Capítulo 22.

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Advertencia: En este capítulo se tratarán de temas delicados. Si eres sensible por favor NO LEAS.

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— parece que no llegarán muy lejos chicos...

Rin y Obito se pusieron en posición de defensa delante del peliplata, esa voz, era de uno de los que los atacaron. Gruñó activando el sharingan pero deteniendose por el punzante dolor en sus ojos que lo hizo doblegarse unos centímetros, maldición, lo que faltaba, ni siquiera podía ser útil con su doujutsu. Volteo a ver a Kakashi, ahogando el grito de horror que amenazó con salir de su garganta al girar hacia atrás. Era imposible.

Kakashi ya no estaba.

— ¿¡que mier-

— ¿buscabas a tu noviesito? — el shinobi quien por fin había salido de las sombras, apareció sobre una rama, la más alta que había, cargando al malherido e inconsciente adolescente sobre su hombro y río mirándole la cara descubierta al peliolata. — debo felicitarte Obito, a pesar de estar muriéndose todavía luce muy bien

— ¡sueltalo malnacido!

— No estas con derecho a exigirme nada mocoso insolente. Si lo suelto, caería como costal y con suerte lo encontrarías solo con el cuello roto — el hombre no desapareció su sonrisa, por el contrario, parecía que llegaría hasta sus orejas. Pero tenía razón. Obito lo odio más por eso.

— Obito, calmate — el cuerpo de la castaña estaba tenso, demasiado para su gusto. El pelinegro la miró a punto de decirle que era Kakashi quien importaba ahora pero se detuvo al ver sus ojos. Fieros cómo un animal esperando a cazar o ser cazado — ¿no te das cuenta? el nos conoce...

Y Obito razonó por primera vez desde que había visto a Kakashi en brazos ajenos, Rin tenía razón, el tipo había dicho su nombre tan casual que parecía conocerlo de toda la vida. Y ver la expresión del shinobi sólo hizo que confirmara el hecho.

— en efecto pequeña Rin, los conozco tan bien como la palma de mi mano. Se cuales son sus debilidades y fortalezas, se cosas de ustedes que ni ustedes mismos saben.. No pueden huir de mi... — los músculos de los brazos de ambos chicos se tensaron al apretar los puños con mucha fuerza. El enemigo tenía la ventaja en toda la situación.

— ¿q-quién eres? — preguntó por primera vez Kakashi, ganándose la atención de todos. Él había escuchado parte de la conversación, era lo único que podía hacer, escuchar. No podía ni siquiera mover los dedos sin que éstos se entumecieran del intenso dolor por el veneno que cada vez más rápido surtia efecto en su torrente sanguíneo y el como podía sentir que poco a poco este estuviera subiendo hasta su celebró. No le quedaba mucho tiempo.

Ojos negros se toparon con verdes, al apreciar al shinobi de tan cerca, piel clara con varias cicatrices alrededor de su rostro, ojos verdes opacos, pelo castaño y la sonrisa más repugnante que hubiera visto. Mirándolo de vuelta, el sujeto se presento: — mi nombre es Warui Zasso, tú y tu equipo no me conocen pero yo si a ustedes, y a sus padres por supuesto, esos bastardos hijos que perra.

— ¡lo que te hayan hecho nuestros padres no tiene nada que ver con nosotros! — gritó enojado Obito, sus ojos cansados mirando con odio a Warui.

— lamentablemente para nosotros.. — comenzó Rin, con ojos también cansados pero tristes. — no importa que nosotros no hayamos hecho nada malo, si eres hijo de quien si lo hizo, eso es más que condena para ti, este es el mundo donde vivimos. El mundo shinobi.

— eso es una de las cosas que implica ser ninja, eres muy inteligente Rin, igual que tu madre. Me recuerdas mucho a ella — la Nohara frunció el ceño, no había oído hablar de su madre desde que murió cuando ella era una bebé, su padre dejó de hablar de ella Cuando le dijo que quería ir a la academia y convertirse en kunoichi. Y oír a Warui hablar de ella solo le generó asco, no sabía porque y tampoco queria averiguarlo. — te contaría la historia sobre el cómo me la folle y como decía el nombre de su pequeña hija mientras lloraba y se moría en mis brazos.

Viaje al pasado [ObiKaka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora