07. Desayuno en cama

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Unas suaves caricias en su cabello lo hicieron despertarse. Entreabrió los ojos evitando cegarse por la luz matutina y se estremeció por la corriente de aire frío de las épocas de Noviembre. Estiró sus brazos soltando un gran bostezo para terminar de despertar. Al abrir por completo sus ojos, se topó con un par de inconfundibles iris doradas y plateadas.

— Feliz cumpleaños Sirius— canturrio Remus con un beso casto en sus labios.

— ¡PA!— le siguió la risa y aplausos de Draco,— ¡PA! ¡BA!

Sonrió contento al escuchar las poquitas palabras de su hijo y las felicitaciones de su pareja. Pasó sus manos por debajo de los hombros de Draco y lo alzó al aire, deleitándose con las risas escandalosas que un bebé divertido podía hacer. Viró la cabeza un poco para volver a besar a Remus riendo sobre sus labios y flexionar sus brazos para alcanzar la carita de su hijo, quien río más al sentir los besos de Sirius y Remus en sus mejillas.

Se quedó acostado un tiempo contemplando el rostro sonrojada de su novio. Draco sobre su pecho jugando con las escobas que decoraban su mameluco.

— En definitiva, este es la mejor mañana de cumpleaños que haya tenido.

— Y será el mejor cumpleaños que hayas tenido— Remus se incorporó en el colchón con su varita en mano y con un giro de muñeca, tres bandejas con desayuno flotaron hasta la cama,— Y para empezar este cumpleaños, un desayuno en la cama es la mejor opción.

Se sentó con Draco en su regazo. El bebé acostándose en su abdomen y atento a las bandejas con comida esperando paciente a que le den de comer. Remus le pasó la suya a Sirius sobre sus piernas, un plato de pancakes con miel, huevos con tocino y un plato de fruta más su café y jugo de calabaza; y la de Draco en medio de ellos dos. Se acomodó con su propia bandeja y con una sonrisa comenzaron a desayunar.

Era una costumbre que comenzó en su segundo año de escuela. Cuando Sirius cumplió sus doce años y había pescado un resfriado a causa de un partido bajo la lluvia que lo hizo mantenerse en reposo, imposibilitándole festejar su cumpleaños. Fue entonces que James, Remus y Peter le llevaron el desayuno a la cama en el dormitorio que compartían para que no se sintiera solo en una fecha especial, decorando el lugar con globos y serpentinas; dándole sus regalos de cumpleaños de parte de ellos y uno secreto de parte de su hermano Regulus. Adoptando ese detalle en cada cumpleaños de algún merodeador. 

Sirius de vez en cuando se quedaba viendo entretenido como Remus alimentaba a Draco, fingiendo que era una escoba de quidditch y cómo Draco seguía la cuchara con la boca abierta.

— ¿A que sabe esa cosa que le das?— pregunto Sirius apuntando al plato con papilla de Draco.

— Es puré de frutos rojos— contestó limpiando la carita de su hijo con una servilleta,— Leí en un libro que a partir de los cinco meses es bueno comer- ¡Sirius!

— Mmh— Sirius lo miro con la boca llena de papilla para bebés.

El licántropo no pudo evitar soltar una risa estruendosa al ver a su pareja (despeinado y una bata de dormir puesta) con comida de su hijo escurriendo por su boca y diciendo cómo eso estaba rico. Draco solo seguía aún la cuchara con la boca abierta esperando a que entrara en su boca con un ligero ceño fruncido cada vez que la escoba de Quiddi aterrizaba en la boca del hombre de cabello ondulado.

Cansado de esperar (y porque le estaba empezando a doler la mandíbula), se concentró en su plato de comida. La papilla era de un bonito color rosa fuerte y su sabor era delicioso, además de su textura blandita y suave. Sin prestar atención a la pequeña discusión de sus cuidadores, metió su mano derecha dentro del recipiente, extendiendo la palma y sintiendo como el alimento pasaba por sus dedos y, atrapando la comida en un puño, se lo metió a la boca. Sus ojos brillando de alegría.

¡Así era más fácil de comer! pensó, agarrando otro puñado de papilla con una mano y con la otra chapoteando el alimento, salpicando todo en su pijama, las pijamas de sus cuidadores y las sábanas blancas de la cama. Ignorando los reclamos de Remus por comer con las manos y Sirius conjurando su cámara para tomar fotografías.

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¡¡Hello!!
Cortito pero quería escribir algo del cumpleaños de Sirius.

Espero que les haya gustado. ¡Nos vemos en la próxima actualización!

Taking care of a little dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora