ᴠ. ᴀᴍɪɢᴏs

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-No sabes lo que me haces… - susurró Eda con deseo, mordiéndose el labio suavemente.

-¿Qué quieres Eda?. - preguntó Serkan excitado, con una expresión que la castaña no le había visto nunca.

-Quiero sentirte dentro mío. - afirmó sin pudor alguno, había comenzado a calentarse y lo que menos le preocupaba ahora mismo era si sonaba demasiado lanzada, Serkan le provocaba cosas que no podía explicar.

Serkan se estremeció ante la seguridad de las palabras de ella, podía ver el deseo y excitacion en sus ojos marrones  dilatados y brillantes, y eso le encantaba, le encantaba ser la persona que causaba esas sensaciones en ella.

Eda gimió sintiendo su boca hacerse agua, empezó a besar el cuello de pelirrojo, marcándolo, haciéndolo suyo, descendiendo por su cuerpo lentamente, dejando pruebas de que el era suyo, chupetones grandes y rojos que adornaban su piel.

-Eda. - Serkan gimió, desabrochandose  los pantalones para eliminar la presión que sentía en ellos, Eda lamia su abdomen, mordiendo suavemente su ombligo y estaba seguro que podría correrse en ese momento si seguía, ella no contestó y siguio dejando besos por todo su cuerpo hasta que Serkan sin poder aguantar más, se giró en la cama dejándola bajo su cuerpo.

-No juegues conmigo. - advirtió empezando a dejar besos húmedos por todo su cuello, mordiendo su oreja, bajando lentamente y sonriendo ante los temblores de excitacion de Eda, se dedico a calentarla, provocarla y prepararla, no se permitiria dañarla por más excitado que estuviera y cuando estuvo seguro que ella estaba lista entró en ella lentamente quedándose quieto por unos minutos hasta que noto que ella se acostumbraba a su tamaño, se empezó a mover lentamente, para luego aumentar el ritmo.

-Ser-ser... Serkan aaaaah. - gimio Eda suavemente en su oído. - Ser....

-Eda... yo...

-Eda...

Y Eda se incorporó de repente en la cama con la respiración agitada, sudando y con una notable excitacion bajo su pijama, totalmente desconcertada, ¿Por qué estaba soñando de esa manera con Serkan?, ¿Y por qué la idea no le molestaba si no más bien la excitaba?, con esas preguntas en su mente se recostó nuevamente en su cama, mirando el techo y pensando en la noche anterior.

**flashback**

-Que bien huele. - murmuró Serkan  saliendo de su habitación una hora más tarde.

Eda sonrió. - En un par de  minutos estara listo.

-Estoy ansioso por probarlo, muero de hambre.

-Vas a probar el cielo. - le aseguró la castaña con altanería. - Ve a sentarte, yo llevare los platos en unos minutos.

Serkan se río, Eda era realmente adorable, era imposible no quererla, tenía una personalidad que te atraía a ella, como un iman.

Dos minutos más tarde, ella apareció con dos platos en sus manos, puso uno frente al pelirrojo y uno frente al lugar en el que se iba a sentar ella. - Ya puedes comer, voy por el vino.

Cuando Eda volvió con el vino, Serkan  no había tocado su plato, explicando que quería que comenzarán a comer juntos, Serkan comió lentamente, divertido por la mirada ansiosa de Eda, se notaba que era como una diosa en la cocina, como su dios personal, y por lo que podía deducir por la expresión en su cara, estaba ansiosa por recibir un alago de él.

-Esta bueno...muy bueno. - la alago Serkan, mordiéndose el labio cuando vio la mirada de Eda fija en él.

-¿De verdad?. - preguntó ilusionada, mordiendo suavemente su labio.

ɪɴǫᴜɪʟɪɴᴀ ɪɴᴇsᴘᴇʀᴀᴅᴀ [ᴇᴅsᴇʀ] Where stories live. Discover now