Capítulo XI

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Seibrom comenzó a sentir envidia de las creaciones de sus compañeros, de esa manera, su corazón se comenzó a ensombrecer, quiso intentar crear una especie por sí mismo, pero el resultado no fue el esperado, salieron unos seres deformes, grotescos, eran desagradables a su vista, pero Paltros adoraba toda vida y decidió respetarla, le indicó a Seibrom que debía encargarse de cuidarlos y guiarlos.

Estos seres adoraban a Seibrom como un padre a la vez que lo veneraban como su Dios, pero su amor no era correspondido, él los odiaba pues no se asemejaban a las criaturas creadas por Paltros, así que, a escondidas del Milenario, agarró con sus inmensas manos a las criaturas, que sin temor se sentían cómodas en los brazos de su padre, los llevó lejos y los arrojó en un enorme volcán para destruirlos; los seres desdichados lloraban y gemían suplicando piedad, pero Seibrom se alejó y los abandonó.

Pero Paltros se percató del crimen cometido, él y Talira los rescataron, les dieron una mejor forma, los hicieron fuertes y les enseñaron a hablar, así surgieron los Vulcan. Al ser arrojados a la lava ardiente se hicieron capaces de resistirla y más que eso, podían alimentarse se ella y de rocas, aunque su dieta no se basaba en eso, podían sobrevivir solo consumiendo cualquiera de ellas; su cuerpo es negruzco con venas que recorren su cuerpo en forma de ríos de lava, poseen músculos grandes por genética, su labor y pasión principal es construir ciudades cerca de montañas volcánicas, odian el agua, son una especie comprensiva y compasiva, por lo que, aunque en general odian a Seibrom por lo que les hizo, muchos lo veneran como su creador.

Su región la denominaron Vulcania y se dividieron en dos grandes pueblos, Lav Antia y Erup Tiac, los primeros adoraban vivir junto a ríos de lava o sea cerca de los volcanes, los segundos, aunque también gustaban de tener cerca la lava, se asentaron en montañas áridas no volcánicas.

Por la acción cometida - continuó Keitlas mientras todos prestábamos mucha atención - Paltros castigó a Seibrom y lo encerró debajo de una montaña por un milenio, allí, en la oscuridad, su corazón se fue consumiendo aún más, en mi opinión fue un error encerrarlo, pero yo no soy mi padre y ni si quiera había nacido en ese entonces para aconsejarlo, además esa fue su decisión y es difícil contradecirlo.

En ese tiempo, aunque no podía salir de su prisión, pues estaba sellado, consumido por el odio y la envidia, fue creando unas criaturas grotescas, los Hellindrak, seres horripilantes, de inmensa fuerza, capaces de regenerar sus heridas rápidamente, solo débiles en la cabeza, no solo por ser su único punto mortal, sino porque su cerebro era minúsculo, eran pocos los que desarrollaban algo de inteligencia y esos eran considerados líderes entre ellos, su único objetivo era destruirlo todo ya que este era el deseo de su creador; también nacieron los Brog, lagartos enormes, algunos alados, que fueron empleados por los Hellindraks como animales de guerra y cacería.

Seibrom los crio en secreto, les creó su propio lenguaje, un dialecto grotesco que solo él y ellos comprenden, su objetivo era derrocar a Paltros y a Talira, quitarles su poder y convertirse en el único Dios de este mundo.

Al cumplir su sentencia, Paltros lo liberó, sin sospechar lo que tramaba; por algunos años fingió hacer su trabajo mientras diseminaba sus creaciones en diferentes partes, escondiéndolos hasta que él les diera una orden diferente; se mantenían alimentándose de otros animales, cazando solo de noche para no ser descubiertos. Cuando sus creaciones hubieron crecido suficiente en número como para enfrentarse a las demás razas, le declaró la guerra al Milenario.

Así dio inicio la primera Gran Guerra, una batalla de poderes tan descomunales que cambió paisajes, destruyó montañas, abrió cráteres. Los Vérnidan y los Céfirem se unieron para defenderse de los Hellindraks, surgiendo así la primera alianza de las razas; en esta guerra los Vulcan no participaron, se escondieron para sobrevivir.

Paltros y el Cetro Carmesí Where stories live. Discover now