Historias cortas que pensé mientras dormía

🔥Robert Lewandoski. Mi padre es del Bayern de Munich

📍Sevilla

📆Principios de Octubre

- Triana, no me mires así -la mujer castaña de ojos claros pone sus brazos en jarra, chasqueando su lengua mientras mi perplejidad va en aumento.  

- ¿Cómo quieres que te mire, Antonia? -me pide ella con relativa calma, una que yo no tengo, pero que necesito mucho en estos momentos. 

- Primero, no me llames por mi nombre, que soy tu madre y segundo siéntate que te explique -me pide ella señalándole el sofá de la sala para que haga caso a sus demandas. 

- Si lo importante ya me lo has dicho. Que mi padre no era mi padre y que mi verdadero padre es... ¡el puto entrenador del Bayern de Múnich! -explotó en un grito con esta última frase, uno que a mi madre ni siquiera parece importarle a juzgar por la tranquilidad con la que se dirige hacia mi.

- Triana. Siéntate, por favor. Hazme caso -me pide de nuevo encontrándose con mi oposición. 

- Ahora mismo lo que menos ganas tengo es de sentarme, mamá. Una semana, solo has esperado una semana desde que murió papá para soltarme la bomba. ¡Que no le hemos hecho ni la misa! Joder, mamá -le recriminó  sintiendo ya las primeras lágrimas deslizarse por mis mejillas. 

- Ya llevo muchos años esperando, Triana.

Miro a mi madre y por primera vez veo en su cara tristeza y decepción. No tengo ni idea de lo que ella haya podido sufrir , pero está claro que algo debió de pasarle para que haya estado callada tantos años. Así que me siento y dejo que me lo cuente todo. Me da hasta pena de verla así, tan nerviosa. 

Mi padre, el que se murió hace una semana, y ella eran novios de toda la vida, como aquel que dice. Mi madre sólo lo había tenido a él como novio y no conoció más varón. Empezaron a salir con 13 años y cuando mi madre tenía 18 tuvieron una pelea enorme porque a mi padre no le hacía gracia que ella estudiara enfermería en Granada. Él incluso la amenazó con terminar la relación si ella se iba. Ese verano, a mi madre le salió un trabajo de verano en Baviera. Iba a estar los meses de julio, agosto y mitad de septiembre en un hotel rural. Mi madre no se lo pensó y como ella y mi padre lo habían dejado, se fue a Alemania poniendo tierra de por medio para aclarar sus ideas.

Y lejos de hacerlo, lo empeoró. Allí conoció al hijo de los dueños, Thomas, que por aquel entonces jugaba en las categorías inferiores del Bayern de Múnich. Él tenía la edad de mi madre y congeniaron rápidamente, tanto que estuvieron todo el verano saliendo juntos, y acostándose también. Cuando él se incorporó a los entrenamientos del Bayern, rato que tenía, rato que pasaba con mi madre. Según ella se enamoraron locamente y cuando llegó el día en el que ella tenía que venirse, Thomas le pidió incluso que se quedara con él.

El caso es que mi madre volvió a España porque Thomas le pidió que se lo pensara tranquilamente. Al volver, mi padre le pidió perdón ochenta veces para que volvieran juntos. Mi abuela, su madre, le comió tanto la cabeza de que su vida estaba en Sevilla, con su familia y con él, que mi madre dudó de sus planes. Cuando descubrió que estaba embarazada, mi padre y su futura suegra, la convencieron para casarse y él le prometió que cuidaría de ella y de mi, porque no tendría ningún futuro con Thomas, quien no dejaba de ser un jugador de fútbol y según mi padre, "los jugadores van todos a lo mismo y mejor que no te avergüence cuando te diga que el hijo no es suyo".