Capitulo 22 - Libre...

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Ya por fin era el día en el que iría a la estación de policía a librarme de aquel jodido infierno. Me levanté y salí del cuarto y encontré a mi mamá sentada en la mesa desayunando. La observe un rato y note que en sus manos y algunos lugares del brazo tenía algunos hematomas que se veían viejos ya, supuse que fue producto de su trabajo de guardia, aunque claramente por mi cabeza paso otra suposición que posiblemente sería más obvia...

Ella me vió y con una hipocresía increíble se levantó de la silla con una sonrisa y me abrazó dándome los buenos días. Yo tenía ganas de simplemente separarla pero no lo hice, simplemente le devolví el abrazo y al separarme fui a prepararle el desayuno a mi hermano. El salió del cuarto y saludo a mi madre, luego fue a saludarme a mi a la cocina y le entregué su desayuno. Yo tomé mi desayuno en la cocina mientras mi hermano lo tomaba con su madre —digo que es solo la suya porque en esos momentos... Ya no era la mía— y hablaba con ella.

Cuándo ambos acabamos yo comenzé a lavar las tazas que usamos y en cuanto acabé me dispuse a ir a mi cuarto, a disfrutar de mis 2 horas de teléfono mañaneras hasta que mi madre me detiene antes de entrar al cuarto diciéndome:

—Tienes que ir a sacar la basura.

Yo claro sin ganas de nada y preguntándome como demonios la basura estaba repleta tan rápido me prepare para salir, agarre la bolsa y salí la casa con ella para botarla. Mientras me dirigía al contenedor de basura noto como una voz femenina me llama por mi nombre. Al mirar atrás es mi tía saliendo del auto de mi tío. Yo dejé la basura en el contenedor y fui a saludarla.

Ella me abrazo y me analizó para ver si tenía alguna otra marca o algo y luego de volver a abrazarme me miro y me dijo:

—Vinimos a hablar con tu mamá, tu papá esta en la otra calle esperandonos. —yo me sentí súper contento en ese momento a pesar de que en mi expresión no se hubiera notado mucho.

Vi como mi tío aparcaba el auto y se bajo de el para ir conmigo y mi tía hacia la puerta de entrada al patio que llegaba a las escaleras del apartamento. Cuándo llegué ahí y me dispuse a abrir la puerta vi como mi papá entraba desde el otro lado de aquel pasillo de tierra y hierbas. Yo lo abracé y el claramente me abrazó nuevamente preguntándome cómo estaba, que si me había pasado algo, etc. Luego de separarnos del abrazo mire hacia el final del pasillo y vi su moto, y ahí cuidandola estaba su pareja, esa mujer que siempre que me quedaba en casa de mi papá parecía más mi madre que solo una "madrastra".

Abrí la puerta y subí las escaleras hasta la puerta y ellos me siguieron. Abrí la puerta de entrada y ellos esperaron afuera. Busqué a mi madre por la cocina, el baño de abajo y mi cuarto y no estaba. Entonces subí arriesgandome a encontrarme con ese desgraciado. Al subir pararme frente a la puerta del cuarto de mi madre para mi fortuna ese goblin tatuado no estaba ahí, solo estaban mi hermano y mi madre. Yo me senté en la cama y le dije a mi madre que mi tía, mi tío y mi padre estaban abajo y querían hablar con ella. Ella por un momento pareció maldecir ese momento y nos dijo que esperaramos en el cuarto hasta que ella termine de hablar. Ella agarró una mascarilla, unas sandalias y un pequeño abrigo para poder salir. Al ella salir del cuarto cerró la puerta tras ella, al parecer no quería que escucharamos nada, en especial yo. Mientras esperábamos yo hablaba con mi hermano diciéndole que todo estará bien, que posiblemente ambos saldríamos de aquí y la pesadilla acabaría.

Pasó un buen rato hasta que nuestra madre subió molesta y algo agitada. Ella me mostró los hematomas que le vi por la mañana y me dijo muy molesta:

—¿Vez lo que provocas? —dijo señalando esos hematomas viejos apunto de borrarse.

Yo simplemente me quedé en silencio... Ni siquiera tenía la mas mínima idea de que había pasado ahí abajo.

—Tu tía se peleó conmigo y mira lo que me hizo, ¿acaso no escuchaste los gritos? Ahora tenemos que ir mas tarde a la estación de policía...

Después de que ella dijo eso yo me molesté, ¿Cómo puede ser que alguien pueda tener tanta maldad en su ser como para mentir de tal forma y decir que su propio hijo, el que la volvió madre fue el culpable de todo?

—¡No mamá! —alcé la voz, en ese momento estaba dispuesto a desahogarme, mandé a mi hermano a bajar y este sin rechistar se fue del cuarto. —Todo esto fue por culpa del tipo que duerme al lado tuyo en esta cama, del que gasta todo tu dinero en comprar basura y cosas para el. Mamá el te ha cambiado, tu antes no eras así. Si, antes fumabas, pero solo un cigarro al día, ahora te fumas como 4 en una hora. Si, antes bebías, pero solo una copa de ron o cerveza con refresco junto a mi abuela y mi tía, ¡ahora te tomas vasos de ron como si fuesen agua! Y lo peor de todo es que permitiste, mucho antes de la autorización del padre de mi hermano que ese tipo lo golpeara por el mero hecho de no comer. —me detuve un momento y la mire, ella parecía entender todo pero aún asi en su rostro no se notaba la importancia, si no sopresa por todo lo que estaba diciendo. —Todo esto no fue culpa mía, en ese momento solo quería defenderme, porque como sabes yo era el que tenía razón, incluso ambos fueron a comprobarlo. Así que ya no digas que esto es culpa mía, porque no lo es. —en ese momento simplemente nos miramos, ella parecía estar medio en shock y yo solamente salí del cuarto y fui al mío junto con mi hermano.

Mientras bajaba las escaleras de alguna u otra forma... Me sentía bien, me sentí mas liviano que nunca... Me sentí... Libre.

Quebrando el Silencio...Where stories live. Discover now