Capitulo 8 - La paz nunca durará demasiado

52 29 1
                                    

Un mes después...

Ya había pasado un mes en casa de mi papá, sinceramente me sentí súper bien a pesar de no haber tenido mi teléfono. Lo único malo fue que me perdí el cumpleaños de mi hermano... Mi madre no se había dignado a llamarme durante ese tiempo y olvide su cumpleaños. Lo único que pude hacer fue esperar al día siguiente cuando iba a regresar a aquel infierno al que debía llamar "hogar"

Me acosté en mi cama y no tarde un poco en conciliar el sueño por qué otra pregunta se formo en mi cabeza, otra pregunta más de tantas que hubo en ese momento, "¿En serio mi madre me quiere realmente?". Supongo que para mi y para cualquiera con un buen razonamiento iba a ser algo normal preguntarse eso ya que ella nunca me llamó durante ese mes que estuve fuera. Seguí pensando durante unos mimutos que parecían horas hasta qué me dormí profundamente.

Al día siguiente ya estaba preparando mis cosas para que mi papá me llevara en su moto a casa. Ya estaba listo, había salido ya y mi papá estaba sacando la moto, antes de ambos subirnos el me toma por el hombro, me mira y me dice:

—Recuerda lo que te dije, ¿ok? —me dijo algo preocupado y yo asiento con la cabeza.

Subimos a la moto y rápidamente llegamos al edificio donde vivía con mi madre, mi hermano y ese desgraciado. Bajé de la moto, me quite el casco y se lo dí a mi papá, el me volvió a mirar y su mirada decía mas que pecador en confesionario. El arrancó y se fue rápidamente mirando atrás de vez en cuando y yo antes de subir al apartamento suspire y me dije a mi mismo:

—Mi paz nunca va a durar demasiado...

Algo triste subi al apartamento y cuándo llame a mi madre para que abriera y cuándo la abre veo a una pequeña cachorrita salir, era una Cocker Spaniel blanca de manchas negras, parecía tener apenas unos meses de nacida porque al verme curiosa y moviendo su colita fue a olfatearme. Mi madre me vió y contenta fue a abrazarme.

—¿Viste que cosita tan chula nos conseguí? —dice ella emocionada mientras nos separamos del abrazo.

—Pues si si... —entro a la casa, saludo a mi hermano y con algo de asco saludo al novio de mi madre.

—Nadie puede saber esto porque tu tío no deja tener animales aqui,¿ok? —dice ella en un tono serio.

¿Ahora me pides que le mienta a la familia? ¿Nuestra familia? Sabía que algo pasaría en cuanto volviera después de un mes fuera, al parecer no fallo con esas cosas. Luego de ir al cuarto mi madre entra y me devuelve el teléfono, me sentí aliviado ya que volvería con mi vida social de nuevo. Pero no usé el teléfono en ese momento, solo jugué en la laptop con mi hermano, viendo cómo reía y se peleaba conmigo... Tan inocente... ¿Cómo alguien puede ser tan... Desalmado para golpear a un pobre niño pequeño por solo no comer? Me pregunte mientras jugaba con el... Lo que no sabía es que sería una de las últimas veces que disfrute con mi hermano...

La copa se ha rasgado un poco más...

Quebrando el Silencio...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora