturas, monstruo! —Me lanzó un pergamino.

Lo atrapé.

—¿Quién es más monstruo aquí, el cobarde que ataca en las sombras o nosotros que solo queremos nuestra independencia! —Le pregunté mientras llamaba a mi caballo y cabalgábamos hacia Arcadia —Aúlla y alértalos a todos, el conflicto ha empezado.

Historia de un exorcismoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon