16. Mi propio Legolas

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—Oliver —dije perturbada—. ese perro esta mas del otro lado que de este.

En efecto, el animal en cuestión estaba muy pequeño y desnutrido. Con sus ojitos cerrados se revolvía en la caja que sostenía el niño, mostrando piel en la que había poco pelaje marrón.

Tenía tantos claros, que se le alcanzaba a ver el pellejo y las costillas saltaban a la vista. Era imposible disimular la preocupación que me provocó, como un instinto primitivo que me despertaba el deseo de querer protegerlo.

—Yo pensaba que era una rata —apareció Liam—. Aunque más bien, me parece que está agonizando.

Oliver frunció el ceño, y apartó la caja de nuestra vista.

—Solo está enfermo y necesita más amor que los otros cachorros. Es un acto de caridad que ustedes no entenderían, pero estoy seguro de que Zoe sí lo podrá apreciar.

Me imagine que Zoe era la niña que quería sorprender.

Me giré hacia Liam como para preguntarle con la mirada que deberíamos hacer en esta situación, pero él estaba tan confundido como yo, ya que su respuesta fue encogerse de hombros.

En mi cabeza, hice una plegaria por la salud de ese animal.

—Creo que deberíamos llevarlo al veterinario —propuse.

—Me parece buena idea —respondió Oliver—. Y luego compramos los juguetes.

Liam rodó los ojos mientras ponía el vehículo en marcha una nueva vez y así volver a la ciudad.

—Claro, les parece una buena idea a ambos porque ninguno va a pagar, solo yo.

Eso me sacó una carcajada.

—No seas tacaño —atacó su hermano—. Trabajas para el gobierno y tu jugoso salario de cinco cifras está a la vista de todos en internet.

El pequeño tenía razón, pero no era para nada sorpresivo considerando que era uno de los abogados que trabajan para el presidente de la República Dominicana.

Era obvio que estaba forrado en billetes y tal como decía Oli, esas cinco cifras estaban a tan solo un click para la vista de todos en internet.

—Lo más irónico, es que a pesar de ganar tanto se pone nervioso si uso mucho papel en impresiones cuando estamos trabajando—me uní al pequeño.

Oli se acercó más a mi asiento para que lo pudiera escuchar con claridad.

—A mi me tiene prohibido ir al cine otro día que no sea martes o jueves, porque son los días de ofertas al dos por uno.

—¡No inventes! —reventé en risas—. Eso es aún peor que llevar un registro demasiado específico sobre cuantos folders le quedan en reserva.

Liam ya estaba perdiendo la paciencia.

Creo que su inflado ego no pudo soportar mucho más tiempo el ser rostizado por su hermano y asistente al mismo tiempo.

—Oigan, ¿me dicen si el plan es burlarse de mí todo el camino o puedo poner la radio?

Oli y intercambiamos una mirada cómplice antes de reírnos a la vez.

Al parecer, molestar a Liam era algo que teníamos en común, me parecía que esta no sería la última vez que lo haríamos en conjunto.

•●•

Aunque Liam y yo nos ofrecimos, Oliver se negó a que lo acompañáramos a la consulta con el veterinario, porque él juraba que era lo suficientemente maduro para pasar el solo y también porque estábamos mirando feo a la cachorrita, así que estaba un poco molesto con ambos.

Así que sin más remedio, decidimos pasar a una tiendita que estaba fuera de la sala de consulta en la cual empezamos a seleccionar los juguetes y accesorios.

—¿Crees que es buena idea ponerle un nombre o dejamos que Zoe lo haga? —pregunté alzando un vestidito rosa en el aire que después puse en la cesta de compras.

—La pobre niña tendrá de regalo una perrita que reúne tres de los cuatro males del apocalipsis, ¿no crees que merece por lo menos decidir el nombre? —expresó de brazos cruzados.

Su franqueza insoportable era uno de sus más notables atributos.

Antes de entrar a su hogar esta tarde, se me ocurrió que era una exageración de mi parte el haber puesto tantos post it rosas en el interior de su pasaporte. Pero ahora que lo pensaba mejor, lo tenía bien merecido.

De lo único que me arrepentía es que no estaría presente cuando se diera cuenta de mi pequeña broma.

—No seas tan cuadrado. Mejor disfruta la experiencia y celebra a tu hermanito por atreverse a tener una relación antes que tú.

Si las miradas mataran, creo que mi cadáver hubiera sido encontrado frente a las bolsas de comida para gatos.

—Hasta donde tengo entendido, tú también estás soltera y eso no parece que vaya a cambiar por un largo tiempo.

Iba a dirigirme hacia unos juguetitos chillones que llamaron mi atención, pero me detuve para enfrentar a Liam.

—No tengo porque no quiero —respondí con la barbilla en alto.

Él alzó una ceja.

—Areli, te sigo en instagram. Casi todos los domingos subes historias emocionada porque te llegó un libro nuevo sobre hadas teniendo sexo.

Abrí la boca por el asombro de que sacara mis trapos sucios así como si nada.

Por fortuna, la única persona en la tienda era una chica tras el mostrador que tenía puestos unos audífonos y no estaba para nada interesada en nosotros.

—Mis libros no tratan sobre eso, idiota.

—Si lo hacen. Al principio me pareció extraño que tuvieras tantos libros de la misma autora, así que busqué al respecto en google y al parecer sus fanáticos llaman a su género "Porno de Hadas".

Fruncí los labios.

Bueno él tenía un punto, y me parece que no estaba equivocado.

Pero Liam no tenía porqué saber sobre eso.

—Supongamos que tienes razón y mi pasatiempo preferido es ese —dije despacio—. ¿Acaso eso tiene algo que ver con mi soltería?

—Pues es demasiado extraño y haría que cualquiera lo considere antes de invitarte a salir.

Negué con la cabeza. No creía que era capaz de decir tremenda estupidez.

—Eres un imbécil —escupí—. Cuando tenga novio me aseguraré de que sea alguien que me quiera por quien soy, con todos mis gustos raros y mis defectos incluidos.

Liam palideció.

—Areli-

—Aún no termino —lo interrumpí—. Será mi propio Legolas y estoy segura de que me hará muy feliz ¿y sabes que es lo mejor? Si, admito que amo leer historias de hadas donde se disfruta la sexualidad de forma libre y segura, pero eso es asunto mío y no tienes que entrometerte en eso.

—Oliver está detrás de tí —dijo ruborizado.

Creo que me acosté con mi jefe.Where stories live. Discover now