Capitulo 16 - Esclavo

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Ya por fin había terminado de hacer todas las tareas que me dijo mi madre, lave la ropa, la puse a secar y limpie la casa. No había comido nada ya qué hacer todo eso me tomo mucho tiempo, voy al refrigerador a buscar algo de comer y veo que no hay nada que simplemente pueda sacar y comer. Frustrado me alejo del refrigerador y siento que mi celular suena desde el cuarto.

Entro al cuarto seguido por la cachorrita para agarrar el teléfono sobre mi cama y es otro mensaje de mi madre.

—También, olvide decirte que tendras que calentar el arroz que esta en el refri y hacerte algo mas para acompañar si quieres, besos te quiero y en 2 horas vamos para allá.

¡Genial! No teníamos microondas lo que significaba que tenía que sacar el wok para calentar el arroz y hacerme algo más en la sartén. Ya cansado de haber hecho tantas cosas fui a la cocina y saqué el wok y me acerqué a la hornilla eléctrica, fui a buscar los fósforos pero no quedaban ya, así que opté por la opción más arriesgada, el encendedor. Lo agarré y encendí la estufa, cuidadosamente acerque el encendedor a la salida de gas de la estufa y al lograr encenderla rápidamente alejé la mano, pero aún asi me quemé

Un poco adolorido puse el wok encima de la estufa y coloqué el arroz con algo de carne en el. No sabía como preparar la carne desde el principio así que me confirmaria con comer un poco de arroz con muy poca carne. En ese tiempo yo estaba muy delgado, a simple vista se veía que no comía mucho en esa casa, me veía cansado y sin casi fuerzas, apenas podía hacer cerca de 20 flexiones en esos tiempos.   Con el estómago gruñendome por el hambre vigilaba el arroz ya con deseos de comerlo, mientras notaba que se calentaba iba moviendolo con una cuchara, el olor que desprendía me provocaba mucha hambre. Ya sin poder aguantar más apagué la estufa y eché el arroz en un plato e inmediatamente comenze a comer, desesperado... En ese momento me sentí como un vagabundo al que le habían dado una pieza de pan, de una forma u otra me sentí miserable y me sentí avergonzado de mi mismo.

Me tomé un segundo para calmarme y llevé el plato a la mesa junto con un tenedor para comer civilizadamente. Al sentarme comenzé a comer de manera tranquila tratando de no comer cómo perro hambriento. Mientras comía sólo podía pensar en lo que estarían haciendo mi madre y aquel desgraciado que lleva de novio, seguro estarían gozando en la piscina y comiendo cómo Dioses mientras que yo aquí parecía que vivía solo, cuidando de un animal pequeño, limpiando sus gracias, limpiando la casa y lavando las montañas de ropa sucia... Me molestaba tener que haber tocado los calzoncillos de aquel bastardo. Me sentía más bien como un esclavo que como un hijo, como aún un menor de edad que lo único que se supene qué debería hacer es estudiar. Pero no. En ese momento era tan miserable como un pobre vagabundo muerto de hambre y estaba siendo tratado como un esclavo.

Se que debo ayudar a mi madre y eso pero... Que ella este disfrutando mientras que su hijo está haciendo todo lo que un adulto debería hacer al vivir solo...

Me sentía frustrado, comía mientras la mano que llevo el tenedor con comida a mi boca temblaba y lágrimas salieron de mis ojos... Ya no me sentía amado por mi propia madre, me sentí reemplazado... Esos pensamientos que para algunas personas serían "tontos y sin sentido" invadieron mi mente, no pude hacer nada para ahogarlos o evitarlos, solo los deje fluir y continúe mi comida.

Al acabar lleve el plato a la tarja, lo limpié y fui al cuarto junto a la cachorrita y comenzé a jugar algo para ignorar inútilmente esos pensamientos... Solo esperando a la hora del regreso de mi "madre" y de su novio...

La copa se ha rasgado ligeramente...

Quebrando el Silencio...Where stories live. Discover now