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Artista imagen multimedia: rejsante (twitter)

Los helados se acabaron más rápido de lo que esperaban. Aunque estaban paseando, a Adora no se le ocurría nada más que hacer, y pronto esa tensión entre ambas siguió aumentando, hasta convertirse en un silencio algo incómodo. Catra sabía que debía darle algo de espacio a la rubia para que se sintiera en confianza, así que apresuró las cosas y le dijo que debía irse, lo cual era mentira, pero no quería seguir incomodando a Adora.

La rubia entró en pánico al ver que perdería de vista a la morena y había desperdiciado la cita.

—Espera, tú me diste una clase extra de salsa, técnicamente... Todavía te debo una clase de entrenamiento funcional. ¿Tienes tiempo esta semana?

—Eh... sí, claro, tengo tiempo para ti —le contestó sonriendo, haciendo que Adora hiciera cortocircuito por un momento.

—Bueno, luego nos ponemos de acuerdo, nos vemos —sonrió con timidez la rubia de vuelta.

Catra se despidió de ella, a pesar de que no lo parecía, habían estado varias horas juntas y alejarse ahora de la rubia le producía una extraña sensación de vacío, que decidió ignorar yendo a la salsoteca. Tenía un evento nuevamente y debía arreglar algunas cosas, además, se iba a reencontrar con una vieja amiga de Brasil.

Mientras estuvo trabajando en su evento no pensó en ningún momento en Adora, logró concentrarse totalmente, pero cuando salió de la salsoteca, pensó en que la rubia le haría clases en sostenes deportivos y shorts, no estaba segura si iba a resistir bien esa situación. "Cálmate, no empieces a fantasear antes de tiempo" se dijo a sí misma.

Los días pasaron, ninguna de las dos se encontró en el gimnasio, debido a que los horarios de Perfuma y Adora solían coincidir. Seguían hablando con frecuencia por whatsapp, Catra percibía que la confianza de la rubia iba en aumento cuando conversaban. El día de su clase de entrenamiento funcional finalmente llegó.

La morena estaba algo nerviosa, llegó con la ropa más adecuada que tenía al gimnasio, que consistía en una calza y una camiseta deportiva, porque no era capaz de estar con tan poca ropa cerca de Adora. Cuando llegó al gimnasio, la rubia le había indicado que la esperaría en la sala de máquinas, por lo que entró por primera vez. Catra no tenía la menor idea para qué servían, nunca había usado nada similar.

—Hola Catra —apareció por detrás de la morena Adora, asustándola visiblemente— oh, perdón por asustarte.

—Hola...

Catra no fue capaz de decir más, Adora estaba vestida tal como temía, y su cuerpo lucía demasiado atractivo para ella. Hacía un tiempo que la morena no salía con una chica deportista, por lo que le impactaba ver el cuerpo trabajado de la rubia. No pudo evitar pasear su mirada por su abdomen perfecto y sus torneadas piernas. Además, había notado que Adora tenía un culo muy llamativo, demasiado redondeado, y Catra era consciente de que poseía un trasero magnífico, pero el de la rubia estaba a otro nivel.

—Catra, no puedo concentrarme si me miras de esa manera —dijo en voz baja Adora, mirando hacia una máquina.

—Perdón, no debería ser tan descarada. Comencemos.

Adora se aclaró la garganta antes de volver a hablar, no esperaba que Catra admitiera que la estaba mirando de una forma bochornosa.

—Bien, estaba pensando que deberíamos calentar primero. Vamos a las cintas para correr.

—¿De verdad piensas que necesitamos calentar? Yo creo que estamos listas con eso —se rio Catra.

Adora negó con la cabeza, si no se iba a tomar en serio su clase, la haría sufrir con ejercicio intenso. "Oh, shit. Eso también suena mal. Just... focus, Adora" se dijo a sí misma. No imaginó que sería tan difícil. Decidió que acompañaría a Catra en cada bloque de ejercicio, ya que no había entrenado aún.

Corrieron alrededor de 15 minutos, por lo visto, a la morena no le cansó demasiado, así que Adora le explicó que los siguientes ejercicios que harían sería para piernas y glúteos.

