Capítulo 1

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Capítulo 1. Kwangya

Las auroras boreales son un suceso natural que a todos impresiona. Luces verdes, azules, rosas e inclusive amarillas pueden verse en ellas y jamás dejará de impactar al espectador este hermoso e increíble suceso.

No ocurren solo por qué sí, sino que hay una explicación para ello y es en las tierras más cercanas a los polos en dónde dicho fenómeno es más común.

Sin embargo, en Kwangya, ver una aurora boreal es significado de una sola cosa. El guardián ha viajado a otro lugar. Solo que en esa ocasión la aurora no es el color verde azul que comúnmente es, sino una aurora de muchos colores, una aurora demasiado anormal, que nadie antes había visto y para quienes están de guardia esa noche son testigos de aquello tan insólito.

— ¡Wow!

Su expresión es acompañada por la de los demás guardias que custodian el enorme palacio.

— ¿Habías visto antes algo así? —pregunta a su compañero más cercano— Porque yo no lo recuerdo en todos mis años como soldado.

La otra persona sigue observando la aurora, sabe que pronto desaparecerá aquella hermosa luz. Muchos segundos después comienza a desvanecerse y de nuevo solo son las estrellas que se logran apreciar por todo el cielo.

— ¿Acaso Jaemin viajó con todos sus reflejos? —escucha a su compañero y solo respira porque es demasiado hablador— Debe ser la única respuesta. Tal vez... ¿Moverá el portal del espejo Central?

Lleva sus manos a la sien sintiendo como poco a poco el dolor de cabeza se va presentando gracias al perico en forma de ser humano que tiene por compañero.

— Sí, es eso. —sigue diciendo— Desearía poder estar ahí y verlo. ¡Ah! Definitivamente tengo que ir en cuanto termine mi turno. ¿Crees que mi luz sea como la que acabamos de ver?

— Jongin... —dice cansado— Cállate de una buena vez.

— Pero...

Se queda callado cuando observa que en la palma de la mano comienza a formarse una bola de fuego y no necesita más advertencias que esa.

— No dudaré en lanzarla si no te callas.

Asiente rápido y vuelve a estar en silencio que el más alto agradece demasiado, de esa forma puede concentrarse respecto a su trabajo.

Conforme pasan las horas el cielo deja aquel color oscuro y va tornándose de un clásico rosa y naranja avisándoles que ya es amanecer y pronto sus relevos llegan para tomar sus lugares, lo que todos agradecen porque están cansados y necesitan dormir por varias horas, pero primero deben comer algo antes de que el letargo los abduzca por completo. Por ello, caminan hasta el comedor en donde los demás guardias se reúnen con ellos y van por sus alimentos que son un vaso tibio de leche y frutas frescas.

— Disfrútalo Channie. —dice sonriendo quién está en la barra.

La sonrisa es devuelta a pesar de su cansancio aceptando en plato de frutas.

— Gracias Baek.

No quiere ser una molestia para sus compañeros y se obliga a alejarse de aquel bonito ser que es su luz y su esposo.

Finalmente, toma asiento en una mesa casi vacía a la que para su desgracia Jongin llega en compañía de otros dos y están hablando de aquella aurora multicolor, mas no son los únicos porque todos están haciendo lo mismo y el único al que prefiere mantenerse callado es él.

— Te lo juro. Yo no había visto una luz así. —vuelve a decir el moreno— ¿Y ustedes? Son mayores que yo.

— No. —responde el más bajito de los cuatro— Es imposible. Prácticamente lo que vimos fue un suceso único.

Mirror's Room  [RenMin]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant