¿𝐋𝐚 𝐞𝐝𝐚𝐝 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚? | 𝐂.𝐑.𝐎 [En corrección]

03

ᴀʟᴇᴊᴀɴᴅʀᴀ ᴠᴀʟᴅɪᴠɪᴀ

Reía mientras Mason "bailaba", el sonrío y se me tiró encima, lo agarré como pude al no esperarme este gesto de su parte, me abrazó y yo lo abracé fuerte haciendo que el ría sin parar.

Sonreí y tomé mi celular para grabarlo mientras volvía a bailar.

Puse mi celular en mi oído cuando vi el nombre de una de mis clientas.

—¿Hola?—pregunté mientras tomaba a Mason y lo sentaba para que viera los muñequitos.

—Hola, ¿Alejandra?—preguntó la señora.

—Si—dije.

—Mira tengo un problema—habló y yo tomé mi agenda para comenzar a escribir.

—Dígamelo—hablé.

—Mi hija menor, Rocio, tiene un novio, pero ese novio tiene 19 años y ella solo tiene 15–habló y yo me quedé en blanco—¿Qué se puede hacer en estos casos?—preguntó cuando no obtuvo una respuesta.

—Ahora no puedo ayudarte, estoy fuera del país y no creo volver dentro de mucho tiempo—hablé, ella se disculpó y yo colgué la llamada, suspiré y miré a Mason quien miraba la pantalla.

Pobre piba, seguro ya depende emocionalmente de el, y probablemente el de ella también.

—Quiero hablar con papá—dijo Mason y yo asentí.

Puedo tener muchos problemas con Tomas, pero sigue siendo el papá de Mason y no me voy a poner de inmadura y ver a mi hijo sufrir por eso.

Lo llamé por videollamada y segundos después respondió.

Tenía los ojos rojos, sus labio estaban secos, las ojeras en su rostro estaban muy marcadas, sonrió cuando le pase a Mason.

—Hola, amor—habló el con la voz ronca.

—Hola, papi—respondió Mason a su saludó.

La plática se prolongó mucho hasta que Mason me dió el celular antes de colgar Tomas habló.

—¿Qué va a pasar?—preguntó acomodándose el pelo.

—¿De qué?—pregunté luego de mandar a Mason con Isabela.

—Con la casa, con Mason—enumeró.

—No se, Tomas, no he pensado en eso—hablé.

—Sabes que yo a la casa no voy a volver—habló y yo asentí, suspiré.

—Mason, no se que va a pasar con el, ahora esta bien acá en México, pero dentro de poco va querer volver, mi trabajo también me obliga a volver, probablemente ya no vivamos en esa casa—hablé y el suspiró.

—Se que no queres volver—habló viendo directamente a la pantalla.

—No quiero volver, Tomas, no quiero verte en persona, no quiero volver a sentirte cerca—hablé y el asintió viendo a otro lado, su mirada bajó.

—Si queres volver, volve, solo te voy a molestar por Mason, es mi única preocupación ahora, la casa, es tuya, si queres véndela, yo voy a vivir con los pibes, la camioneta te la quedas vos, el auto me lo quedó yo, la custodia puede ser compartida, pero de manera que no agobiemos a Mason—habló viendo a un punto fijo.

Suspiré.

—No se cuando voy a volver, capaz dentro de un año cuando asimile todo, Mason, el entiende un poco por lo menos, pero no voy a prohibirle ver a su papá, no soy tan hija de puta como para hacer eso, el problema es entre vos y yo—hablé—tenemos que ver lo que me acabas de decir con otro abogado, al antes ser pareja no puedo hacer eso yo—hablé y el asintió—Mañana te llamó de nuevo para que hables con a Mason—el asintió y colgué.

Esto era tan difícil.