—Aunque no es que te haga falta, estás en muy buena forma, se nota que eres una bailarina profesional —le halagó Adora.

—Muéstrame qué tan duro puede ser entrenar contigo, Adora. Hasta ahora, no me parece ningún desafío —respondió con una sonrisa Catra. A la rubia le fascinaba encantaba ver esa sonrisa, pero no pasó por alto el hecho de que la estaba subestimando.

—Creo que me subestima, señorita. Después no se queje si no puede caminar.

"Si me quieres dejar sin poder caminar, por mí no hay problema" pensó Catra, pero prefirió guardarse el comentario, no quería desconcentrar a Adora, ya que se veía motivada.

Pasaron a una máquina en la cual debía levantar peso con sus piernas estando recostada boca abajo, primero Adora le mostró cómo se debía hacer para no lesionarse, lo cual fue una imagen bastante estimulante para Catra, quien luego hizo lo mismo, deleitando la vista de la rubia. Luego hicieron sentadillas con peso, usando una kettlebell. Hicieron una breve pausa, usando otras máquinas.

Aunque el entrenamiento duró alrededor de una hora, tanto para Catra como para Adora se sintieron como 5 minutos. La morena había disfrutado hacer ejercicio con Adora, aunque hubiera preferido otro tipo de ejercicio, se sintió apoyada por la rubia en todo el proceso y fue satisfactorio saber qué tan capaz era de hacer una rutina completa de entrenamiento.

Al final, Catra estaba bastante sudada, al igual que Adora, por lo que ambas tenían que ir a las duchas. Por alguna razón, ambas caminaron en silencio, por lo que la tensión entre ellas no tardó en hacerse presente. La rubia abrió la puerta para que la morena pasara primero.

—¿No quieres ducharte conmigo? Así ahorramos agua —no pudo evitar decir Catra con una media sonrisa.

Adora sintió que sus manos comenzaban a sudar al escucharla decir eso.

—Por muy tentador que suene, no puedo, este es mi lugar de trabajo. Además, hay gente a esta hora.

Era cierto, se escuchaban algunas duchas, por lo que no estaban solas.

—Lo sé, era broma —"pero si quieres no es broma" pensó Catra al responder, riéndose en su interior.

Una vez que salieron de las duchas, las miradas entre ambas iban y venían, pero antes de que la tensión aumentara, Catra decidió romper el silencio.

—No sé si tengas planes este viernes por la noche, pero habrá un evento especial en la salsoteca. Tenemos algunos invitados internacionales incluso. Se harán demostraciones de salsa, merengue y tango. Es un evento que yo misma organicé.

—¿Y también bailarás? —preguntó Adora sin pensarlo demasiado.

—¿Tanto quieres verme bailar?

—Bueno, ¿quién no? Te ves fabulosa cuando bailas, es como si no existiera nadie más —respondió Adora, arrepintiéndose al instante. Catra se rio suavemente.

—Esta vez no, porque soy la organizadora. Pero siempre puedo enseñarte a bailar si quieres. No sólo sé bailar salsa, también merengue, bachata e incluso algo de tango. ¿O prefieres un baile privado? No pongas esa cara, es una broma.

Adora estaba roja como un tomate, de sólo imaginar que Catra le bailaba. ¿Cómo era posible que bromeara con cosas así? O tal vez ella era demasiado tímida, quién sabe. La morena nuevamente se estaba riendo, era tan fácil avergonzar a Adora. Le gustaba que la rubia fuera algo ingenua, le parecía muy adora-ble. Incluso podía hacer juegos de palabras con su nombre, se ponía cada vez mejor.

Al despedirse, Catra le dio un beso en la mejilla a Adora con toda la intención del mundo de descolocarla.

—Te espero el viernes —le susurró.

—Nos vemos —murmuró Adora, Catra había logrado su cometido.

La rubia se llevó una mano a la mejilla, ¿era idea suya o estaba ardiendo? Estar con Catra era una montaña rusa de emociones, además, esa clase con ella la había dejado algo excitada. Se mordió la mano sin quererlo, ya estaba deseando que fuera viernes.

La salsa de la gringa - Catradora AUTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang